El Barça de Bartomeu lleva invertidos 563 millones en rodear a Messi
El club culé no ha sido todavía capaz de encontrar al escudero ideal del argentino en la delantera
28 mayo, 2020 16:45Cada día que pasa, aumenta un poco más la urgencia en el Camp Nou. La secretaría técnica del Barça sigue trabajando en reforzar una posición que parece haberse convertido en maldita durante los últimos años: la de un 9 goleador. Luis Suárez, fichado en 2014, ha sido el último gran acierto del club culé en las posiciones ofensivas. El uruguayo, que costó 81 millones de euros, se ha convertido en solo seis temporadas en uno de los mejores atacantes de la historia de la entidad azulgrana.
Sus números así lo demuestran. Es el octavo máximo goleador del FC Barcelona, con 191 goles en 270 encuentros. Lo que implica que cada tanto sale aproximadamente a 0,4 millones de euros. Pero no solo eso. La llegada del uruguayo sirvió también para encontrar al escudero perfecto de Leo Messi, y así lograr que no toda la responsabilidad cayese en él.
Leo Messi y Luis Suárez celebran un gol del Barça / EFE
Sin embargo, al ariete charrúa, con 33 años, cada vez le queda menos fútbol en sus botas. Su retirada está cada vez más cerca. Y pese a que este curso ha demostrado tener el olfato goleador intacto en la primera parte de la temporada, también ha manifestado importantes carencias físicas, coronadas por una operación en su rodilla que lo dejó más de cuatro meses lejos de los terrenos de juego.
Lo que obligará al Barça a lanzarse de una vez por todas para encontrar a su heredero. Y esta vez, tendrán que atinar como no lo han hecho durante los últimos años. Las pérdidas económicas provocadas por el coronavirus dejan la situación salarial del club en una posición crítica. Posiblemente, solo habrá margen para una gran inversión. Y tiene que ser la correcta. Porque localizar a un nuevo socio para Messi es clave para asegurar el futuro deportivo.
563 invertidos en rodear a Messi
Y es que desde el año 2014, el FC Barcelona lleva invertidos 563 millones para rodear a su capitán. Y la mayoría de este dinero no se ha conseguido amortizar. La del uruguayo es de las pocas operaciones que salieron rentables. No obstante, tras él llegaron muchos otros refuerzos para las posiciones ofensivas, y ninguno acabó de cuajar.
El primero de ellos fue Arda Turan, por el que se pagaron 36 kilos al Atlético de Madrid. El turco nunca acabó de rendir a la altura esperada, y en el club siguen arrastrando su contrato tóxico. En estos momentos sigue vinculado al Barça, pero sin equipo, hasta que el próximo 30 de junio expire finalmente su contratación.
Arda Turan, en su etapa con el Barça | EFE
Una operación extraña, como también fue la de Malcolm o Boateng, que prácticamente no aportaron nada a nivel deportivo al equipo. Como mínimo, no fueron un lastre a nivel económico, ya que uno llegó cedido, y con el otro se ganaron ocho millones con su venta al Zenit de San Petersburgo. Por el camino se quedaron también Deulofeu y Alcácer, que no convencieron pero no fueron malas operaciones a nivel salarial.
Peor ha salido la cosa con Coutinho y Dembelé. Tras la marcha de Neymar, el club azulgrana se gastó una verdadera fortuna el mismo verano en los dos atacantes, hasta convertirlos en los fichajes más caros de la historia del FC Barcelona. Costaron 225 millones fijos los dos, más unas variables no muy complejas de conseguir. Una inversión que, de momento, está demostrando ser de las peores operaciones en los más de 120 años de historia de la entidad.
Coutinho y Dembelé celebran un gol con el Barça / EFE
Ninguno ha conseguido ganarse un hueco en la plantilla. El brasileño ha estado cedido está temporada en Munich, y la probabilidad de que se marche el próximo verano es cada vez más alta. Mientras que el francés se ha pasado más tiempo lesionado que en el terreno de juego.
Finalmente, está el caso de Antoine Griezmann, por el que todavía es pronto para valorar sí fue una buena operación o no. Se pagó su cláusula de rescisión (120 millones), y su primer año no ha sido del todo malo. Sin embargo, y por el precio que costó, se espera todavía mucho más de él. Veremos si acaba convirtiéndose en un fichaje rentable o no. Como también es una incógnita el futuro de Braithwaite, que costó 18 millones. En total, los números no engañan: 563 millones para solo 281 goles es un registro muy bajo, sinónimo de las malas operaciones de la secretaría técnica.
Messi y Griezmann celebrando un gol con Messi / EFE
¿Lautaro, la última gran inversión?
En este sentido, el elegido por la cúpula culé para ser el heredero de Luis Suárez, y acompañar a Leo Messi en sus últimos años de fútbol es el argentino Lautaro Martínez. El delantero del Inter cuenta con la aprobación del astro rosarino, con el que ha compartido vestuario en la albiceleste. Leo es consciente de lo que es capaz, y es un fichaje que le gusta.
Las negociaciones con el jugadores están cada vez más encarriladas. No obstante, no será fácil que las negociaciones lleguen a buen puerto. El conjunto azulgrana sigue intentando acercar posturas, y abaratar la operación con la inclusión de diferente futbolistas. Sin embargo, de momento los neroazzurri solo están dispuestos de dejarle marchar por su cláusula de rescisión, de 111 millones en julio.
Por su estilo de juego y sus características, Lautaro se prevé como la alternativa ideal para reforzar al Barça. Además de su indudable olfato goleador, es capaz de adaptarse al juego combinativo y de posición que se práctica en el Camp Nou, y le gusta participar en la creación. No es solo un rematador. Un perfil que interesa a Messi, para no tener que retener tanto balón y ser tan protagonista en la parte final de su carrera. De momento, habrá que esperar para ver si Lautaro se convierte en la última gran inversión del Barça para rodear a su capitán.