El nuevo reto que complica las cosas a Laporta

El Barça, un club muy convulso institucionalmente, tiene un problema añadido. Tal vez, inesperado. El día que el Camp Nou recuperó el aforo completo, solo acudieron 47.317 espectadores al estadio en un partido muy atractivo como el del domingo contra el Valencia. Joan Laporta, el presidente, debería buscar una solución.

Laporta, que ya fracasó con el Gran Repte en su primera etapa como presidente del Barça, quiere que los socios compromisarios aprueben que cualquier persona puede abonarse telemáticamente al club. Su propuesta no gusta a muchos barcelonistas, que temen que se registren altas masivas en países lejanos como Qatar, China o Japón.

Muchos turistas

Desde hace años, el Barça casi nunca llena el Camp Nou. Y muchos aficionados, en las últimas temporadas, eran turistas, que se beneficiaban de las liberaciones de los abonados. Gracias a ellos, el club se aseguraba muy buenas recaudaciones en cada partido.

Los aficionados del Barça celebran un gol del equipo ante el Valencia / EFE

Los aficionados celebran un gol del Barça ante el Valencia / EFE

El Camp Nou, actualmente, tiene un aforo de 99.300 espectadores, que la junta de Laporta quiere ampliar hasta los 105.000 con la reforma del estadio. En los últimos años, el Barça tenía entre 83.000 y 85.000 abonados (socios con una localidad fija en el campo), pero 26.000 renunciaron a principios de temporada por el impacto del Covid.

Baja la media de espectadores

El Barça, con 57.000 abonados actualmente, pondrá muchas entradas a la venta para el partido contra el Real Madrid. La localidad más económica cuesta 99 euros, una cifra que frenará a muchos aficionados.

En los últimos años, el Barça había registrado medias de 70.000 espectadores en la Liga, unas cifras muy lejanas a los casi 90.000 espectadores que acudían a casi todos los partidos del equipo azulgrana en los años 80, con la ampliación del estadio.

El Barça tiene un problema. Sus abonados son cada vez menos fieles. La asistencia al estadio baja y Laporta, de momento, no parece estar demasiado preocupado por seducir al socio. El equipo, muy irregular, tampoco ayuda.