El Barça, arruinado y sin reacción: un caso único en Europa
Las contramedidas de los clubs grandes han reducido el impacto de la pandemia mientras la junta de Joan Laporta sigue contemplativa y acumulando pérdidas
4 agosto, 2021 00:00La Premier, la Serie A, el fútbol alemán, el francés especialmente… La totalidad de las grandes competiciones acusan inevitablemente y de forma aguda haber tenido sus estadios cerrados desde marzo de 2020. En los casos del FC Barcelona y del Real Madrid, la situación de pandemia también ha afectado a sus instalaciones museísticas, de visita y experiencia para los aficionados en el Camp Nou y en el Bernabéu, que venían firmando ganancias millonarias, por no hablar de sus tiendas especializadas, aún hoy mayoritariamente cerradas o funcionando apenas a un 5% o 10% por la falta de un turismo masivo.
La caída de los ingresos ha marcado las liquidaciones de los grandes clubs del continente, dominadores del fútbol mundial, afectando sobre todo a los que, como el FC Barcelona, poseen la plantilla más admirada y costosa de mantener. A diferencia del resto, sin embargo, la gestión de la crisis del Barça ha acabado siendo la peor y menos rigurosa, abandonada al azar y a la improvisación y sin rumbo cuando apenas faltan poco más de dos semanas para el comienzo de la Liga, en principio con restricciones de público y con los abonos de la temporada anterior ya cobrados –se deben compensar este curso—, es decir sin grandes perspectivas, de momento, de recuperar el ritmo de los ingresos.
Los peores resultados económicos de Europa
Aunque no se han hecho públicos aún, el FC Barcelona presentará los peores resultados económicos del fútbol europeo, como ha avanzado la Liga de Fútbol Profesional. Puede registrar un déficit cercano a los 400 millones de euros por dos motivos. El primero, y principal, es que la política de choque aplicada por la directiva de Josep Maria Bartomeu cuando estalló la pandemia, con un ERE para el personal no deportivo (en parte compensado por una reducción del 12% de los salarios deportivos), no tuvo continuidad en la siguiente temporada. La reacción inmediata del equipo económico de Barto redujo el impacto a 90 millones de pérdidas en su mayoría determinadas oficialmente por la pandemia.
La segunda razón es que la plantilla, pero sobre todo el entorno político y de la oposición social, reaccionaron de un modo tan agresivo que no solo fue imposible negociar a medio y largo plazo una reducción global, sino que, por la presión externa, la directiva hubo de dimitir. Ni la Comisión Gestora ni la nueva junta de Joan Laporta se atrevieron durante la temporada pasada ni siquiera a plantear la cuestión abiertamente, menos aún después de que los futbolistas, aunque aceptaron diferir los pagos, pactaron el cobro total de sus contratos con intereses.
Aumenta la deuda bancaria
Joan Laporta, que ganó las elecciones prometiendo solucionar todos los problemas del club, no tuvo la previsión de avanzarse a una liquidación negativa histórica y además se enredó en una negociación con Leo Messi que ha acabado complicando aún más el cumplimiento de las normas de un fair play económico que, con suerte, le permitirá inscribir los nuevos fichajes, eso si reduce las grandes fichas de las pesos pesados y regala jugadores a cambio de aumentar pérdidas como sería el caso de Griezmann o de Pjanic.
Laporta saludando a Messi el día de la foto oficial / FC Barcelona
El panorama es negro, desalentador, a causa de esta inacción y dejadez de actuación económica que apremiaba y exigía visión, personalidad y eficiencia. A lo más que ha llegado Laporta es a obtener luz verde de la asamblea para ampliar la deuda bancaria en 525 millones. El resto de los clubs lógicamente han perdido dinero, pero se han apretado el cinturón y adoptado contramedidas para evitar el colapso al que el FC Barcelona se ve enfrentado.
Real Madrid, con minibeneficios
El Real Madrid ha anunciado un cierre de ejercicio 2020-21 con un superávit de 874.000 euros admitiendo una pérdida de ingresos cercana a los 300 millones de euros en todas las líneas de negocio, fundamentalmente en el estadio, pero también en los derechos de televisión, tanto de la Liga como de la UEFA, y en las actividades comerciales, tanto en la explotación de instalaciones como en las ventas en tiendas y el patrocinio. En una nota oficial afirma que “esta pérdida de ingresos solo ha podido ser compensada por a través de la ejecución de intensas medidas de ahorro de gasto en todas las áreas”.
