La última de la caverna: el VAR podría haber anulado el gol de Messi
Desde Madrid señalan la intención de Sergio Busquets de tocar el balón con la mano, una norma que se contempla en el reglamento, pero muy alejada de la realidad
2 abril, 2019 16:32La polémica entorno al gol de Leo Messi ante el Espanyol esá lejos de zanjarse. Con Marca todavía sin pronunciarse sobre si concede o no el tanto de falta a lo panenka al capitán azulgrana --una decisión que podría conocerse este mismo martes-- la caverna mediática se ha encargado de ahondar en el caso para señalar la inefectividad del VAR ante un tanto que consideran que podría haberse anulado.
Varios medios de comunicación se han hecho eco de la teoría desde Madrid, pero las imágenes dejan en evidencia la predilección por unos colores que no son los azulgrana. Según algunos defienden, el tanto debe mantenerse como gol en propia puerta de Víctor Sánchez por ser el último jugador en tocar el esférico antes de que traspasara la línea de meta.
Una teoría que el reglamento no contempla ya que el jugador blanquiazul no varió la trayectoria del balón y tampoco impidó a Diego López detener el balón. Su estirada no hubiera interceptado la pelota.
Las imágenes
Mientras ese es el debate principal, otros apuntan, también desde Radio Marca, a la ausencia de intervención arbitral en el tanto de Leo. Tras ejecutar la falta con un toque sutil para superar la barrera, Sergio Busquets arrancó hacia la portería españolista para evitar que Víctor Sánchez despejara el balón. Una técnica que ya han utilizado otros equipos para evitar tantos de falta directa de Messi como el Athletic Club.
Su presencia evitó que el centrocampista del Espanyol pudiera ver con claridad la trayectoria del balón, tal y como él mismo le explicó visiblemente a su guardameta. Nadie reclamó nada, pero para algunos --que han comprado el discurso del medio madrileño-- el movimiento "antinatural" de Busquets con el brazo fue el causante de ese error del 4 blanquiazul.
Bien es cierto que el 5 azulgrana levantó el brazo, pero nadie apreció que su movimiento pudiera ser punible. Ni tan solo que realmente tuviera la intención de contactar con el balón y el brazo. Messi es demasiado hasta para la objetividad.