En 2021 explotaron a un Pedri que, con solo 18 años, jugó Eurocopa y Juegos Olímpicos sin descanso. En 2023 cargaron a Gavi en un partido intrascendente contra Georgia. En 2024 también hubo doblete de Fermín con Euro y Juegos. Y por último, infiltraron a Lamine Yamal para hacerlo jugar contra Bulgaria y Turquía el pasado mes de septiembre.

¿Qué les pasa por la cabeza a los responsables de la RFEF y al propio Luis de la Fuente? Que tengan claro que son los actores secundarios de esta historia. Lamine es jugador del Barça, y si el club considera que durante este parón de selecciones era el mejor momento para tratar su pubalgia, están en su derecho.

¿De que se quejan en Madrid? En la última ventana nos devolvieron a Ferran lesionado mientras liberaron a Huijsen a la primera de cambios que pudieron. ¿De qué se queja la caverna? Fede Valverde y Courtois hacen la trece catorce siempre que tienen que ir con la selección y nadie levanta la voz. ¿Qué buscan? Cuando Mbappé renunció a Francia para, entre comillas, recuperarse de unas molestias en el tobillo y luego ser cazado de fiesta en Suecia, todo el mundo tuvo prisa para taparlo.

Basta. Basta de abusos. Basta de injusticias. Basta de ataques en las redes contra el Barça y contra Lamine Yamal que, por cierto, sufre el 60% de los ataques racistas en las redes. El doble que Vinícius. Hasta aquí. Ya está bien. ¡Basta!

Un sueño imposible

Sería brutal volver a ver a Messi vestido con la camiseta del Barça en el nuevo Camp Nou y compartiendo sus secretos mejor guardados con Lamine Yamal. Sería la unión perfecta entre el pasado más glorioso y el futuro más prometedor del Barça. Pero, más allá del sueño romántico, la realidad es mucho más compleja.

Los rumores sobre esta posible vuelta de Messi estallaron después de la publicación en las redes del argentino. Una publicación cargada de simbolismo, pero también de preguntas. ¿Por qué esta visita clandestina en el Camp Nou? ¿Por qué de este modo? Y, sobre todo, ¿qué mensaje nos quería transmitir?

Esta vuelta secreta dice mucho de la relación actual de Messi con el club. La distancia con Joan Laporta y la actual Junta Directiva continúa siendo evidente. La dolorosa despedida de 2021 todavía está lejos de curarse y una reconciliación parece, como mínimo, improbable mientras Laporta no dé el primer paso.

Precisamente por eso, esta visita no parece solo casualidad. Quizás forma parte de un movimiento más grande, de un guiño a una campaña electoral. Sea lo que sea, de momento, el simple hecho de imaginarnos Messi volviendo al Camp Nou ya nos despierta tantas emociones o más que cualquier otro rumor o incluso un título.

Victoria balsámica en Balaídos

El triunfo conseguido ante el Celta vuelve a invitar al optimismo culé antes de este nuevo parón de selecciones. El Barça volvió a exhibir su mejor versión ofensiva, liderado por un Robert Lewandowski que, con tres goles, recuperaba la sonrisa y la confianza que tanto necesitaba. El delantero polaco, cuestionado en las últimas semanas, demostró que continúa siendo una pieza clave en el engranaje ofensivo de Flick.

Pese a la contundencia en ataque, el Barça evidenció una vez más su fragilidad defensiva. Los desajustes atrás dieron vida al Celta aunque, la segunda mitad, fue un ejercicio de madurez blaugrana: fútbol, control, posesión y dominio absoluto del medio del campo. En este apartado, Dani Olmo, reconvertido por la lesión de Casadó, brilló junto a un inspirado De Jong. El de Terrassa mostró su inteligencia táctica y su capacidad para romper líneas, recordando que todavía puede ser un jugador de peso en esta plantilla.

Con estos tres puntos, el Barça se va al parón con buenas sensaciones y a solo tres puntos de un Madrid que sigue dejando muchas pero que muchas dudas. Ojalá este break sirva para ir vaciando la enfermería y coger fuerzas para un tramo final de año que llegará con emociones fuertes.