Su plan de ahorro se ha traducido en no fichar, dar bajas y realizar traspasos y una reducción voluntaria del 10% de los principales ejecutivos de las distintas direcciones. No ha explicitado ninguna rebaja de salarios porque no ha sido necesaria en cuando al primer equipo de fútbol y de baloncesto, aunque sí ha incidido que el gasto operativo se ha reducido en un 25% con un Ebitda de 177 millones en 2019-20 y de 180 millones en 2020-21. El anterior ejercicio lo cerró con 313.000 euros de superávit.
La gran apuesta de Florentino Pérez para meter el miedo a Laporta / EFE
Pérdidas de 6.000 millones
El Real Madrid presume de ser uno de los pocos grandes de Europa que no han cerrado con pérdidas los dos últimos ejercicios, “un marco del fútbol europeo en el que se estiman pérdidas de 6.000 millones de euros”.
Según el club blanco, “para compensar el impacto en tesorería de la pérdida de ingresos provocada por efecto del Covid-19, obtuvo en abril de 2020 nueva financiación bancaria en un importe de 205 millones, del cual 155 millones corresponden a cuatro préstamos con un año de carencia y vencimiento a cinco años, y 50 millones a una póliza de crédito con vencimiento a tres años. Las operaciones se formalizaron de manera independiente con las cinco entidades bancarias nacionales con las que opera y están avaladas en un 70% de su importe por el Instituto de Crédito oficial (ICO), dentro de la línea aprobada por el Gobierno para facilitar la liquidez de las empresas. Durante el ejercicio 2020-21, y conforme al RDL 34/2020 de 17 de noviembre, el club ha ampliado en un año el plazo de carencia y vencimiento de los préstamos”.
Reducción de deuda
El Real Madrid apunta que cierra el ejercicio 2020-21 con un saldo de tesorería a 30 de junio 2021 de 122 millones, excluido el proyecto de remodelación del Bernabéu. Y también anuncia que “la deuda neta a 30 junio 2021, excluido el proyecto de remodelación del estadio, representa un importe de 46 millones, frente a 241 millones el ejercicio anterior, lo que significa que, durante el ejercicio 2020-21, el club ha reducido su deuda neta en 195 millones”.
Del Barça no se tienen detalles todavía del ejercicio cerrado bajo la exclusiva responsabilidad y control de la nueva junta, operativa desde el día 17 de marzo.
Atlético: 181,8 millones de nuevo capital
Por su parte, el Atlético de Madrid, campeón de la Liga, aprobó a finales de junio pasado una ampliación de capital de 181,8 millones con el objetivo de recuperar “la estabilidad” del club tras los efectos económicos negativos de la pandemia, según informaron fuentes de la entidad.
Enrique Cerezo, Cholo Simeone y Miguel Ángel Gil Marín en el acto de renovación del técnico / EFE
La recientemente constituida sociedad Atlético Holdco, a la que Miguel Ángel Gil, consejero delegado del club y máximo accionista, y Enrique Cerezo, presidente, “han aportado todas sus acciones” del Atlético de Madrid, se ha comprometido “a ejercitar su derecho de suscripción preferente” por valor de casi 120 millones de euros con un acuerdo de inversión con “fondos gestionados” por la compañía estadounidense “Ares Management Corporation, que toma una participación del 33,96% del capital del accionista mayoritario (Atlético Holdco) del club”, según informaron fuentes del club colchonero.
Un nuevo inversor
Gil Marín “considera que la incorporación de un nuevo inversor estratégico que es referencia mundial en numerosos sectores económicos fortalece enormemente el proyecto”, además de resaltar “la enorme importancia de la ampliación de capital para mitigar los efectos económicos adversos causados por la pandemia en los ingresos del club durante esta última temporada, así como para reducir el nivel de endeudamiento derivado tanto de la inversión en el nuevo estadio como de la adquisición de jugadores para mantener el gran nivel de competitividad del primer equipo”.
