Rodrigo García y Germán Martínez, los abogados de Neymar en el juicio contra el Barça / EFE

Rodrigo García y Germán Martínez, los abogados de Neymar en el juicio contra el Barça / EFE

Palco

Acaba el juicio de Neymar contra el Barça

La contienda entre las partes depara un caso de difícil resolución para el juez

27 septiembre, 2019 16:55

Prácticamente eran las 16 horas cuando terminó el juicio que daba el golpe de efecto final al gran culebrón del verano. Neymar Junior se enfrentó al FC Barcelona en una contienda laboral celebrada en la sala 211 de la Ciutat de la Justicia que pondrá de moda dos conceptos en los próximos días signing bonus y loyalty bonus. Dos términos que se repitieron un centenar de veces y que serán clave a la hora de determinar el concepto del pago de la prima que generó el conflicto. 

Prima de renovación para los Neymar y prima de fidelidad para el Barça. En eso no se ponían de acuerdo, pero sí en las cantidades: el total asciende a 64,4 millones de euros que se dividen en dos conceptos. Por un lado, los casi 23 millones brutos que el Barça pagó al carioca en julio de 2016 como primer anticipo del loyalty bonus o prima de fidelidad tras la renovación y, del otro, los 20.750.000 euros netos (43,6 millones brutos) correspondientes al segundo pago por el mismo concepto que el Barça nunca llegó a abonar, depositando la cantidad neta en una notaría. Según el club, esas cantidades se anticiparon porque los Neymar así lo pidieron para solventar sus problemas fiscales en Brasil, pero el pago siempre estuvo condicionado al cumplimiento del contrato con la prórroga establecida hasta 2022

La representación del Barça dio la cara y defendió con uñas y dientes su interpretación del contrato laboral de Neymar para justificar un impago que desde la parte inicialmente demandante --hay que recordar que las dos partes se demandaron mutuamente pero los Neymar fueron los primeros en actuar-- se considera un incummplimiento claro del contrato. 

Testigos sorpresa 

El club blaugrana, representado por tres abogados, contó con la intervención sorpresa de dos testigos: el portavoz del club, Josep Vives, como representante de la entidad y el jefe de los servicios jurídicos del club, Román Gómez Ponti, como una de las personas que participó en la redacción de los contratos. Una estrategia legal que solo el juez puede determinar si funcionó o no. Curiosamente, el letrado azulgrana, Carlos McCgrath solo formuló una pregunta a Vives

El juicio, con las partes citadas a las 9:30h, dilató su empiece hasta la una del mediodía después de unas largas negociaciones entre las partes que no sirvieron para evitar el pleito. Durante la vista, se vieron dos versiones contrapuestas, con una diferente interpretación de los hechos y con sus respectivos testigos avalando la interpretación de cada una de las partes. 

Plazo para las conclusiones: 21 de octubre 

El problema para el Barça puede ser que el juez dé más valor a lo que pone en los contratos. Y, en ese caso, al menos por escrito, dio la sensación de que el redactado coincide más con la versión del clan brasileño. Sin embargo, la posible mala fe acreditada de los Neymar al negociar con el PSG mientras pedía la prima del Barça, que al parecer también cobró del propio club francés, podría servir para decantar la balanza hacia los azulgrana. No será fácil. 

Por ahora, y tras la práctica de varias pruebas documentales y tres testificales, solo queda esperar a la presentación de las conclusiones. El juez solicitó a las partes que lo hicieran por escrito para no dilatar más el proceso. Barça y Neymar deben presentar su escrito de conclusiones el 21 de octubre como tarde y, a partir de esa fecha, el juez podrá dictar sentencia. 

La vía del acuerdo sigue abierta  

Cabe destacar, como recordó el propio juez, que la sentencia se dictará siempre y cuando las partes no alcancen antes un acuerdo. Con lo que queda abierta la vía para que unos y otros sigan negociando una solución que pueda archivar el caso. Durante la mañana se especuló con la posibilidad de que la representación de Neymar hubiese pedido al Barça su fichaje como condición a la retirada de la demanda. Hecho este que, posteriormente, fue desmentido a Culemanía desde fuentes de la entidad. 

El culebrón continúa.