Continúan apareciendo datos y estadísticas que no hacen más que reflejar en números lo que la mayoría de los aficionados pudieron observar en directo en el horrible partido del Barça ante el Levante. Y es que el conjunto culé tuvo carencias no solo a nivel de juego, sino también a nivel de actitud y concentración.
Los jugadores del Levante de Paco López celebran la victoria sobre el Barça / EFE
Los azulgranas se vieron sobrepasados en todo momento ante un equipo granota mucho más intenso, y apoyado por una afición que no dejó de animar durante todo el encuentro. Pero no solo eso. Como reflejan los datos, los hombres de Ernesto Valverde mostraron una ineficacia y una imprecisión impropia de muchos de los mejores jugadores del mundo.
Pérdidas sin oposición
La buena presión del Levante comportó que los azulgranas no estuviesen cómodos en ningún momento del encuentro. Y eso, sumado a la clara falta de actitud de algunos jugadores, comportó un festival de pérdidas de balón no forzadas por parte de los jugadores culés. En el minuto 35 de partido, el Barça ya había perdido 13 balones de forma inexplicable.
Arthur, en una acción ante el Levante | EFE
Aunque en el ecuador del partido y antes del empujón final del Levante, los azulgranas mostraron un hilo de esperanza a los aficionados con un intento de llevar el agua a su cauce; se trató de un espejismo. En la parte final del encuentro, las imprecisiones volvieron y el combinado catalán acabó el partido con 25 pérdidas de balón y malos controles.
Messi, que fue de los pocos que lo intentaron, fue el que más balones perdió (5); seguido de un revolucionado Ansu Fati y un previsible Sergi Roberto, con cuatro cada uno.
Poca profundidad
Además, el equipo entrenado por Ernesto Valverde también pecó de falta de profundidad y de no encontrar espacios por la zona central para avanzar. Ante un equipo granota que cerró muy bien los espacios y hizo mucho daño al contraataque, los azulgranas se encontraron sin opciones y se mostraron como un equipo sin alma.
Messi, el líder sin alma del Barça | EFE
Así, el martes ante el Slavia de Praga, el Barça tiene la oportunidad de dar una alegría a la afición en Champions para conseguir que, poco a poco, el horripilante partido contra el Levante quede solo como una anécdota dentro de la temporada.