Como SAD, al Atlético ha tenido que responder ante sus accionistas en un formato social que nada tiene que ver con el Barça o el Real Madrid. Puede decirse que sus propietarios, a cambio de la entrada de un socio capitalista, han compensado las pérdidas del Covid si bien no podrán utilizar esa entrada de capital para realizar fichajes ni aumentar su masa salarial.
Ventas y reducciones salariales
Al inicio de la pandemia, el Atlético de Madrid presentó un ERTE que aceptaron plantilla y cuerpo técnico del primer equipo masculino para los escenarios diferentes, lo que supuso en los primeros meses una reducción del 70% de los salarios de técnicos y jugadores del primer equipo masculino, del primer equipo femenino y del Atlético de Madrid B durante el estado de alarma.
El Atleti también se impuso la cesión de Morata a la Juventus por 10 millones de euros para no perder dinero en 2020-21 y necesita generar 127 millones este año con la venta de futbolistas, de los que ya se aseguró 50 millones por Thomas y negocia un recorte del 13% en salarios para mitigar otra caída de ingresos. Quiere situar las nóminas en unos 200 millones.
Caen más los ingresos
Ajustes encaminados a adaptar la estructura de costes a la nueva realidad de los ingresos ordinarios, que caerán otro 15% interanual y se situarán en 293,83 millones de euros, el importe más bajo de los últimos cuatro ejercicios.
Cámaras de televisión en un partido de fútbol, que no se verá en Netflix / La Liga
Los contratos de televisión y comercial anticipan cierta estabilidad, pero el cierre de los estadios ha obligado a contemplar un retroceso del 61% por socios y abonados, hasta 15,72 millones, mientras que el ticketing y los pagos de UEFA retrocederán un 23% y caerán a 77,22 millones de euros.
El Bayern, resistente
El Bayern, vigente campeón de Alemania, estimó una pérdida de unos 150 millones de euros en ingresos de días de partido debido a la pandemia y, aunque ganó 9,8 millones en 2019-20, anticipó un desplome de ingresos en la 2020-21 después de haber sostenido las entradas de capital en 698 millones, una cantidad inferior a la de la campaña 2018-19 (750,4 millones de euros) pese a haberse alzado con todos los torneos disputados, incluida la Liga de Campeones.
También se expresó el vicepresidente ejecutivo del club, Jan-Christian Dreesen, quien explicó que, pese a las dificultades que prevalecen desde marzo, los resultados económicos son positivos y con los que el club puede estar satisfecho en estos tiempos.
Inter, salvado por China
El Inter cerró hace apenas dos meses un acuerdo con un fondo norteamericano que le garantiza 275 millones de euros en forma de préstamo a través de Great Horizon, filial de Suning mediante la cual el grupo chino es propietario del 68,55% de las acciones, según confirmó la compañía asiática.
Calhanoglu con la nueva camiseta del Inter / Inter
Las acciones del Inter servirán de garantía para la devolución del préstamo, que Suning ha fijado en tres años. “Con este préstamo, el accionista seguirá apoyando al FC Inter de Milán, con el objetivo de superar las dificultades y oportunidades perdidas durante el período del Covid-19”.
En busca de liquidez
La prensa italiana ya había desvelado desveló las negociaciones entre el grupo Suning, propietario de la entidad, y Oaktree. Valoraban dos posibilidades, un préstamo de 250 millones concedido directamente a Suning Holding o la entrada del fondo con sede en Chicago en el capital del equipo italiano, comprando las cuotas del fondo de Hong Kong Lion Rock (un 31%, con un valor de 166 millones) y convirtiéndose en un socio de Suning en lugar de un financiador externo.
El Inter optó por la vía descrita cuando comprobó que el proyecto de la competición alternativa a la Champions League, la Superliga, se había diluido, lo que sumado a las consecuencias de la crisis del coronavirus le ha obligado a acelerar las negociaciones para la búsqueda de liquidez mientras afronta un plan de recortes que implicará rebajas salariales y traspasos de jugadores en la plantilla que se ha proclamado campeona en Italia.
Ampliación de capital de la Juventus
La Juventus ha suscrito un precontrato de aseguramiento con cuatro "importantes bancos internacionales" para una ampliación de capital de 400 millones de euros que se realizará con toda probabilidad antes de que termine 2021. Goldman Sachs International, J.P. Morgan AG, Mediobanca – Banca di Credito Finanziario S.p.A. y UniCredit Corporate & Investment Banking actuarán en calidad de joint global coordinators y joint bookrunners", informó el club en una nota.
