Es ya una tradición. Cuando llega el mercado de fichajes de verano Neymar es uno de los grandes protagonistas. No importa el equipo al que pertenezca. Se hablaba de él cuando estaba en el Santos, cuando jugaba en el FC Barcelona y, como no podía ser de otra manera, también ahora que está en el Paris Saint-Germain.
De acuerdo con las últimas informaciones, el brasileño no es feliz en la capital francesa, estaría deseando marcharse y el Camp Nou sería su destino favorito. Dos años después de su espantada se ha dado cuenta que cometió un error, pues el PSG no ha levantado la Champions y él ni siquiera es el líder del proyecto. Ese rol corresponde a Kylian Mbappé.
No solo eso, sino que según informó El País, el club francés, con Al-Khelaifi a la cabeza, no vería con malos ojos dar salida a Neymar este verano. En París se han hartado de su falta de disciplina y de sus desapariciones en los partidos importantes: cabe recordar que el brasileño se perdió los octavos de final de la Champions en 2018 y en 2019 y el PSG fue eliminado en ambos casos.
Con sigilo
Eso sí, para que pueda salir el brasileño el club francés debe atar antes las incorporaciones de Antoine Griezmann y Ousmane Dembelé, según el mencionado rotativo.Lo que preocupa al PSG es que el futbolista se devalúe aún más con esta operación y se acaben viendo los 222 millones que pagaron en 2017 como un error.
Una foto de Neymar Jr. actual jugador del PSG / Instagram
Para evitar tal desastre, la intención de la entidad parisina es anunciar una renovación de contrato para que pueda acabar su carrera en París. Con un nuevo acuerdo, el club que lo quisiera no tendría más remedio que abonar lo que requirieran los franceses. Todo ello mientras empiezan a considerar que este verano puede ser el momento para buscarle un relevo.
Uno de los grandes defensores de la venta de Neymar es su entrenador, Thomas Tuchel. El extécnico del Borussia Dortmund considera al brasileño una bomba de relojería en el vestuario. Si él puede llevar una vida privada alocada, entrenar y jugar de forma totalmente anárquica, el alemán no podría imponer nada al resto de la plantilla y la situación acabaría siendo incontrolable.
Antes, Griezmann y Dembelé
Tiene tantas ganas Tuchel de desprenderse del delantero que el pasado 23 de mayo, preguntado por la continuidad de Neymar y Mbappé, quitó hierro a la posible salida del exazulgrana: "Yo digo claramente que quiero que se queden. Pero si no pudiera ser así ya encontraríamos soluciones".
Según informó El País, representantes del PSG hablaron con el mencionado periódico y explicaron que hace días acudieron a las oficinas de la entidad "intermediarios no oficiales autorizados" enviados por el FC Barcelona. Siempre según el citado rotativo, la propuesta del club azulgrana fue la de cambiar a Neymar por Dembelé y pagar 150 millones de euros.
Dembelé tras la lesión en Balaídos / EFE
Eso alegró a gran parte de la directiva parisina y Al-Khelaifi, que quedó indiferente, se acabó convenciendo cuando le mencionaron a Antoine Griezmann. Ahora, la estrategia del PSG consistiría en asegurar que Griezmann no está fichado por el club catalán, cerrar el intercambio Neymar-Dembelé y pagar la cláusula de Griezmann.
En París ganarían todos. Tuchel se desprendería de un futbolista cuyos comportamientos cuestionan su autoridad. Neymar volvería a Barcelona, el sitio en el que fue feliz. Y el PSG, con un tridente formado por Griezmann, Dembelé y Mbappé, acabaría de conquistar a la afición francesa.