La eterna maldición de la Champions League que acecha a Laporta: la final en el Camp Nou trae mal fario

El FC Barcelona es uno de los clubes más importantes del planeta y la Champions League es una de las competiciones más mediáticas del mundo. Si se suman ambos factores, el resultado es mediáticamente explosivo y tanto Joan Laporta como Aleksander Ceferin son muy conscientes de ello. Es por eso que el Barça ha solicitado a la UEFA albergar la final de 2029 de dicho torneo en el Spotify Camp Nou. Asimismo, aunque la oportunidad parezca única y muy positiva, la historia nos muestra una cara muy diferente. Existe una maldición muy concreta que acecha al conjunto azulgrana.

El Camp Nou presenta su candidatura

Este viernes el organismo presidido por Ceferin ha desvelado el interés de 15 federaciones para alojar las finales de la Champions League en 2028 y 2029. En Can Barça tenían la posibilidad de postularse para 2028, pero directamente han declarado su predisposición para un año más tarde. Wembley, feudo de la primera Copa de Europa levantada por el cuadro catalán en Londres, también ha comunicado su interés para el mismo año.

De este modo, ahora empieza la carrera para hacerse con la posesión de la final del máximo torneo continental de clubes en el mundo con dos velocistas muy claros: Wembley y Camp Nou. Si finalmente Joan Laporta logra lo que se propone y termina por hacerse con la adjudicación de la final en 2029, se abrirá un mundo de posibilidades marcado por una historia muy negativa.

Los precedentes son terroríficos

Para empezar, sería la tercera vez que el Camp Nou alberga una final de la Champions League. El feudo de Les Corts ya albergó la final de la Copa de Europa entre el Steaua de Bucarest y el Milan (0-4) en 1989, y la famosa remontada exprés y agónica del Manchester United al Bayern en 1999 (2-1). Mientras que ambos encuentros estuvieron a la altura de un espectáculo mediático muy exigente, la participación del FC Barcelona en ambas ediciones de la competición pasó muy desapercibida.

De hecho, en la primera ocasión mencionada, los azulgranas no llegaron ni a clasificarse. La temporada anterior, es decir, la campaña 1987-88, finalizó con el Barça en segunda posición de la tabla de Primera División española. En ese entonces tan solo el ganador del torneo doméstico nacional tenía el privilegio de clasificarse a la Copa de Europa, por lo que los culés no pudieron formar parte ni de la fase de grupos. Mal comienzo.

La historia en el curso 1998-1999 fue distinta, pero igual de terrible. En esa ocasión, el FC Barcelona sí que consiguió clasificarse para la Copa de Europa, pero cayó eliminado estrepitosamente en la fase de grupos. Terminó la 'liguilla' con dos victorias, un empate y tres derrotas, lo que lo relegó a la tercera posición de la tabla. El Bayern de Múnich y el Manchester United pasaron de ronda, mientras que el Brondby también clausuró su participación en la competición europea. Dos fracasos en dos oportunidades.

Nunca antes visto

Para más inri, existe otra estadística que condena aún más al Barça. Desde la transformación de la Copa de Europa en Champions League (1992-1993), ningún equipo que albergó la final de la competición en su estadio ha terminando alzándose con el trofeo. El club que estuvo más cerca fue el Bayern de Múnich. Los bávaros disputaron la final de la Champions en el Allianz Arena en 2012, pero cayeron eliminados ante el Chelsea en los penaltis.

Asimismo, el Real Madrid y el Inter de Milán sí que pudieron conseguir dicha hazaña, pero antes del renombramiento de la competición a Champions League. Los blancos lo hicieron en la campaña 1956-57 al imponerse a la Fiorentina por 2 a 0 en el Santiago Bernabéu y los nerazzurri consiguieron lo propio en el curso 1964-65 en San Siro contra el Benfica.