Andrea Agnelli saludando a Cristiano Ronaldo después de un partido / Redes
Los bancos mencionados dieron su disponibilidad a "suscribir y liberar las nuevas acciones que no hayan sido suscritas al final de la subasta de los derechos no ejercidos", agrega el club italiano.
La familia Agnelli
La Juventus puntualizó además que Exor, de la familia Agnelli y principal accionista del club, se comprometió a suscribir la porción de ampliación de capital que le pertenece, o sea un total del 63,8%. De recibir el visto bueno de las autoridades competentes, la Juventus planea cerrar la ampliación de capital antes de que termine 2021.
Evidentemente, la pandemia del coronavirus ha cortado notablemente el plan de crecimiento de la Juventus, que también ha recogido resultados negativos en las últimas dos ediciones de la Champoions League, al caer ambas veces en octavos de final contra equipos a priori inferiores como el Lyon y el Oporto.
La Premier, con salvavidas
Los clubs ingleses han declarado una pérdida antes de impuestos de 1.160 millones de euros a causa de la pandemia, según informes de la financiera Deloitte, lo que supone la mayor de su historia.
Imagen de un partido entre el Liverpool y el Manchester City de la Premier League | EFE
El déficit antes de impuestos de mil millones de libras (un poco más de 1.160 millones de euros) en la temporada 2019-20 se debe, como era de esperar, a la disrupción económica y social global causada por la pandemia de Covid-19. En su informe, Dan Jones, de la firma financiera Deloitte, relata las causas: “Privados de sus seguidores –y por tanto de sus principales ingresos comerciales (venta de entradas, venta de camisetas ...)— y obligados a reducir los montos de los derechos televisivos, los clubs de élite ingleses han sufrido una pérdida histórica”.
Sin público
Para Dan Jones, esta “temporada Covid seguirá teniendo un fuerte impacto en los resultados financieros de la temporada 2020-21 cuando estén disponibles”. La ausencia del público, según el analista, debería “reflejarse más en los resultados económicos del ejercicio 2020-21”, que se desarrolló casi en su totalidad a puerta cerrada, o con un número muy reducido de espectadores en los estadios.
El Manchester City anunció que en la temporada 2019-20 registró unas pérdidas de 126 millones de libras (147 millones de euros) debido al impacto económico que tuvo en sus finanzas la pandemia de Covid-19.
Cien millones menos al mes
Los ingresos cayeron en un 11% hasta los 478,4 millones de libras (557 millones de euros) durante la pasada campaña, que se detuvo en marzo y se reanudó a puerta cerrada tres meses después debido al parón de las competiciones provocado por la pandemia.
Pep Guardiola firma su renovación con el Manchester City junto a Ferran Soriano y Txiki Begiristain / MC
Aunque se han realizado esfuerzos no se han acordado importantes y necesarias rebajas salariales con los futbolistas mientras los clubs han tenido que devolver más de 300 millones de euros a las teles y el cierre de estadios les ha golpeado como a nadie. Con gradas ocupadas al 96% cada partido y abonos con precios importantes, la Premier dice que cada mes se le escapan 100 millones en ingresos por la prohibición de la entrada de público.
Los casos del Arsena y el Villa
Que haya trascendido, solo el Arsenal FC hizo público un acuerdo con la plantilla para rebajar sus nóminas por la pandemia. De hecho, la Premier buscó con el sindicato de jugadores un recorte general del 30%, al que se opusieron defendiendo que con sus impuestos se financia el sistema de salud y una reducción salarial atacaría al sector público.
No es de extrañar que, a falta de cuatro clubs, el cierre de 2019-20 en el fútbol inglés arroje unas pérdidas de 926,5 millones de libras (1.065 millones de euros), cinco veces más de lo que perdió la Bundesliga (213,4 millones). Ni el lucrativo contrato de televisión logró salvar a la clase media británica: el promedio del déficit de los clubs ingleses fue de 66,5 millones de euros. Aston Villa, que lucha más bien por sobrevivir que por ganar, se dejó 115 millones de euros, incluso más que el Barça.
