El Barça se marca una 'castaña' de partido en León
Los de Ernesto Valverde ganan por la mínima en un partido aburrido marcado por la agresividad de los castellanoleoneses
31 octubre, 2018 23:25El Barça ganó tristemente frente a la Cultural Leonesa en la ida de los dieciseisavos de final de la Copa del Rey. Un gol de Lenglet en el último minuto maquilló el marcador final pese a la pobre actuación de un Barça lleno de suplentes y canteranos que no supo sobreponerse a un equipo de Segunda B. Si la primera parte fue nefasta, la segunda fue peor.
Los castellanos jugaron de tú a tú a un Barça que acusó en exceso la ausencia de sus estrellas y también la permisividad del árbitro que por momentos parecía haber olvidado en el vestuario las tarjetas. Tan solo Saúl González, Dionicio, Toño, Palatsí, Garrido y Jorge Ortiz fueron amonestados en un partido donde los hombres de Víctor Cea confundieron la intensidad con la agresividad y bailaron en esa fina línea durante toda la primera parte pese a las constantes protestas de un Valverde desquiciado. Tan solo Sergio Marcos acabó viendo la roja en el añadido por doble amarilla.
Posesión sin peligro
El Barça defendía título como vigente campeón y tuvo la posesión, pero volvió a ser un juego demasiado estático y predecible que, sumado a la exhaustiva presión de los locales, acabó con constantes perdidas de balón en el centro del campo que acabaron en contraataques que levantaron de los asientos a los más de 13.000 aficionados que acudieron al Estadio de León.
El frío heló a un Barça que no pudo poner en jaque la portería de Palatsí. Aleña probó fortuna en el minuto 70, en el que fue el primer chute entre los tres palos del conjunto azulgrana. Triste, pero cierto. Los blaugrana siguen siendo favoritos y encararon la eliminatoria, pero el equipo b obliga a Valverde a salir con un once más competitivo en feudo azulgrana.
Un tridente de grada
Es entendible su situación -faltos de minutos y de continuidad-- pero frente a la Cultural se entendieron muchas de las decisiones de Valverde. Ni Dembelé, ni Munir ni Malcom fueron capaces de poner en jaque a una defensa perfectamente organizada. La velocidad con la que se especuló con la alineación se quedó en eso, especulación, porque apenas hubo internadas por las bandas, ni desbordes a la espalda. Mucho toque, pero poco carácter en un partido que invitaba a ello. A lucirse y sacar la personalidad de cada jugador para dar motivos al Txingurri de cambiar de opinión. Tras su actuación, la grada del Camp Nou y el banquillo les esperan.
Munir tuvo la más clara en el 85 y la mandó a las nubes. Al mismo lugar que mandó la falta Dembelé minutos antes.
Una foto de Munir contra la Cultural Leonesa / EFE
Tampoco estuvo fino el centro del campo. Arturo Vidal se vació. Estuvo presente en ataque y ayudó en infinitas ocasiones a los centrales, y pese a que se ofreció constantemente, tuvo que acordarse de la defensa en demasiadas facetas del juego y acabó perdiendo presencia en área contraria. Exactamente lo que quería de él Valverde. Una situación a la que se vio obligado tras la lesión de Sergi Samper y que dio entrada a Carles Aleñá en el verde.
Cambio de planes
Ante semejante actuación, Valverde tuvo que dar paso a las estrellas. Primero entró Lenglet para dar seguridad a una defensa que no sufrió en exceso, pero que no quiso poner a prueba y Arthur entró para poner la magia por un desaparecido Malcom. Tampoco cambió en exceso la dinámica del partido, pero el Barça supo marcar in extremis en una falta instantes antes de entrar en el tiempo añadido.
Lenglet celebra el gol de la victoria frente la Cultural Leonesa / EFe
Dembelé picó el balón al corazón del área --posiblemente el primer balón que tocó con calidad-- y Lenglet cabeceó al palo corto de Palatsí. Imparable. Un gol que fue una bomba de oxígeno para un equipo que no jugó bien ni estuvo a la altura del encuentro. Faltó garra, carácter y creatividad.
La vuelta se disputará la primera semana de diciembre. Habrá que ver entonces la disponibilidad de Valverde a hacer cambios. El resultado invita a reservar a las grandes estrellas, así como la ventaja de jugar en casa, pero este Barça es muy pobre.