Adrien Rabiot lleva meses en la agenda del Barça. Es uno de los preferidos por Eric Abidal para reforzar la medular azulgrana. Su fichaje se intentó el pasado verano, pero el PSG hizo todo lo que pudo para impedir que las negociaciones llegaran a buen puerto.
El centrocampista francés concluye su vinculación con el conjunto parisino a final de temporada y por ahora no ha aceptado ninguna oferta de renovación, de modo que podría marcharse gratis a partir de junio. Esto supondría un duro golpe para el PSG. Pero Rabiot parece tener asumida su decisión.
Precedentes problemáticos
Lo cierto es que el futbolista francés no tiene muy buena fama. Su negativa a renovar, similar a la de Munir con el Barça, supone una jugarreta algo sucia contra su actual club. Pero a Rabiot no parece importarle quedar mal. Tiene fama de tener un carácter altivo y egoísta. Se ha enfrentado con todos sus entrenadores en el PSG, también con Deschamps, que lo dejó fuera del Mundial.
Con estos precedentes sobre la mesa, conviene reflexionar sobre si Rabiot sería un jugador adecuado para el Barça. Esta temporada el club ya ha padecido la indisciplina de Dembelé y el enfado público de Arturo Vidal. Ambas situaciones han sabido reconducirse, pero también han generado malestar en el entorno del club. Afortunadamente, los resultados han acompañado y ello ha evitado que el conflicto fuera a mayores.
En todo caso, conviene valorar si es necesario arriesgarse a sufrir un episodio semejante con Rabiot si finalmente ficha por el Barça.
Se la tiene guardada al PSG
Según publicó l’Equipe, uno de los motivos principales por los que Rabiot guardaría rencor al PSG sería el poco respaldo que siente por parte del club. Sobre todo cuando se quedó fuera de la convocatoria de Francia para el Mundial. El centrocampista echó en falta que el club lo defendiera públicamente.
Por otro lado, el jugador tampoco se siente del todo valorado en el aspecto económico. Rabiot considera que debería cobrar el salario de las estrellas de primer nivel del PSG, de ahí sus constantes negativas a renovar. Las ofertas del club no satisfacen sus pretensiones.
El castigo del club
Sorprendentemente, Rabiot no jugó el pasado domingo ante el Girondins de Burdeos. No tenía ninguna dolencia física y en Francia se entendió como un castigo al jugador por su negativa a negociar su renovación.
"Hay dos temas: un tema deportivo, jugamos mucho con un perfil más defensivo en el centro del campo, fue una decisión en favor de Marquinhos, no contra Adrien. Tomé esta decisión solo”, afirmó Thomas Tuchel, entrenador del PSG, en la rueda de prensa posterior al partido.
Rabiot en un partido con el PSG / EFE
"Su contrato es otro tema. No es bueno que en plena temporada se estén negociando este tipo de asuntos", explicó el técnico, preguntado por la no renovación de su jugador. “Con el club, Adrien ha estado negociando durante mucho tiempo. Pregunten a Adrien o al gerente del club la razón de que se mantenga esta situación", zanjó.
"Cuando debes tomar decisiones difíciles sobre un deportista, las relaciones no son las mismas. Cuando no juega, no está en un buen estado de ánimo. Todos deben aceptar las decisiones. Las relaciones entre nosotros son, en mi opinión, buenas. Son cuestiones deportivas. Tengo que tomar esas decisiones, aunque reconozco que estamos en un momento un poco difícil", concluyó el entrenador alemán del PSG.