Nuevos tiempos en el FC Barcelona. La llegada de Eric Abidal para hacerse cargo de la secretaría técnica del Barça apunta buenas maneras. Todavía es pronto para hacer balance pero a bote pronto el trabajo del galo está dando sus frutos. La nueva política de fichajes ya es una realidad.
El ex futbolista francés, que tan buenos recuerdos dejó en el Camp Nou durante su etapa como jugador –no solo por su impecable rendimiento sobre el terreno de juego sino por la historia de superación que tanto tocó el corazón de todos los culés–, se está descubriendo también como un ávido negociador. Sus resultados saltan a la vista.
Los siete de Abidal
Desde que asumió el cargo de Robert Fernández, Abi ha cerrado siete fichajes con vistas al primer equipo: Malcom (41), Lenglet (35,9), Arthur (31+9), Arturo Vidal (18), Wagué (5), Murillo (cedido) y Todibo (con la carta de libertad). Este último, aunque libre de traspaso, comportará un ingreso de 400.000 euros al Toulouse por derechos de formación. Pero vayamos por partes.
Si bien es de justicia decir que el fichaje de Arthur ya estaba plenamente encarrilado cuando Abidal tomó posesión del cargo y que la contratación de Lenglet también estaba muy encaminada –hablamos de los dos fichajes más fructíferos hasta la fecha–, no menos cierto es que las restantes operaciones llevan por completo el sello del ex lateral zurdo.
Los primeros fichajes puros de Abi
Malcom y Arturo Vidal son dos fichajes que responden a la nueva política del club: precios acordes al mercado o, incluso, por debajo y unos objetivos muy evidentes. Negocio o rendimiento.
En el caso de Vidal, llegó para hacer la función que antes ejercía Paulinho. Aunque el chileno no parecía ser del agrado de Valverde en un principio, poco a poco se ha ido ganando la confianza del entrenador. Y costó menos de la mitad de lo que se ingresó por el carioca: 42 millones.
Malcom se muestra eufórico en un entrenamiento con Arturo Vidal a su espalda / INSTAGRAM
La apuesta por Malcom es distinta: un futbolista joven, de futuro, que no dará un rendimiento inmediato como Vidal pero que está destinado a revalorizarse en el mercado. El Barça ha recibido ya distintas ofertas para fichar al brasileño (desde China) o para una cesión (la Lazio).
Los indicadores apuntan a que si Malcom no triunfa en el Barça –con Dembelé y Coutinho por delante no lo tiene nada fácil–, el club podría obtener unos 60 millones por él. Un negocio redondo.
Wagué y Todibo, operaciones de futuro 'low-cost'
El fichaje de Moussa Wagué se enmarca en la misma línea de actuación. Un precio irrisorio para cómo está el mercado, juventud (20 años) y un gran potencial por delante (fue el mejor lateral derecho del Mundial de Rusia). Si no funciona, seguro dejará más dinero del que costó.
La llegada de Jean-Clair Todibo responde a esta política. Fichado con la carta de libertad para ser incorporado en julio –pese a esos 400.000 euros simbólicos–, es un futbolista de enormes cualidades para triunfar en el fútbol de élite. Sin embargo, tiene muy poca experiencia.
Así anunció Todibo su fichaje por el Barça en Instagram
Como ocurre con Wagué, la del central francés es una operación redonda en el plano económico ya que solo por vestir la camiseta del Barça se revalorizará. Si finalmente desde el club se estimase que no da el nivel, sería vendido para engrosar las arcas del club.
Murillo, barato e inmediato
El caso de Jeison Murillo es más similar al de Vidal: un jugador experimentado, de rendimiento inmediato, a bajo coste. Su cesión fue tasada en 1,2 millones de euros. Más su salario.
El jugador del Valencia llega al Barça con pocas opciones. El club lo quiere para solo seis meses, pero si en este tiempo da muestras de tener el talento necesario para triunfar en el Camp Nou, la opción de compra establecida es más que asumible: 25 millones.
Así juega Jeison Murillo / YOUTUBE
Estamos ante una serie de casos en que las ganancias están aseguradas se mire por donde se mire. Lo primero es el rendimiento deportivo pero, en caso de que no salga como se espera –especialmente en el Barça cada futbolista es un melón por abrir–, la entidad azulgrana al menos se garantiza hacer negocio con estos jugadores ganando dinero.
Yerry Mina señala el camino
Yerry Mina marcó el camino este verano. Fichado en enero del año pasado por 12 millones de euros, fue vendido al Everton este verano por 30 kilos. Un superávit de 18 millones en tan solo seis meses gracias al espectacular Mundial que cuajó con Colombia.
Los goles de Yerry Mina con Colombia en el Mundial / YOUTUBE
También Lucas Digne salió este verano por más dinero del que costó. El mismo Everton pagó 20,2 millones de euros por un jugador que le costó 16,5 millones al Barça. Menos llamativos son los traspasos de Paulinho, Marlon Santos y Deulofeu, que han dejado un margen positivo de dos millones el brasileño y un millón los otros dos jugadores.
Rabiot, el próximo objetivo
Curiosamente, Abidal vuelve a estar detrás de estas ventas, algo a lo que los culés siempre han estado muy poco acostumbrados en el Camp Nou. La próxima víctima de Abi es el PSG.
Si todo sigue su curso, entre esta semana y la que viene el secretario técnico azulgrana se reunirá con Veronique Rabiot para atar los cabos sueltos del fichaje de su hijo. Rabiot, un centrocampista de primer nivel mundial, llegaría al Barça el próximo verano a coste cero.
Adrien Rabiot y Frenkie de Jong, dos fichajes compatibles para el centro del campo del Barça / FOTOMONTAJE CULEMANÍA
El club tan solo abonará una prima de fichaje al jugador que, si no cambian las negociaciones, será de 10 millones de euros. La contratación low cost de Rabiot, como la de Todibo, serán claves para poder afrontar fichajes más caros el próximo verano: Frenkie de Jong y un delantero centro top son las principales necesidades de la plantilla que, de momento, aún entrena Ernesto Valverde.