La llegada de Eric Abidal se notó mucho en los fichajes del Barça. El exjugador y actual secretario técnico es un gran conocedor del fútbol francés y en los últimos años se han hecho grandes inversiones en el país vecino. Hasta cinco jugadores de la primera plantilla son galos. Tras los españoles (6) son el grupo más numeroso.
En un principio tuvieron muy buena acogida y plena confianza de Ernesto Valverde, ahora pasan por horas bajas y se les discute la titularidad e incluso su puesto en el club. Ejemplo de ello es el más veterano en el club del clan francés, Samuel Umtiti. A sus 26 años apenas cuenta para el entrenador.
Samuel Umtiti jugando contra el Vissel Kobe / FC Barcelona
Llegó en verano de 2016 por 25 millones procedente del Olympique de Lyon. Sus dos primeras temporadas fueron para sacarse el sombrero, firmó grandes actuaciones acompañado de Gerard Piqué. El curso pasado se lesionó en la rodilla y su negativa a pasar por el quirófano han provocado que haya caído en el ostracismo. Solo ha disputado dos partidos este curso.
Aunque tiene buena relación con sus compañeros, no termina de coger rodaje y muchos aficionados se preguntan por qué motivo no salió el pasado verano. Ofertas no le faltaban, pero pocas cubrían lo que pedía el jugador. Big Sam renovó su contrato a finales de 2018 y posteriormente cayó lesionado en la rodilla.
Discretos
Como pasó con Umtiti, Clement Lenglet y Jean-Clair Todibo, que ambos llegaron el pasado curso, se adaptaron muy bien al equipo. El excentral del Sevilla le quitó la titularidad a su compatriota y ahora mismo es indiscutible con Valverde. Desde un perfil discreto va haciendo su camino.
Clement Lenglet en una ocasión del Eibar / EFE
Más abierto es el joven ex del Toulouse. A menudo lo vemos con los más jóvenes de equipo y sigue trabajando con el objetivo de tener oportunidades. Este curso solo ha disputado un partido, contra el Sevilla, pero nunca ha alzado la voz. A sus 19 años sigue esperando más protagonismo.
Mala relación
Mientras los tres defensas son ejemplo de buen rollo y entendimiento con sus compañeros, parece que no pasa lo mismo con los dos delanteros: Ousmane Dembelé y Antoine Griezmann. El extremo de 22 años no se termina de entender con sus dos compañeros de ataque, Luis Suárez y Leo Messi.
El ex del Borussia Dortmund tiene unas condiciones increíbles, pero a menudo escoge la decisión más perjudicial para el equipo. También peca a veces de individualista mientras lo que busca en numerosas ocasiones el capitán es la combinación rápida para generar espacios. En el vestuario es considerado como alguien que va por libre.
Una foto de Antoine Griezmann y Ousmane Dembelé durante un entrenamiento del Barça / EFE
Si la relación del equipo con Dembelé no es excelente tampoco lo es con Griezmann. El ex del Atlético de Madrid vaciló al club el pasado verano y ese detalle hay algunos jugadores que no le han perdonado. También consideran que el 17 fue uno de los motivos por los que no regresó Neymar Junior, el gran deseado del vestuario el pasado verano.
Este problema se transmite sobre el verde. Ni Messi ni Suárez lo buscan y jóvenes como Carles Pérez o Ansu Fati han tenido más entendimiento que él. El clan francés cada vez está más aislado del equipo, sobretodo los delanteros. Se empieza a dudar de la mayoría de ellos y los pesos pesados del vestuario así lo transmiten.