El Barça más endeble: se deja remontar demasiado
El equipo catalán ha desperdiciado cinco ventajas en lo que va de temporada
12 enero, 2020 00:51Incomprensible. Han pasado ya dos días desde la semifinal de Supercopa contra el Atlético de Madrid, pero sigue costando entender cómo pudo perder el FC Barcelona un partido que tenía aparentemente cerrado. Controlaba el esférico, el encuentro y los tempos del mismo. En los primeros 80 minutos solo hubo un equipo sobre el terreno de juego.
El cuadro de Valverde echó a perder en diez minutos todo el trabajo del resto del duelo. Los errores defensivos fulminaron a los azulgranas. Vitolo primero y Correa después hicieron mucho daño en el espacio que había entre el lateral y el central. Por quinta vez esta temporada, el Barça desperdiciaba una ventaja que le había costado mucho esfuerzo lograr.
Nueve puntos
En determinadas fases de los encuentros, el equipo se desconecta de forma totalmente irracional. Y lo acaba pagando. En lo que va de Liga, los despistes y la falta de concentración le han costado nueve puntos. Los dos primeros los perdió en El Sadar, cuando tras remontar el partido, Piqué cometió un penalti infantil que acabó transformando Roberto Torres.
Ter Stegen encajando el primer gol del Osasuna de El Sadar / Twitter
Los tres siguientes se quedaron en el Ciutat de València. El FC Barcelona había completado una buena primera mitad y se había adelantado en el marcador gracias a un tanto de Leo Messi desde los once metros. En apenas siete minutos, el Levante dio la vuelta al marcador y dejó el choque visto para sentencia. Campaña empató, Mayoral remontó y Radoja cerró el encuentro.
Antes de las fiestas de Navidad, nuevo tropezón. Esta vez en Anoeta. Los de Valverde volvieron a empezar por detrás, pero Griezmann y Luis Suárez revirtieron el marcador. Un error de Ter Stegen cuando mejor juego plasmaban los azulgranas sirvió en bandeja el 2-2 a Isak. El guión se repitió casi punto por punto en Cornellà-El Prat. Del 1-0 se pasó al 1-2, con el partido bajo control Frenkie de Jong vio la roja y Wu Lei empató.
Para la historia
Digamos que no es nuevo ver al Barça del Txingurri desperdiciar ventajas provechosas con minutos o partidos para el olvido. El primer gran revés llegó en Roma en 2018. El FC Barcelona llegaba a la vuelta de cuartos de final después del 4-1 del Camp Nou. El pase a semifinales parecía hecho. Dzeko puso el miedo en el cuerpo en el 6'. De Rossi, desde los once metros, y Manolas, tras un córner, sellaron la remontada.
Kostas Manolas celebra el tanto que anotó ante el FC Barcelona / EFE
El drama fue aún mayor en Anfield. Los azulgranas llegaban con 3-0 de la ida, y el Liverpool no podía contar ni con Firmino ni con Salah. Origi abrió el marcador en el 7', pero el Barça se repuso del susto y completó una buena primera mitad. Tras la reanudación, el tanto de Wijnaldum resucitó todos los fantasmas, y el mismo holandés anotaba el 3-0 dos minutos después. Origi, tras ese servicio de esquina con el que aún tienen pesadillas algunos culés, completó el desastre.
Cuando sucede una vez puede ser calificado de "accidente", tal y como señalaba parte de la prensa tras el batacazo de Roma. Pero cuando sucede en dos, tres o siete ocasiones, está claro que existe un problema estructural. Y hay que buscarle solución cuanto antes.