La historia interminable del Spotify Camp Nou: de las prisas por llegar al Gamper a la calma para volver con el máximo aforo posible

Si algo ha dinamitado los planes del FC Barcelona para la temporada 2025-26 es el regreso al Spotify Camp Nou. Dicho dilema es la joya de la corona de las carpetas abiertas de Joan Laporta, que se ha visto obligado a variar de planes en numerosas ocasiones. Asimismo, las intenciones de la directiva azulgrana han cambiado con el paso del tiempo. En un inicio, la vuelta al templo barcelonés parecía ser la prioridad expresa de la entidad, pero ahora, el escenario es diferente. El Barça no pisará el Camp Nou hasta que la Fase 1B de las obras esté finalizada. ¿Cuál es el porqué del cambio de intencionalidad? Existen diferentes opciones.

Cambio de rumbo

Lo único que está claro al 100% es que la directiva azulgrana ya no tiene tantas prisas para regresar al feudo culé como antes. En junio, el FC Barcelona anunció que la fecha tan esperada por todo el barcelonismo iba a ser el 10 de agosto de 2025, pero la alegría duró muy poco. Tan solo tres semanas después, Laporta tuvo que comunicar que se echaba atrás, ya que la construcción no había recibido los permisos necesarios por parte de la constructora y el Ayuntamiento de Barcelona.

Sin embargo, lo siguieron intentando. "Estamos trabajando con el Ayuntamiento para obtener la Licencia de Primera Ocupación lo antes posible", dijo Elena Fort, vicepresidenta institucional del Barça, el 20 de julio. "Lo antes posible", esas fueron las palabras de Fort. Han pasado casi tres meses y dicho permiso sigue siendo una quimera. ¿Por qué? Porque al FC Barcelona ya no le urge tanto volver al Spotify Camp Nou.

Los PSL, la clave de todo

Una razón que podría defender la hipótesis atañe a la venta de los 475 asientos VIP del templo culé. Uno de los grandes problemas al que se enfrentaba Joan Laporta al iniciar el curso era convencer a Crowe Global, nuevo auditor del FC Barcelona, para que validase la compra de 100 millones de euros por dicho activo.

En un intento para hacer precisamente eso, Jan activó los PSL por primera vez en la última jornada de la Liga 2024-25 contra el Villarreal en el Estadi Lluís Companys. Además, hizo lo propio ante el Como 1907 en el Trofeu Joan Gamper y en todos los encuentros disputados de la Liga 2025-26 como local en el Estadi Johan Cruyff. La idea era argumentar a Crowe que el activo vendido ya podía ser explotado y, por lo tanto, los 100 millones de euros debían ser computados en ese ejercicio económico.

Sorpresa sobre la bocina

Sin embargo, todo apuntaba a que dicha validación no iba a ser posible hasta que los azulgranas volvieran al Camp Nou, ya que la ubicación del activo era en el feudo culé y no en el Lluís Companys o el Johan Cruyff. De este modo, la vuelta a Les Corts era la última pieza del rompecabezas, ya que solucionaba --en gran parte-- los problemas económicos de la entidad culé y el culebrón de la sede barcelonesa. Es por eso que tanto Joan Laporta como Elena Fort hicieron hincapié en varias ocasiones sobre la intención de regresar "lo más pronto posible", ya que era la solución de todos sus problemas.

Asimismo, tras el cierre de cuentas 2024-25, saltó la sorpresa. El Barça comunicó que ya tiene permiso del auditor, Crowe Global, para contabilizar, al menos, una parte de los 100 millones de euros de los PSL. De este modo, ese ingreso que parecía estar congelado, se derritió, y el argumento principal que el FC Barcelona podía tener para acelerar las gestiones del regreso al Camp Nou, se esfumó.

Soltar el acelerador

Además, Laporta ya se había asegurado un plan 'B'. A finales de agosto, el Barça llegó a un acuerdo con el Ayuntamiento de Barcelona para prorrogar su estancia en Montjuïc hasta febrero, lo que permitía a los azulgranas arrancar la campaña sin tener que pisar el Johan Cruyff por más de dos partidos.

Con el Lluís Companys en el saco y los PSL contabilizados, la vuelta al Camp Nou no urge tanto, y además, podría significar un agujero muy grande para las cuentas culés. Según pudo saber Culemanía, la junta del FC Barcelona no quiere verse obligada a compaginar estadios y eso sucedería obligatoriamente si el Camp Nou abre con tan solo la Fase 1A de las obras acabada.

Sin compaginar estadios

Para la Liga, al Barça le vale con haber finalizado la Fase 1A de las obras, que abre al público la Tribuna y parte del Gol Sur. Dicha etapa inicial de construcción establece un aforo de 27.000 aficionados. Sin embargo, la UEFA pide, para la Champions League, también la finalización de la Fase 1B, que abriría el estadio para 45.000 espectadores. De este modo, si el FC Barcelona el Camp Nou tras recibir la LPO de la Fase 1A, podría jugar la competición liguera en dicho estadio, pero tendría que mudarse a Montjuïc para disputar la Champions.

Ese escenario sería catastrófico para el FC Barcelona por una simple razón: el coste añadido de tener dos campos en activo. Los trabajos de preparación y gestión de dos estadios son muy elevados, y con el objetivo de ahorrarse el máximo posible en costes, Laporta prefiere prorrogar aún más la vuelta al Camp Nou. De hecho, el propio Joan Sentelles, director del Espai Barça, lo ha confirmado este lunes. "Económicamente, no es viable volver con 27.000 espectadores, pero el hecho de no tener esta licencia nos priva de pedir la de la 1B, que es la que nos da 45.000 aficionados", explicó el dirigente culé.

La realidad es muy diferente ahora que hace dos meses. En ese entonces, Joan Laporta estaba dispuesto a mover cielo y tierra para regresar al feudo azulgrana, pero ahora, es mucho más prudente. Asimismo, en lo que atañe a una posible fecha de regreso, Sentelles sigue sin morderse la lengua: "Hacia mediados de noviembre deberíamos tenerla [la LPO de la Fase 1B]".