Leo Messi no está fino de cara a portería tras el parón de las competiciones, el pasado mes de marzo. Desde entonces, el argentino solo ha anotado nueve goles y un único doblete en 18 partidos. Y la mayoría de ellos han llegado a balón parado. Lleva ocho encuentros seguidos sin marcar de jugada, y oportunidades la verdad es que no le han faltado.
El 10 tiene en estos momentos muchas cosas en la cabeza. Evidentemente, la dura derrota contra el Bayern de Munich en Champions y el hecho de que el equipo de su vida le privase de marcharse en verano, han afectado negativamente a su resistencia mental.
Leo Messi, en el choque ante el Villarreal | EFE
Desde que comunicase su decisión de quedarse a regañadientes, su comportamiento está siendo impoluto, tanto en los entrenamientos como en los partidos. Sin embargo, nada le está saliendo bien últimamente. Su falta de gol le está llevando a un claro estado de obsesión y de agobio, como demuestra también su falta de precisión con las faltas.
El mejor rival para volver a disfrutar
No obstante, si hay un rival para acrecentar el ánimo del rosarino y hacer que vuelva a disfrutar jugando a fútbol, es sin duda el Real Madrid. Una de sus víctimas favoritas, a los que les ha anotado 26 goles y repartido 14 asistencias en 43 partidos. Contra los blancos y en los grandes enfrentamientos, no hay duda de que Messi se crece.
Y pese a no haber público en las gradas del Camp Nou y los últimos acontecimientos a los que se ha tenido que enfrentar, su motivación es máxima para seguir haciendo historia y destrozar a su gran rival. Ante un equipo herido y que viene de dos derrotas consecutivas, Messi intentará romper su sequía de jugada. Pero también la mala racha contra los de Chamartín, contra los que no ha visto portería en sus últimos cinco partidos. Su último tanto fue el 6 de mayo de 2018, hace 900 días. Corría el minuto 52 de partido cuando el argentino consiguió el que entonces era el 2-1 que ponía en ventaja a su equipo en el Camp Nou. Desde entonces, nada de nada.
Leo Messi celebrando un gol contra el Real Madrid / EFE
Messi necesita un partido grande para recuperar la ilusión, y confiar de nuevo en el proyecto del Barça de Koeman. Contra el peor Real Madrid de los últimos años, será su gran oportunidad para demostrar que es el más grande y para convencerse a sí mismo que no está dispuesto a tirar la temporada, antes de posiblemente marcharse al Manchester City con Guardiola.