El Camp Nou de Laporta empeora la visibilidad de más socios que el de Bartomeu
Los casi 20.000 socios de la tercera grada tendrán una visión distinta que la actual del campo por la altura de los nuevos palcos
12 noviembre, 2021 01:13Joan Laporta, presidente del Barça, criticó que el Camp Nou de Josep María Bartomeu había quedado obsoleto y denunció que el club debía recolocar a 12.000 socios. El actual dirigente, sin embargo, silenció que su proyecto impactará negativamente en los casi 20.000 abonados de la tercera grada, al elevar unos ocho metros la altura actual de los asientos con la construcción de dos anillos de palcos.
El Camp Nou de Laporta difiere sustancialmente del Camp Nou de Bartomeu. Ambos coinciden en que la segunda grada es intocable, por su magnífica visibilidad. A partir de ahí, las diferencias son importantes.
Las grandes diferencias
Mientras el expresidente apostaba por derribar la primera grada para construir una totalmente nueva, con mucho menos capacidad y más pendiente, Laporta propone la demolición del tercer nivel, construido por el expresidente Josep Lluís Núñez e inaugurado en 1982, meses antes del Mundial de España.
El primer proyecto de Nikken Sekkei contemplaba un anillo de asientos VIP entre la primera y la segunda grada. Su visibilidad era excepcional en Tribuna y Lateral, pero menos buena en los dos fondos.
Dos anillos de palcos
El actual presidente, en cambio, apuesta por dos anillos entre la segunda y la tercera grada, duplicando los asientos VIP previstos por Bartomeu. Estas localidades de alto standing están mucho más alejados del césped. Pierden cercanía pero ganan perspectiva.
Laporta, sin embargo, ha silenciado que las nuevas localidades de la tercera grada, que será simétrica, estarán mucho más arriba que las actuales. Es decir, habrá unos ocho metros más de distancia entre los nuevos asientos y el césped. La distancia actual entre la primera fila y la última supera los 60 metros.
Más rupturista
Fuentes del Barça aseguran que unos 20.000 socios tienen su asiento en la tercera grada. Todos tendrán una visión distinta a la actual. En cambio, los abonados de la primera grada mantendrán sus actuales localidades, con menos pendiente de la recomendada para tener una buena visibilidad.
El derribo total de la tercera grada también choca con los criterios de sostenibilidad que defiende Laporta. Las molestias para los vecinos serán importantes con la demolición de miles de kilos de hormigón que deberán ser trasladados fuera de Barcelona. Arquitectos consultados por este medio también aseguran que el nuevo proyecto es más rupturista respecto al diseñado en los años 50 por el arquitecto Francesc Mitjans.
El Ayuntamiento espera los cambios
Fuentes del Ayuntamiento aseguran a Culemanía que la actual junta directiva el Barça todavía no ha presentado el nuevo proyecto, que deberá ser aprobado antes del inicio de las obras. Los permisos, según fuentes del sector, podrían demorarse un año más.
Laporta ha modificado la fisonomía del Camp Nou, pero mantiene intacto el entorno del estadio del Barça. Es decir, el hotel que perfiló inicialmente Nikken Sekkei y las nuevas oficinas. Si cambiara la actual estructura, los permisos del Ayuntamiento de Barcelona se demorarían “muchos meses” y sería totalmente imposible que las obras comenzaran en verano de 2022, como desea el actual presidente del Barça.
Diferencia de 900 millones
El nuevo Camp Nou avanza a ritmo lento. Y desde 2016 se ha encarecido notablemente. El proyecto para transformar el Espai Barça (reforma del Camp Nou y su entorno, y construcción del nuevo Palau) se cifró inicialmente en 600 millones de euros. Hace un año y medio, Bartomeu ya asumía que costaría 815 millones de euros. Ahora, Laporta tiene luz verde para pedir un crédito por valor de 1.500 millones de euros tras elevar la reforma el estadio hasta los 900 millones y cifrar en 420 millones el nuevo Palau Blaugrana. La guinda de un proyecto millonario que marcará el futuro del Barça en el siglo XXI.