Un pobre Barça se estrella en Sevilla (y la Liga queda en manos del Real Madrid)
Los de Quique Setién lideraron la posesión, pero apenas inquietaron el arco de los locales
19 junio, 2020 23:58Paso atrás del Barça para la consecución del título liguero. El reto no era fácil pero los hombres de Quique Setién no pudieron pasar del empate, se les atragantó un Sánchez Pizjuán sin un alma en las gradas, como nos vamos habituando de momento. Cero a cero y reparto de puntos. Si el Real Madrid gana en Anoeta será líder esta jornada.
El cuerpo técnico azulgrana sorprendió con el once inicial. Antoine Griezmann, gris contra el Mallorca y Leganés, se quedó en el banquillo. En su lugar salía un descansado Martin Braithwaite que, sin espacios, poco pudo demostrar. Se ubicó en la banda izquierda y buscando la profundidad sin éxito.
En el centro del campo el escogido fue Ivan Rakitic para sustituir a Frenkie de Jong, que se quedaba en Barcelona. El croata hizo tridente con Arturo Vidal y Sergio Busquets en una medular que poco lideró las acciones ofensivas y que necesitaba en todo momento del apoyo de Leo Messi.
Tímido intercambio de golpes
Ambos conjuntos se tomaron la cita como un final, con gran respeto y cubriéndose las espaldas. Solo hay que ver la tensión con la que se llegó al descanso. El Barça tuvo el balón y construía poco a poco las ocasiones, que en la primera parte brillaron por su ausencia. Lo mismo le pasó al Sevilla, acostumbrado a un ritmo más alto y a castigar al contraataque, cosa que controlaron Gerard Piqué y Clement Lenglet en todo momento.
La mejor ocasión de la primera parte salió de las botas del argentino en un disparo de falta. Superó a la barrera --y a un Munir estirado en el césped-- y ya iba a gol. Entonces apareció Jules Koundé, uno de los destacados de los locales, para enviar el balón a córner. Poco más tuvieron los culés. Por parte hispalense, el central también fue protagonista en la otra área. De una acción a balón parado, sacó un disparo cruzado que rozaba el poste de Ter Stegen.
Acción de Braithwaite durante el Sevilla-Barça / EFE
En el segundo tiempo ambos conjuntos se desataron un poco, pero más los locales. El cansancio empezó a aparecer y con él, las imprecisiones. Los azulgranas tuvieron tres recuperaciones en la línea de creación del Sevilla, mientras que los de Julen Lopetegui crearon bastante peligro por las bandas. Primero, Lucas Ocampos y luego, Munir; pero se encontraron con el muro alemán.
Jordi Alba fue decisivo en los últimos 15 minutos. Sergio Reguilón iniciaba un contraataque eléctrico por la banda izquierda del ataque. Un tres para uno. Cuando iba a realizar el pase de la muerte y dejar a En-Nesiry solo ante Ter Stegen apareció rápidamente el lateral de L’Hospitalet. Providencial para tapar un despiste más de Nelson Semedo. En los últimos minutos, el alemán volió a salvar un disparo a bocajarro.
Tensión
A finales de la primera parte vimos un episodio de tensión al que no estamos acostumbrados en el Barça. Una falta cometida a Luis Suárez terminaba con Leo Messi encarándose con Diego Carlos, a quien llegó a empujar. El calentón fue en aumento y terminó con un rifirrafe de Sergio Busquets con Fernando. El colegiado González González solamente sancionó a los dos últimos con amarilla.
Falta centro del campo
Ivan Rakitic y Arturo Vidal no fueron suficiente para llevar el balón al tridente ofensivo. El croata apoyaba a Sergio Busquets mientras que el chileno se sumaba a la delantera, como si de una línea de cuatro se tratara. Aunque tocaron mucho balón, pocos fueron decisivos y verticales. El organizador volvió a ser Messi.
Ante la falta de creatividad --debido, en parte, a la ausencia de Frenkie de Jong--, el argentino se tuvo que colocar en numerosas ocasiones como interior, buscando la profundidad de Semedo y Braithwaite o haciendo acciones individuales que se encargaron de parar a base de faltas, con especial mención a Munir y a Reguilón.
Sergio Busquets y Jordan durante el Sevilla-Barça / EFE
El regreso del ‘depredador’
Una de las buenas noticias del encuentro fue el regreso de Luis Suárez. El uruguayo volvía a la titularidad tras una larga lesión en la rodilla y se mostró enérgico como lo hizo en las dos anteriores jornadas. Presionó, luchó y combinó; y tuvo el gol decisivo en el 87 pero salió desviado.