Adrien Rabiot podría ser jugador del Barça en los próximos días. El culebrón del francés, que se ha alargado de verano a invierno, parece llegar a su fin, y el centrocampista recalará en el Camp Nou antes o después. Tras rechazar, sistemáticamente, todas las ofertas de renovación propuestas por el PSG, el club parisino espera que se produzca una venta para evitar la marcha gratuita del jugador. Una venta en la que trabaja Eric Abidal y la dirección deportiva en la que todo depende del precio y de las salidas que se den en el vestuario azulgrana.
De no salir este invierno, Rabiot sabe que se juega seis meses de ostracismo y banquillo. Las tensiones con el jeque Nasser Al-Khelaïfi son insostenibles, pero los diez millones de euros de prima por llegar como agente libre en junio son demasiado tentadores. Todavía falta cerrar su fichaje, y visto el caso Griezmann la temporada pasada todos deben extremar las precauciones, pero parece ser que, al menos, ya hay un preacuerdo.
Imagen de archivo de Rabiot con el PSG / EFE
Cinco temporadas y un sueldo acorde con el tercer nivel salarial del equipo junto a Rakitic, Ter Stegen o Jordi Alba. Solo falta que la madre del jugador, Veronique Rabiot, se reúna con representantes de la entidad catalana para cerrar el contrato. Todo está listo para que vista de azulgrana.