Leo Messi fue una de las pocas noticias no negativas, que no positiva, del encuentro del FC Barcelona ante Osasuna. El delantero argentino fue el único que tuvo algo de orgullo y trató de tirar del equipo cuando el cuadro navarro se puso por delante en el marcador. El 10 empató el partido con un soberbio gol de falta y rompió la sequía que arrastraba desde que acabó el parón.
Su tanto sirvió para poco, pues el Barça acabó perdiendo igualmente ante el equipo rojillo. El conjunto azulgrana perpetró una actuación esperpéntica, una de las peores que se recuerdan en los últimos años. Saltó al verde sin actitud ni ganas y Osasuna le pasó por encima en todo momento. Y eso que había una Liga en juego.
Primera falta
El gol de Messi puede ser una buena noticia para que el astro argentino recupere confianza en sus lanzamientos de falta de cara a la Champions League. Fue el primer tanto de libre directo desde que el balón volvió a rodar en los estadios españoles. Lo había intentado decenas de veces pero no había manera de que el balón entrara en las porterías rivales.
Leo Messi, celebrando su gol ante Osasuna | EFE
Ante Osasuna, de hecho, antes de transformar esa falta había lanzado otras tres. La primera se estrelló en el larguero. La segunda y la tercera se marcharon muy desviadas. A la cuarta no falló. Ajustó el disparo de forma milimétrica y el esférico rozó el palo derecho de la portería de Herrera antes de rebasar la línea de gol.
Con el gol frente al cuadro rojillo, Messi marcó su primer gol en julio en la Liga, algo que no había logrado todavía. Se había quedado en blanco en los compromisos del FC Barcelona contra Villarreal, Espanyol y Valladolid. De esta forma, Leo ya puede decir que ha marcado en todos los meses del año en lo que a la Liga se refiere.
Racha
La última diana databa del 30 de junio, en el choque del conjunto azulgrana ante el Atlético de Madrid. Transformó desde el punto de penalti. Messi atravesaba una de las peores rachas de su carrera, pues solo había marcado un gol en los últimos siete encuentros. Registros impropios de él.
Leo Messi, cabizbajo tras la derrota contra Osasuna | EFE
Tras el confinamiento, solo ha marcado cuatro goles en diez partidos, cifras bastante pobres teniendo en cuenta el jugador del que estamos hablando. Estos números han provocado que Benzema se le acerque peligrosamente en el pichichi. Está a tan solo dos goles a falta de una jornada para el final.