El Barça abusa del Olympiacos en la Champions y amenaza al Real Madrid antes del clásico

El FC Barcelona castigó en exceso al Olympiacos de José Luís Mendilibar (6-1). El equipo griego, fiel a la dinámica que marcaron Sevilla y París Saint-Germain, buscó al Barça muy arriba, presionando de manera individual. Los pupilos de Hansi Flick no encontraron soluciones con balón, pero sí destellos de calidad suficientes como para meter seis goles antes del clásico.

El cuadro de Mendilibar, acompañado por más de 2.000 hinchas griegos, silenció a los más de 40.000 barcelonistas. La afición del Barça no se divirtió por el juego de su equipo, sobre todo, en la primera parte, sino por el colmillo, la garra y las ganas de revertir la situación que demostró Fermín López. Su coraje es el principal aviso para un Real Madrid que tiene dos puntos más que los azulgranas en la Liga.

Fermín López celebra un gol marcado al Olympiacos EFE

Ni merengues ni culés brillan por su juego, pero sí por su poderío ofensivo. El Barça lo encontró este martes abusando de Olympiacos, gracias al hat-trick de Fermín, que marcó el camino a seguir, el doblete de Marcus Rashford y el penalti transformado por Lamine Yamal. Los tres estuvieron bien acompañados por Dro Fernández como extremo izquierdo.

'Killer' en el Real Madrid

El Real Madrid, no obstante, lleva toda la temporada amenazando la portería contraria. En especial, por Kylian Mbappé, quien está firmando su mejor inicio en toda su trayectoria, con 16 goles y 2 asistencias en 14 encuentros. El delantero francés marca o asiste cada 69 minutos. El año pasado, el ariete parisino cayó en la trampa de la línea adelantada del Barça. La zaga culé no está tan acertada, ni la presión siendo asfixiante, y la presencia del 9 merengue asusta.

Kylian Mbappé celebra su segundo gol contra el Levante Real Madrid

Lamine Yamal durante el Barça-Olympiacos EFE

El vestuario azulgrana fue consciente de la importancia que tenía la victoria ante Olympiacos. Fermín, MVP del duelo europeo, lo aseguró tras los 90 minutos. "Necesitábamos una victoria como esta. Pensamos en el clásico. Ha sido mi primer hat-trick con el Barça, así que es una noche especial", admitió el jugador de El Campillo. "Esperamos hacer un gran partido y ganar en el Santiago Bernabéu", agregó.

Recuperar la presión asfixiante

Sin Raphinha, que apurará sus opciones de llegar al Real Madrid-Barça, la presencia de Fermín era clave para Hansi Flick. El elenco catalán debe recuperar cuanto antes su anhelo por robar el balón. Cuando lo hizo, ante un Olympiacos ya con los brazos bajados, penalizó al conjunto de El Pireo. Pedri también fue decisivo en esta tarea.

Marcus Rashford celebra un gol durante el Barça-Olympiacos EFE

No tanto en la de construcción del juego. El Barça no logró salir de la presión rival a través de sus centrales y centrocampistas. Marcus Rashford, autor de dos goles de muchos quilates, y Lamine Yamal recibieron pocas pelotas arriba. Wojciech Szczesny se vio obligado a jugar en largo y a intervenir en demasiadas ocasiones. Flick debe aportar soluciones desde la pizarra para cuando le planteen una defensa uno a uno.

El técnico de Heidelberg le quitó hierra a su asunto. Lo primero es recobrar los ánimos. "Lo más importante es haber ganado hoy, eso nos da confianza para el clásico. Es un partido tremendo. No tenemos mucho tiempo para perder. Tenemos que recuperarnos y estar preparados", reflexionó Flick.

La plantilla, lista

Insistió Alejandro Balde: "Iremos con todo para ganar". "Las sensaciones son buenas. Un clásico es un clásico, da igual quién llegue mejor o peor. Todos llegamos con las pulsaciones a mil y puede pasar cualquier cosa", relató el 3 del Barça a pregunta de Culemanía.

Rashford se puso a disposición total de Flick. Para repetir como nueve o como extremo. Pero ninguno mostró la sonrisa de Dro, la de un canterano que rozó el excelente en la Champions. "Es un día especial e inolvidable. Siempre he soñado con jugar partidos como este y estoy muy feliz por ello", aseguró el talentoso jugador de 17 años. Los jugadores, eso sí, evitaron hablar de una supuesta mano blanca, como el presidente en la asamblea.