Partido sobresaliente del Barça frente al Inter de Milán en el que mereció mucho más, pero que la mala puntería y un único error defensivo condenaron a un conjunto que debió golear, de nuevo, a los italianos. El Barça propuso y se impuso durante una primera parte para el recuerdo y una segunda donde supo poner pausa y acelerar según las exigencias de cada jugada.
Los italianos se vieron sobrepasados por la presión azulgrana, pero sacaron el máximo partido a sus oportunidades, o mejor dicho, su oportunidad. Mauro Icardi firmó el empate en la única ocasión que tuvo y volvió a demostrar que el rosarino necesita muy poco para marcar. Un gol que frustró la clasificación como primeros de grupo a falta de dos jornadas para finalizar la fase de grupos y que volvió a señalar a Sergi Roberto.
Frágil en defensa
El 20 azulgrana es el comodín perfecto de Ernesto Valverde. Perfectamente adaptado a su rol de lateral con proyección ofensiva y fluido en la medular cuando se le requiere, volvió a ser frágil en tareas defensivas. El de Reus fue una pesadilla en ataque. Dobló por banda y sus internadas dieron vida a un Barça que no encontró rematadores pese a los intentos de Suárez por reencontrarse con el gol en Champions, pero volvió a fallar en defensa.
Icardi le ganó la partida con el cuerpo y batió a Ter Stegen a bocajarro entre las piernas. En su favor queda claro el error defensivo de Sergio Busquets, que despejó de pena y regaló un balón al único jugador neroazzurro al que no se le puede regalar nada. Sergi quiso evitar el penalti, pero no cubrió correctamente el giro del argentino y su cara fue un poema cuando vio el balón en el fondo de la red.
Icardi celebra el gol conseguido contra el Barça / EFE
Su actuación volvió a verse ensombrecida por un error colectivo que, desafortunadamente, le señala a él como último responsable por la marca a Icardi. Otro gol que no acaba con la mala racha defensiva del Barça. Nueve partidos consecutivos --exceptuando el de Copa del Rey-- encajando goles en contra.
Perfil ofensivo
Una situación que desde el club conocen, pero a la que Valverde pondrá remedio con trabajo y no con banquillo. Semedo, su sustituto natural, ha mejorado, pero no aporta ofensivamente lo mismo que Sergi Roberto y el Barça vive de atacar. La hinchada le recrimina, especialmente en las redes sociales, sus errores pero poco se le puede reprochar a un jugador que se ha convertido en uno de los mejores asistentes de Luis Suárez. En el Camp Nou volvió a asistir al uruguayo frente al Real Madrid y sumó su quinta asistencia frente al eterno rival. Algo que se traslada a la competición doméstica con regularidad.
Sergi Roberto es indiscutible, pero debe pulir aspectos defensivos. Sufrió poco dado el espectáculo de fútbol de todo el colectivo, pero no es la primera vez que ocurre.