La Liga aprieta y el Barça está contra las cuerdas. Tanto en la clasificación, quintos, como en las sensaciones que desprende en su juego. El equipo no acaba de arrancar, de tener la clarividencia y fluidez ofensiva necesaria para superar a sus rivales y en defensa tampoco es un seguro de vida que dé tranquilidad a la afición.
Y con este escenario la fortuna del calendario ha querido que los azulgranas visiten este sábado al Coliseum Alfonso Pérez. La casa del Getafe y un estadio siempre complicado para cualquier equipo. Los hombres de José Bordalás saben a qué juegan y lo catalanes no suelen gozar de victorias holgada en sus visitas a la capital.
A esos antecedentes, se suma la irregular situación que viven los azulgrans lejos del Camp Nou. En lo que va de temporada no han logrado sumar tres puntos fuera de feudo azulgrana y la visita a Getafe parece un nuevo obstáculo para romper con esa mala dinámica.
A una derrota
Tras la derrota en Granada ante el recién ascendido, el Barça se rehizo en casa ante el Villarreal con una victoria balsámica. Ahora, Getafe se presenta como la oportunidad de cambiar la dinámica del equipo fuera de casa o ahondar en la crisis que vive a domicilio. No volver a la capital con tres puntos pondría al equipo en una situación delicada días antes de recibir al Inter de Milán en Champions y de medirse al Sevilla de Lopetegui en Liga.
El inicio liguero ha sido el peor en 25 años. Este es el peor Barça de los últimos 25 años a estas alturas de torneo. En cinco jornadas se habían sumado tan solo siete puntos de 15 posibles y con la del Villarreal, diez de 18. Casi menos de la mitad. Y con esa estadística a nivel de club, Valverde también está en el punto de mira. Ahora ante el Getafe o en cualquier partido que pierda el conjunto catalán.
El Txingurri está a solo una derrota de firmar su peor estadística desde que dirige a la entidad azulgrana. Su primera temporada sol perdió un partido ante el Levante en la última jornada y con la Liga ganada. La temporada pasada, solo perdió tres encuentros en Liga. Y ahora, en su tercer año, podría sumar su cuarta derrota en apenas seis partidos ligueros. Un cambio radical y preocupante que de momento no es determinante para la consecución de títulos, pero sí para su lucha.
A todo ello se suma la baja asegurada de Leo Messi tras lesionarse ante el Villarreal por una elongación en el aductor de la pierna izquierda. El equipo deberá volver a hacer frente a una cita de máxima exigencia sin su líder fuera del Camp Nou.