Takefusa Kubo aceptó la semana pasada la oferta del Real Madrid para incorporarse al filial blanco. El japonés de 18 años, ex del Barça, decidió seguir su prometedor carrera futbolística en el Santiago Bernabéu y no en el Camp Nou. Estará bajo las órdenes de Raúl González Blanco.
Florentino Pérez pagó dos millones de euros al Tokio FC por la estrella nipona y cobrará un kilo por temporada, un sueldo muy elevado a sus 18 años. Los merengues daban un doble golpe a los culés en una operación relámpago: le dejaban sin una gran promesa e incorporaban a un ex de la Masia.
Descarado por motivos deportivos
Desde que se confirmó la incorporación el pasado viernes, muchos se hicieron hincapié que el principal motivo del no fichaje era debido al alto sueldo que pedía el futbolista. El portavoz del Barça, Josep Vives, habló este lunes tras la reunión ordinaria de la junta del club y afrontó el tema de Kubo.
Kubo, con Japón en la Copa América / EFE
“Se debe a un criterio estrictamente deportivo”, se limitaba a decir sobre el nipón. Y añadía que “la parte técnica del club ha tomado en cuenta, a la hora de tomar una decisión, una serie de elementos deportivos y la relación calidad precio". Según la dirección deportiva no encajaba en los planes de futuro del Barça.
También hubo tiempo para relajar a la afición enviando un mensaje de “tranquilidad y confianza” con un "no hay inmovilismo. Otra cosa es que el club sea discreto y trabaje con tranquilidad, pero estamos tomando decisiones con vistas a la próxima temporada, aunque no las comuniquemos".