La presencia y actitud de Ousmane Dembelé en el Barça ha sido muy discutida desde que arrancó la temporada. Esta situación no está ni mucho menos finalizada, pero el pasado sábado el atacante francés pareció querer poner un poquito de paz en el asunto.
Su gol ante el Atlético de Madrid permitió que el Barça se marchara del Wanda Metropolitano con un punto y evitara caer derrotado ante un rival, por ahora, directo en la lucha por el título de liga. Dembelé disputó los 10 últimos minutos del encuentro y durante unos instantes difuminó su actitud irresponsable mostrada hasta la fecha, pero no consiguió borrarla.
Reconducir la situación
Llegar tarde a los entrenamientos o a las concentraciones ha sido una de las tónicas habituales de Ousmane Dembelé en lo que llevamos de temporada y que alcanzó su punto álgido al ausentarse, sin avisar de un entrenamiento. Aunque Ernesto Valverde no expresó que este fuera el motivo, el internacional francés se cayó de la convocatoria para afrontar el partido del Betis estando en buenas condiciones físicas para jugar.
Ousmane Dembelé durante un partido del Barça / EFE
Este fue uno de los toques de atención más graves que Dembelé recibió, dejando en nada las suplencias que empezaba a acumular. Varios compañeros se pronunciaron al respecto de la situación y todos coincidieron que el jugador aún era joven, pero que debía ser consciente de donde estaba y que tenía que comportarse como un profesional.
Podía parecer que las palabras caían en saco roto, pero Dembelé quiere empezar a reconducir la situación negativa que está viviendo. Su irresponsable y despreocupada actitud apuntaban hacia una posible salida en el mercado de fichajes de enero, algo que el mismo club azulgrana se ha encargado de desmentir.
Ganar confianza
Ousmane Dembelé tiene calidad y podría convertirse en un gran futbolista vistiendo los colores azulgrana, sin embargo, todavía no lo ha demostrado. En el arranque del curso era la primera opción de Valverde para completar el ataque junto a Messi y Luis Suárez, pero cometió demasiados errores y no mostraba voluntad de enmendarlos.
Ahora, tras recibir desde todos lados, parece que Dembelé se quiere poner las pilas y volver a ser ese jugador desequilibrante que fichó por el Barça. Superado por Coutinho en la lucha por la titularidad y por Rafinha y Malcom en momentos puntuales, el jugador francés sabe que no puede continuar así.
Dembelé y Messi festejan el gol del francés en el Wanda Metropolitano / EFE
La unión de los goles conseguidos en los primeros partidos de temporada y la actitud mostrada en el Wanda Metropolitano son la meta a conseguir para ganarse un puesto en el equipo. Además, el jugador también quiere integrarse más en un vestuario al que ya empezaba a cansarle su actitud. A diferencia de su gol contra el Rayo Vallecano, esta vez si que sus compañeros corrieron a abrazarle tras el gol.
Tanto el cuerpo técnico como los integrantes del primer equipo ofrecieron todo tipo de facilidades para que Dembelé pudiera adaptarse. El internacional francés pareció desentenderse, pero parece que al fin ha comprendido que ese no era el camino a seguir.