El Barça tiene una cita importantísima contra el Inter de Milán, un rival de categoría --y con el que aún hay vivas rencillas del pasado-- y contra el que esperan alcanzar el liderato en solitario del grupo B de la Champions League. Además, llegar al clásico con una victoria --tal y como hizo este martes el Real Madrid frente al Viktoria Plzen-- pondría el duelo al rojo vivo.
El equipo deberá desenvolver su mejor juego y los líderes del vestuario deben dar un paso al frente. Entre ellos destaca la figura de Luis Suárez, como delantero centro y jefe de un vestuario en total sintonía. El charrúa se desquitó de su falta de gol contra el Sevilla al convertir el penalti que él mismo consiguió tras recortar a Vaclik.
En casa, pero con un escenario complicado, Suárez debe ejercer de líder. En primer lugar, la baja de Leo Messi condiciona a todo el equipo, pero especialmente a la línea ofensiva. El equipo no contará con la efectividad del argentino y Suárez debe asumir ese rol junto a Coutinho. Ambos deberán ser la referencia ofensiva y estar especialmente inspirados de cara a portería. El brasileño debe crear juego y el charrúa definir como antaño.
Sus estadísticas en la Champions tienen en vilo al Camp Nou, pero Suárez quiere acabar con esa mala racha. Su espíritu de lucha es insaciable y será uno de los referentes a seguir. Contagia energía y sacrificio durante 90 minutos. Ahora solo falta que la fortuna le sonría de cara a puerta.
Competencia directa
Otro motivo importante y que puede afectarle directamente tiene nombre y apellidos. Mauro Icardi es el delantero más en forma de toda Europa y suena con fuerza para relevar a algunos 9 de la liga española, entre ellos Karim Benzema y el propio Suárez. No se verán las caras directamente dadas sus posiciones, pero la definición de uno u otro puede marcar el resultado final. El Barça busca sustituto para iniciar una transición paulatina, e Icardi es uno de los favoritos y más cotizados. Además, tiene pasado azulgrana y el jugador podría estar interesado en regresar a la que fue su casa en su etapa de juvenil para jugar con Leo Messi, al que ya ha calificado en más de una ocasión como el mejor jugador del mundo.
Por último y lejos de lo deportivo, Luis Suárez fue padre este martes de su tercer hijo, Lautaro. Como goleador, siempre ha dedicado sus goles y triunfos a su familia y celebrar la llegada del recién nacido es un aliciente más para el uruguayo para perforar la portería de Handanovic.
Una foto de Luis Suárez celebrando un gol / EFE
Además, dado que la familia pasa a ser de cinco, podría llegar a cambiar su habitual celebración. Suárez tiene todos los alicientes para firmar una gran noche. El charrúa quiere estar de vuelta.