La mejor versión del Barça volvió al Camp Nou cuando el equipo más lo necesitaba, pero también en una noche que acabó convirtiéndose fatídica. Leo Messi se lesionó, el cuerpo técnico se asustó y el estadio enmudeció. Pero los jugadores no se amedrentaron y dieron un paso al frente.
Los pupilos de Valverde demostraron ante el Sevilla que el equipo es muy fuerte pese a la ausencia del mejor jugador de la historia. Dio un recital de fútbol y dan así diez motivos que invitan al optimismo. Hay que destacar que el marcador ya lo había apañado el argentino, pero el equipo supo doblar esa cifra y mantener siempre la ventaja en el marcador.
1) El Barça recupera el liderato. No hay mejor razón para pensar en positivo que volver a lo más alto de la tabla. Y más, después de ganar al rival directo en esa lucha. Con 18 puntos y cinco victorias en nueve partidos, los blaugrana superan por uno al Alavés y dormirán hasta el fin de semana que viene como líderes.
2) Regresa el buen juego colectivo. Se vio desde el minuto uno. El equipo salió a por el partido y jo quiso especular. Tras una primera posesión larga entre centrales para medir que tipo de presión iba a ejercer el Sevilla, el Barça se lanzó al ataque. Trianguló, combinó y en dos minutos llegó el primero de Coutinho. Un buen juego que se alargó durante 90 minutos, aunque los visitantes tuvieran el control del balón en algunas fases del partido.
3) Anular a un Sevilla que venía pisando fuerte y dar un golpe sobre la mesa. Había que recuperar el liderato y no era contra cualquiera. Un duelo directo contra un viejo conocido. Ganaron la Supercopa de España frente a los hombres de Pablo Machín y este sábado repitieron gesta con el mismo marcador y sin el capitán. El gol tan temprano del brasileño no entraba en los planes sevillistas y torció desde un inicio el planteamiento del técnico. Aun así, el Sevilla no fue el que asustó semanas atrás y volvió a ser la víctima favorita de Messi.
Messi celebra su gol con dedicatoria para los niños que luchan contra el cáncer / EFE
4) Sobreponerse con actitud a la dura baja de Messi. Se heló el Camp Nou y también el equipo por unos instantes, pero la preocupación se agravó cuando el cambio que había elegido Valverde tardó demasiado en entrar en el verde. Una vez Dembelé entró al terreno de juego, el equipo recupero la tranquilidad numérica y demostró saber a qué juega. Tener a Messi es una plusvalía, pero sin él también se juega y bien.
5) Ter Stegen, espectacular. Lo del alemán ya empieza a ser de escándalo. Volvió a firmar un encuentro para enmarcar y confirmó su nominación al podio de los tres mejores porteros del mundo. Realizó dos dobles paradas que salvaron a su equipo y siempre estuvo listo. Donde no llegó la defensa, llegó él.
6) Busquets también recupera su mejor versión. El pivote defensivo también recuperó su mejor versión. Recuperó balones, salió a la presión tras pérdida en zonas ofensivas y permitió al equipo salir airoso de la presión sevillista. En la línea de lo que tiene acostumbrado al barcelonismo.
Una foto de Sergio Busquets durante el partido frente al Sevilla / EFE
7) Piqué volvió a ser el Kaiser de la defensa. Lo prometió tras el empate en Mestalla y de momento, cumplió. El tercer capitán sacó a relucir su carácter y lideró a una defensa que volvió a recordar a las mejores noches. No tuvo excesivo trabajo, pero estuvo bien posicionado, decidido al corte y fue providencial en el juego aéreo.
8) La insistencia de Luis Suárez. El Pistolero acabó con su sequía goleadora. Fue de penalti, pero mereció el gol. Solo le falta afinar esa puntería que desesperó al Camp Nou en dos ocasiones claras. Peleó y tiró del equipo arriba ante la ausencia de su mejor socio. A este Luisito no se le puede reprochar nada.
Suárez celebra su gol frente al Sevilla / EFE
9) La eficacia de Coutinho y Rakitic. Son jugadores con gol y buen tiro de media distancia. Ambos marcaron su tanto de la noche y confirmaron la importancia de los disparos lejanos.
10) Semedo empieza a callar bocas y a subir el listón. El lateral portugués firmó una de sus mejores noches como azulgrana. Cumplió en defensa y estuvo realmente acertado en ataque. Una de sus incursiones ofensivas, con dribling incluido, dio paso al gol de Coutinho tras una combinación ofensiva.