Los seis colosos
De los seis colosos británicos, el único que escapó a la quema fue un Chelsea FC, que venía de cumplir sanción sin poder fichar, lo que se tradujo en ganancias de 37,3 millones de euros. Un hito si se compara con el agujero del Manchester City (145 millones de euros), el doble que el Tottenham Hotspur que perdió 78,8 millones de euros, por los 55 millones del Arsenal FC, los 53 millones del Liverpool FC y los 26,7 millones del Manchester United.
Tuchel y los jugadores del Chelsea, celebrando una victoria | EFE
Pero las pérdidas son algo frecuente. En los últimos seis años, tres de ellos se han cerrado con números rojos generalizados que recuperan con aportaciones de sus propietarios.
El Liverpool se mantiene
El Liverpool cerró 2019-20 con unas pérdidas de 46 millones de libras (52,9 millones de euros) contra las ganancias de 33,4 millones de libras (38,4 millones de euros) que logró en el ejercicio anterior.
Según el club, sin traspasos, el volumen de negocio retrocedió un 8% interanual, hasta 490 millones de libras (563 millones de euros). “Estábamos en una posición financiera sólida antes de la pandemia y desde este período de informe hemos continuado administrando nuestros costes de manera efectiva y navegando por un período sin precedentes”, dijo su director general, Andy Hughes.
Caída de ingresos audiovisuales
El principal golpe en términos de ingresos se produjo en el área audiovisual, con una caída del 22,6%, hasta 202 millones de libras (232 millones de euros), atribuible a las devoluciones pactadas con la Premier y las televisiones. Una parte de las facturas se incluirán en 2020-21 tras finalizar la competición en julio. Las taquillas retrocedieron un 15,5%, hasta 71 millones de libras, al no haber podido jugar con público cuatro partidos como local por el Covid-19.
Frente a esta evolución está la del área comercial, que logró generar un 15,4% más, hasta 217 millones de libras (249,3 millones de euros). La dirección atribuye esta mejora a la firma de ocho nuevos contratos de patrocinio, incluidos los de Cadbury e Iugis, y la renovación de socios como Nivea y Carlsberg. Además, se batieron récords de ventas de camisetas gracias a la consecución del título y la apertura de tiendas en Tailandia, Singapur y Vietnam. Los pronósticos para el 2021 son, como es de suponer, negativos en todos los frentes, lo que ha llevado a sus propietarios a plantearse la venta del club en un momento determinado. Finalmente se harán cargo de las pérdidas.
El incierto futuro del Manchester United
Por el contrario, tras el fracaso de la Superliga impulsada por 12 de los clubes más ricos de Europa, los dueños del Manchester United habrían puesto precio al club para una posible venta. Es evidente que los problemas económicos provocados por la pandemia agobian a muchos. Los grandes, acostumbrados a ingresar mucho más que ahora, son los más preocupados.
Ole Gunnar Solksjaer con Jadon Sancho, el fichaje más caro del verano 2021 / Manchester United
La Superliga quería resolver esos problemas económicos para siempre, pero encontró una oposición feroz de los aficionados británicos. Los inversores de la ciudad creen que una oferta cercana a su precio inicial de 4.000 millones de libras tentaría a los hermanos Joel y Avram.
El panorama europeo
Un estudio elaborado por la ECA considera una reducción en 2019-20 de un 7% respecto a lo previsto, hasta 20.400 millones de euros si no se incluyen las plusvalías por traspasos. La cifra de negocio debía ascender a 23.000 millones en 2020-2021, pero finalmente se prevé que acabe en 20.700 millones de euros, un 10,4% menos. Los márgenes también se estrecharán, con la pérdida de 2.800 millones de euros en el resultado de explotación.
Los datos revelan una tímida recuperación de la facturación el año que viene, muy lejos de las tasas de crecimiento que había experimentado el sector en la última década. “Los resultados demuestran que el impacto financiero del Covid-19 en los clubes europeos, hasta donde podemos ver ahora, ya es un shock sísmico, incluso con la mayoría de las competiciones en funcionamiento nuevamente”, advierte la organización.
