Neymar Jr. y el Paris Saint-Germain pondrán fin a su vínculo este verano. Ni el brasileño, ni la entidad parisina quieren continuar con una relación que se rompió pocos meses después de que el carioca aterrizara en el Parque de los Príncipes. Neymar se arrepintió de abandonar el Camp Nou meses después de su espantada de la capital catalana y tras dos años marcados por las lesiones, los coqueteos con otros clubs y los episodios polémicos extradeportivos, en el PSG ya no ven con buenos ojos a un jugador que reporta unas ganancias enormes fuera del terreno de juego, pero que no ha cumplido con las esperanzas depositadas en él en el verde. 

Neymar ya no es intransferible y la puerta está más abierta que nunca. Leonardo, director deportivo de la entidad francesa, lo confirmó este lunes: "Neymar puede dejar el PSG si hay una oferta que nos convenga a todos", confesó el directivo, aunque recalcó que "a día de hoy no sabemos si alguien le quiere comprar ni a qué precio". En caso de que llegara un club interesado en él, Leonardo recordó que "hay que hablar y negociar, eso es todo".

Así pues, el extremo está en el mercado para quien lo quiera y quien tenga suficiente músculo financiero para abordar la operación. El Barça es el más interesado en el jugador, algo que coincide con la voluntad del futbolista de regresar al Camp Nou. Asimismo, se presupone que la salida del carioca de París no será por un valor inferior a los 200 millones de euros, pero la inclusión de algún jugador en su traspaso podría abaratar la operación. 

¿Regalado?

Mientras en París mantienen el precio del delantero como innegociable y en el Barça se muestran desinteresados en su reincorporación, la realidad es otra. Con 27 años y un valor de mercado menor al que ostentaba cuando era jugador azulgrana, la postura que ha adoptado el club parisino no invita al optimismo. Parece casi imposible que se vaya a recuperar la inversión efectuada por el carioca. 

El jugador está en venta por boca del PSG, y ese es el primer impedimento para encarecer su precio en el mercado. Asimismo, la inestabilidad que está generando dentro del club, no favorece la imagen del PSG. El brasileño no regresó a los entrenamientos con el resto de sus compañeros y el club le multará por cada día que se ausente

Muchos condicionantes que ponen en una situación de inferioridad negociadora a la entidad francesa y que según El País se traduciría a una venta forzada que no alcanzaría los 150 millones de euros. Esa es la cifra por la que el PSG estaría dispuesto a vender al futbolista si a finales de agosto no se ha cerrado su traspaso. Un 67% de los 222 millones que se abonaron por él hace dos veranos. 

Molestos

Ambas partes están enfadadas y con los dirigentes franceses mosqueados, todo apunta a que el club que quiera llevarse al brasileño, especialmente si es el Barça, pagará los platos rotos. Neymar ya no se esconde y solo faltan unas declaraciones públicas pidiendo su salida para acabar de dinamitar la situación. 

Nasser Al-Khelaïfi tampoco ha colaborado. Desde mayo --cuando conoció la voluntad de Neymar de abandonar la capital-- la figura de Kyllian Mbappé cobró mayor protagonismo. Se convirtió en el eje del proyecto y llegó a tildarle del mejor fichaje de la historia, por encima de 'su' codiciado Neymar. Unas declaraciones que han molestado al delantero carioca que no volverá a vestir la camiseta del PSG, le impongan la sanción que le impongan

La prioridad del PSG es encontrar varios compradores para poder aumentar el precio del futbolista, pero no parece una opción suculenta para casi nadie en Europa. Tantenado el terreno ni los grandes han mostrado interés por un jugador que tiene claro que quiere volver a la vera de Messi, aunque esté en su sombra,motivo por el que se fue. La operación ahora también se centra en otra posibilidad. Neymar, tantos millones y unos cuantos jugadores que gustan en París y a Tuchel, entre ellos Dembelé, Coutinho, Rakitic o Umtiti. Neymar podría costar menos de lo que algunos insinuan, solo es cuestión de preguntar y forzar.