Alejandro Echevarría, la conexión de Laporta en el fichaje de Aubameyang

Una de las señas de identidad que caracterizan a Joan Laporta en su segundo mandato al frente del FC Barcelona es que se ha rodeado de un círculo de personas de su máxima confianza. Familiares y amigos del presidente han pasado a ocupar importantes cargos de responsabilidad dentro del club al tiempo que, paulatinamente, se han ido marchando reputados profesionales como el propio Ferran Reverter o el avalista José Elías, miembro de la comisión del Espai Barça hasta que renunció hace pocas semanas. Paralelamente, el dirigente cuenta con el apoyo incondicional de otras personas muy cercanas que no figuran oficialmente en el club, pero que le ayudan de forma externa y, aparentemente, sin remuneración alguna. Uno de ellos es el hermano del presidente, Xavier Laporta, que pasa más por las oficinas del club que muchos directivos. Otro que está teniendo una incidencia todavía más decisiva es Alejandro Echevarría. 

Joan Laporta y su excuñado Alejandro Echevarría / ARCHIVO

Joan Laporta y su excuñado Alejandro Echevarría / ARCHIVO

Conocido popularmente como el cuñadísimo, por el parentesco político que los unía mientras Laporta estuvo casado con su hermana Constanza Echevarría, se trata de un perfil empresarial muy potente, con multitud de contactos útiles, que ha logrado ir mejorando una reputación que antaño fue denostada por los medios. Principalmente se le atacó en 2004, cuando se descubrió que era uno de los miembros de la Fundación Nacional Francisco Franco, cosa que trató de ocultar Laporta, llegando a mentir a su junta directiva. Sin embargo, a pesar de esa impopular cuestión ideológica, la realidad es que Echevarría fue muy útil al Barça en el pasado, solucionó muchos problemas a los jugadores por la estrecha relación que mantenía con muchos de ellos, y está siendo una pieza clave para el actual Barça de Laporta en la sombra. 

Contactos en Gabón 

Su último servicio al club azulgrana ha consistido en participar directamente en el fichaje de Aubameyang, cosa que fue posible debido a sus importantes contactos en Gabón. Echevarría, la persona que metió a Toni Freixa en el Barça como secretario de la junta durante el primer mandato de Laporta, tiene una estrecha relación con el presidente del citado país africano, para cuya selección juega el nuevo delantero azulgrana. Tan buenos son sus contactos que hizo negocios allí y colocó a trabajar al exdirectivo Jaume Ferrer, delfín de Laporta en 2010 y muy amigo de la familia Pujol, para instaurar la liga profesional de fútbol de Gabón. 

Ese no fue el único movimiento del hijo de Juan Echevarría, exitoso empresario afincado en Barcelona, donde nació en 1928. También fue decisivo para conseguir, entre otras cosas, que José Antonio Camacho se convirtiese en seleccionador nacional de Gabón y Deco, exjugador del Barça, se encargase de la dirección deportiva del combinado africano hace ya algunos años. Curiosamente, Deco, uno de los mejores amigos que hizo Echevarría en la plantilla del Barça junto con Samuel Eto'o --que le abrió las puertas de Gabón-- o el propio Xavi Hernández, es ahora el nuevo scouter del Barça para captar talentos en Brasil. ¿Casualidad? No. Como tampoco lo fue la rápida conexión con la familia de Aubameyang, cuyo padre tiene una casa en Sitges y es conocido de Laporta desde hace años. Hasta el punto de que el presidente le llamaba Seedorf por su parecido físico con el exjugador holandés. La intervención de Echevarría fue decisiva para el acuerdo salarial que, a la postre, cerró Mateu Alemany en las oficinas del club, a altas horas de la madrugada, el pasado 31 de enero, cuando se cerró el mercado de fichajes de invierno. 

Deco, Camacho, Auba... ¿y Dembelé?

Las gestiones que Echevarría ha hecho para Laporta no terminan ahí --también fue clave para la consecución del aval bancario de hace un año a través del Banco Sabadell y en la recogida de firmas para ser candidato oficial a las elecciones--, lo que se desconoce es el motivo. Al parecer, únicamente la buena relación que une a los dos, a pesar de que se distanciaron tras el divorcio del presidente y su hermana. Con los años, han estrechado lazos nuevamente porque, al fin y al cabo, los hijos de Jan son los sobrinos predilectos de Alejandro. Aunque no se descarta que el empresario pueda obtener algún tipo de beneficio externo en aspectos tan esenciales como la búsqueda de casa para los futbolistas, coches u otro tipo de asesoramientos, el principal móvil que explica esta relación es la amistad derivada de sus vínculos familiares. 

Echevarría, que es un enamorado del restaurante Can Ferran --como Xavi-- y muy buen amigo de los dueños, donde los jugadores culés se conjuraron la semana pasada para dar la bienvenida a los nuevos fichajes --no se descarta que el propio Echevarría tuviese algo que ver con aquel encuentro--, ha sido esencial para cerrar el fichaje de Aubameyang, al que pretende ayudar a sentirse a gusto e integrado en el vestuario. Del mismo modo, hay quien cree que si consigue acercarse a Dembelé a través de Auba, también podría ayudar a conseguir la continuidad del delantero más polémico del momento. De hecho, también intervino en verano en las negociaciones para renovar a Messi, aunque salió muy mal. 

Enlace con Xavi y con el directivo Llauradó 

Además de ayudar con Auba y de recolocar a Deco en el club, hay que recordar que Echevarría fue también el enlace de Laporta con el directivo Jaume Llauradó. Pero, sobre todo, fue decisivo en el fichaje de Xavi. Suyas fueron las gestiones para reconducir una relación entre el actual técnico y Laporta que se había enfriado durante la campaña electoral debido al apoyo, explícito en privado, del egarense a Víctor Font. Aunque el presidente siempre presume de no gobernar desde el rencor, son muchos los episodios que hacen pensar que en él se cumple ese famoso dicho que reza lo siguiente: dime de que presumes y te diré de lo que careces. Un rencor que muchos conocidos suyos consideran que es el principal motivo que justifica la denuncia a la Fiscalía Provincial contra Bartomeu. 

Laporta, Xavi y Echevarría en un fotomontaje / Culemanía

Laporta, Xavi y Echevarría en un fotomontaje / Culemanía