Ernesto Valverde sabe que se juega la Liga este sábado ante el Atlético de Madrid. Un partido definitivo para dar un golpe de autoridad sobre la clasificación y acabar con las esperanzas rojiblancas de recortar distancias y poner bajo presión al líder del campeonato doméstico. 

Esos al menos son los planes del Cholo Simeone que de nuevo volvió a colocar al Barça como favorito a la espera de dar la sorpresa en feudo azulgrana. Una sorpresa que quiere tener a Antoine Griezmann como protagonista en un estadio que le recibirá por primera vez después de que declinara la oferta del club catalán el verano pasado a través del documental La Decisión cuando todo parecía acordado. 

El planteamiento del Txingurri todavía es una incógnita por descubrir, pero hay dos cosas claras: Dembelé no forzará ante los rojiblancos y el estadio rozará el lleno para apoyar al equipo. Un lleno que tampoco perdonará a Griezmann el feo gesto al club nueve meses atrás. 

La polémica

Valverde, consciente de ello, quiso sacar hierro al asunto abogando al apoyo a los jugadores azulgranas y dejando de lado la polémica que persigue al jugador y que se ha aumentado estas últimas semans después de que el francés volviera a la órbita de la secretaría azulgrana. Algo que para el entrenador azulgrana carece de importancia: "Lo que quiero es que la afición esté pendiente de nosotros, no de los rivales. No me gusta que se silbe a mis jugadores cuando jugamos fuera. Cada jugador es libre para decidir las cosas de su futuro" y añadió: "Soy el entrenador de un equipo que se enfrenta a otro equipo con otros jugadores y otro entrenador. No me gusta hablar de los rivales. Pero cada uno puede opinar desde fuera de lo que quiera".

Antoine Griezmann lamentando una ocasión con el Atlético de Madrid / EFE

Antoine Griezmann lamentando una ocasión con el Atlético de Madrid / EFE

Un discurso con el que no quiso defender a Griezmann, pero del que tampoco ahondó en la polémica. La pitada será inevitable, pero Valverde quiere que la afición también responda ante los suyos. Una actitud que consideró fundamental para ganar el partido, objetivo prioritario: "El partido de mañana es de vital importancia y después tendremos cuatro días. La mejor forma de prepararnos para la Champions es hacer un gran partido contra el Atlético". 

Proactivos

Asimismo, Valverde espera que el Barça pueda llevar a cabo su plan de juego sin importar que planteamiento proponga el Cholo.  "No sé qué Atlético nos encontraremos. Cada equipo tiene un estilo marcado y lo normal es que sean fieles a lo que vienen haciendo. Los tres puntos son muy importantes. A nosotros nos daría un margen más amplio".

El Barça se juega acabar la Liga con suficientemente margen para centrarse en la Champions ante el Atlético y su líder en el verde, que podría haber vestido de azulgrana.