El ‘ticketing’, el más perjudicado
El estudio contempla una caída generalizada de las ventas, aunque el área que más sufrirá es la de ticketing por razones obvias. Las dudas sobre cuándo podrá regresar el público a las gradas hace pensar en un descenso de ingresos del 38,5%, cayendo por debajo de los 2.000 millones de euros. La previsión es que los ingresos audiovisuales se mantengan relativamente estables, en tanto que se ha demostrado que los partidos sí pueden disputarse, aunque en el ámbito comercial se augura un descenso mayor por posibles rescisiones de contrato en un contexto de contracción del consumo.
Cola de socios del Barça en los aledaños del Camp Nou / FC Barcelona
La ECA advierte de que el gran desafío que se plantea a corto plazo es resolver una queja que se ha intensificado en los últimos años, y no es otra que la presión salarial sobre los ya de por sí estrechos márgenes. “Ahora es el momento de construir un entendimiento común y generalizado entre todos los interesados sobre los factores económicos y los puntos de presión de los clubes de fútbol, para que al trabajar juntos en la recuperación también podamos aprovechar la oportunidad para construir una mayor sostenibilidad”, señala el estudio.
El peso de los salarios
El informe indica que el peso de los salarios sobre el negocio ordinario se disparará especialmente en 2020-21, pasando de un 62,9% a un 70,1%. De cumplirse esa previsión, el incremento será de cuatro puntos porcentuales respecto a 2019-20, algo que se debe al poco margen que posiblemente habrá para negociar rebajas salariales como las acordadas este año durante el periodo de confinamiento y suspensión total de la actividad.
“Los salarios de los jugadores son un blanco fácil de opinión, pero un asunto financiero muy complejo de abordar. Tenemos que pensar ampliamente sobre el impacto a nivel de toda la industria y al mismo tiempo tener en cuenta las regulaciones y especificidades locales, que tienen un impacto considerable en los clubes de todos los tamaños”, comenta Hugo Hamon, responsable de finanzas de la ECA.
La organización no se atreve a anticipar cuál será el comportamiento del mercado de fichajes, aunque asume que “nos dará la próxima indicación de motivación económica y el estado de salud del fútbol, pero ahora también debería tomarse un tiempo para examinar estructuras de costes operativos más fundamentales, como, por ejemplo, costes de empresa, personal, sistemas y tecnologías, estadio”.
Francia, noqueada por Mediapro
Los clubes franceses de fútbol están en una grave situación económica por la pandemia, con unas pérdidas de explotación de 1.400 millones de euros la pasada temporada, lo que hace temer por quiebras de entidades, según sus responsables financieros.
Jaume Roures en un acto de Telefoot / Redes
Esas pérdidas se suman a los números rojos de 1.200 millones de la campaña anterior como resultado de la bajada de los derechos televisivos (400 millones) y traspasos (300 millones), además de abonos y entradas y patrocinios, detalla. Hay que recordar la grave crisis abierta a raíz del incumplimiento del contrato de Mediapro hace un año del que será muy difícil recuperarse.
Al borde de la quiebra
El resultado es que los equipos tienen una deuda acumulada que supera los mil millones de euros, más del doble que hace dos años, con la advertencia de que "lo peor está por venir". Avisan de que si los 330 millones acordados con Canal+ para la retransmisión de dos partidos por jornada no llegaran (hay problemas con el canal de pago) y se mantiene la caída de los fondos propios, "no se puede excluir que haya quiebras". Explica que hay accionistas que han llegado "al final de su capacidad de tapar los agujeros" económicos de los clubes.
De la quiebra se ha salvado de momento un histórico del fútbol francés, el Girondins de Burdeos, tras el acuerdo para la toma de control por parte del anterior propietario de Lille, el empresario Gérard Lopez. Sin embargo, el presidente de la DGCC recalca que el Burdeos, y la mayoría de los demás clubes de fútbol del país, deben someterse a una cirugía a fondo para transformar su modelo de negocio.
Reducción de la masa salarial
"Los equipos deben reducir su masa salarial", afirma, y recuerda que siete equipos de primera división tienen más de 40 jugadores bajo contrato, algo que "no tiene sentido".
Los equipos franceses han recurrido tradicionalmente a los traspasos para cuadrar sus cuentas, pero la pandemia ha dejado a los equipos de otras grandes ligas con mucho menos dinero para invertir en fichajes.