Leo Messi estalló este martes ante unas palabras de Eric Abidal. El secretario técnico del Barça dio a entender que había jugadores que con Ernesto Valverde no corrían ni trabajaban tanto. El argentino se sintió atacado y decidió responder a su excompañero mediante un escrito en la red social Instagram.
Esto es un nuevo capítulo de la crisis institucional y deportiva que viven los culés. Tras el cambio de entrenador, las ventas en el mercado invernal y la lesión de Dembelé; ahora llegan estas duras declaraciones del galo señalando la plantilla. Está en el centro de todas las dianas y podría ser despedido en breve.
Eric Abidal salió reforzado el pasado domingo tras una reunión con el presidente Josep Maria Bartomeu, Òscar Grau y Ramon Planes. Este rifirrafe con el argentino hace disparar todas las alarmas. El máximo mandatario ha avanzado su regreso a Barcelona desde Bruselas, donde participaba en un acto representando al club, y se reunirá de urgencia con el secretario técnico.
¿Por qué explotó Messi?
Es evidente que actualmente existe un gran distanciamiento entre vestuario y junta directiva. Las relaciones no eran las mejores y estas se han visto agravadas esta temporada. El último culebrón empezó en verano tras el mercado de fichajes. Durante julio y agosto el nombre que estaba en boca de todos era el de Neymar Junior, el gran deseado de las vacas sagradas.
Neymar Junior y Leo Messi en una imagen de archivo / EFE
El 10 del PSG no llegó y Messi comentó que “no se si el Barça ha hecho todo lo posible para ficharlo”. En su lugar sí que firmaron a Antoine Griezmann, una pieza que Valverde consideraba muy útil pero que los cracks del vestuario no veían totalmente necesaria. Ellos querían al brasileño para volver a repetir el triplete de 2015.
El tiempo está demostrando que esta plantilla no es todo lo competitiva como el capitán quería. Siempre que hay algún problema deportivo, el argentino es objeto de todas las miradas. Le acusaron de ser él y los capitanes quienes mandaban más que los directivos, de imponer jerarquías y tomar decisiones. “Yo no mando”, comentó el 10 una y otra vez públicamente.
En este mes de enero, algunos medios también acusaron al capitán de estar detrás de la destitución de Ernesto Valverde y eso le molestó aún más. Fue de los que apoyó al técnico tras la debacle en Anfield Road y también de los que pidió unidad cuando el equipo naufragó en las semifinales de la Supercopa de España contra el Atlético de Madrid (2-3). Él no quería un relevo en pleno mes de enero.
Ernesto Valverde en un partido del Barça / EFE
A finales de septiembre, tras un partido en Getafe, Gerard Piqué ya avisó que “al final nos haremos daño” y Messi salió al paso a apagar el incendio. A los jugadores hay decisiones como la pretemporada, la planificación deportiva o incluso la elección de las imágenes de la serie documental Matchday que les están molestando. Lo de este jueves fue la gota que colmó el vaso.
Alta tensión
Dependiendo de los próximos resultados, esta situación puede ir a más. Algunas fuentes apuntan a un distanciamiento entre jugadores de la plantilla y que, si no se consigue ganar, puede abrir la caja de Pandora. De momento, quien queda retratado es Eric Abidal pero podría no ser el único. Veremos cual es la próxima reacción del club tras hablar con el capitán.