El culebrón entre Neymar Junior y el Barça volverá a ocupar portadas este verano. Aunque las cuentas del equipo azulgrana quedarán tocadas por la crisis del coronavirus, el extremo brasileño es una de las grandes prioridades de la secretaría técnica. Él y el argentino Lautaro Martínez.
La temporada pasada ya se intentó sin éxito traer de vuelta al exazulgrana. Òscar Grau y Eric Abidal negociaron con el PSG, pero no se llegó a un acuerdo. Incluso se ofrecieron a algunos de los jugadores del primer equipo -como Nelson Semedo o Philippe Coutinho- para rebajar el precio de traspaso.
El jugador permaneció esta temporada en el Parc des Princes, pero es conocido por todos su deseo de abandonar su actual club. Hace unos meses cargó contra los servicios médicos de la entidad, también tuvo sus más y sus menos con Thomas Tuchel y ahora se le debe sumar el intento de un recorte salarial.
Como ya explicó Culemanía, el jugador espera un gesto del Barça para dar un paso y facilitar su traspaso. Por su parte, los culés también quieren ver como Neymar se moja públicamente sobre su situación. El primer paso para lanzar un guiño al club y a sus aficionados sería declinar la cuantiosa oferta de renovación que le han ofrecido.
Al-Khealifi lo quiere blindar
Ante este interés de los culés, Nasser Al-Khealifi quiere blindar a su jugador estrella. Por ese motivo, ya se está trabajando en una oferta de renovación por tres cursos más. El jugador tiene contrato hasta 2022 y cobra un salario en torno a los 30 millones de euros netos en París, casi duplicando su ficha en 2017 en el Barça.
Si prolonga su vinculación hasta 2025, su ficha salarial rondaría los 38 kilos, una cifra que ahora mismo se considera inalcanzable en el Camp Nou. El jugador prefiere aplazar esta decisión hasta que todo vuelva a la normalidad y se resuelva la Champions League, el gran objetivo de los parisinos.
Al-Khelaifi el día del fichaje de Neymar Junior / EFE
Neymar Junior quiere esperar así a que se vuelva a abrir el mercado de fichajes y desea que los azulgranas hagan una oferta firme por él. Este verano, a diferencia de la temporada pasada, tiene un precio fijado de salida, en torno a los 170 millones de euros según fija la FIFA. Una cifra muy alta que el Barça intentará rebajar como sea.
La norma FIFA a la que se acoge Ney
El extremo brasileño se puede acoger este mes de julio al Reglamento sobre el Estatuto y Transferencia de Jugadores de la FIFA, una norma que establece a los clubes a fijar un precio de libertad a aquellos futbolistas que hayan estado tres temporadas o tres años en un mismo club y no hayan renovado.
Este precio de salida se fija según una fórmula que tiene en cuenta el precio de traspaso del futbolista -220 millones en 2017- y la amortización de su fichaje, entre muchas otras variables. El jugador tendría que acogerse a esta norma si quiere salir del Parc des Princes. De momento, espera impaciente el paso adelante del Barça.