Máxima presión para Laporta con las obras del Camp Nou antes de la asamblea: dos escenarios a la vista

Las carpetas abiertas se acumulan encima de la mesa de Joan Laporta y todas ellas orbitan alrededor de un mismo asunto: el regreso al Camp Nou. Dicho dilema se está convirtiendo en el cuento de Pedro y el lobo, y aún parece que la solución está muy lejos en el horizonte. Asimismo, la inminente asamblea general de socios podría cambiar el rumbo de las decisiones del presidente culé, que a expensas de ganar fuerzas electorales, aceleraría el proceso de vuelta al templo azulgrana. De esta manera, se abren dos escenarios distintos. Ambos negativos.

El detonante de las prisas

Antes del cierre del ejercicio económico 2024-25, parecía que el regreso al feudo de Les Corts era imprescindible para clausurar el período fiscal en positivo. ¿La razón? La validación por parte del auditor del FC Barcelona, Crowe Global, de la venta por 100 millones de los 475 asientos VIP. A priori, sin la vuelta al Spotify Camp Nou, era imposible convencer a Crowe para que confirmara la transacción tan necesaria para las cuentas azulgranas, pero dicha operación dio un revés muy grande.

Los asientos Vip de la denominada 'Players Zone' junto al túnel de vestuarios y cerca de los banquillos Víctor Malo CULEMANIA

Joan Laporta y el logo de Crowe Global en un montaje Culemanía

Según ha podido saber Culemanía, el auditor del FC Barcelona habría cedido --siempre presuntamente, ya que la confirmación a este medio es extraoficial y podría estar sujeta a giros de guion-- y Laporta podría computar los ingresos derivados del activo en el ejercicio 2024-25. De hecho, dicho montante está contabilizado desde mayo, cuando el Barça recibió en Montjuïc al Villarreal. De esta manera, las prisas por volver al Camp Nou ya no están condicionadas por la validación de los 100 millones de los PSL, por lo que la operación podría significar un alivio para Jan. Sin embargo, no lo es.

Dos escenarios negativos

Aunque, a priori, el presidente azulgrana no tiene porqué correr para asegurar el regreso al templo culé lo antes posible, un nuevo condicionante aparece en el horizonte: la asamblea general de socios. En dicha reunión, Laporta deberá presentar el cierre del ejercicio 2024-25 y plasmar la planificación para el próximo, pero lo más importante es que tendrá que mostrarse fuerte y confiado en su gestión para ganar papeletas electorales. El encuentro telemático tendrá lugar el domingo 19 de octubre y depende de las decisiones de Jan, se pueden abrir dos escenarios distintos.

Regresar para no dañar su imagen

El primero contempla una situación aparentemente positiva en la que el FC Barcelona regresa al Spotify Camp Nou para el encuentro contra Girona del 18 de octubre. De hecho, si Jan quiere mover ficha antes de la asamblea dicho partido es su última bala. En el esperpéntico caso de que el Ayuntamiento de Barcelona otorgue al club culé la Licencia de Primera Ocupación, Laporta podría llegar a la reunión con los socios con la cabeza bien arriba, pero sabiendo que los costes por realizar el movimiento son muy altos.

El presidente del Barça, Joan Laporta, en la presentación del informe 'forensic' ante los socios FCB

¿El motivo? Las restricciones de la UEFA. El organismo presidido por Aleksander Ceferin ya ha confirmado al FC Barcelona que el partido del 21 de octubre correspondiente a la tercera jornada de la Champions League contra el Olympiacos no podrá disputarse en el feudo culé. De esta manera, si el Barça regresa al Camp Nou para el Girona, los azulgranas deberían volver a Montjuïc tres días después.

fotos camp nou Òscar Gil Coy Barcelona

Dicho escenario plasma una realidad de compatibilización de estadios que Laporta y su junta quieren evitar a toda costa. Lo confesó Elena Fort, vicepresidenta institucional de la entidad barcelonesa, que hace menos de un mes, el 10 de septiembre, descartó la posibilidad de alternar campos: "No contemplamos el escenario de compatibilizar Montjuïc y el Camp Nou". La razón de la negación es el coste económico que significa tener dos estadios preparados en todos los sentidos. Asimismo, Laporta asumiría ese riesgo si quiere ganarse el corazón de los socios antes de la asamblea.

Esperar y perder fuelle entre los socios

Por el otro lado, existe el escenario más pesimista --y quizá más realista-- que contempla que el FC Barcelona no regresará al Camp Nou para el encuentro contra el Girona. En este caso, la imagen de Joan Laporta como candidato en la asamblea general de socios recibiría un gran golpe debido al enésimo retraso de la vuelta al templo culé.

Joan Laporta y miembros de la junta directiva del Barça, en la ofrenda floral por la Diada Nacional de Catalunya FCB

Esta posible decisión establecería una realidad en qué lo más probable sería que hasta que la Fase 1B de la construcción no esté acabada, el Barça no podría volver al Spotify Camp Nou. La razón de ello es que Laporta esperaría a poder regresar al mismo tiempo con la Liga y la Champions League, lo que obligaría a esperar a que la UEFA diera luz verde y no el organismo presidido por Javier Tebas, que es más flexible. En el caso de la entidad continental, el feudo culé debe tener abierto el lateral del estadio por motivos televisivos y en la Fase 1A que el Ayuntamiento de Barcelona aún debe validar no figura dicho espacio.

Asimismo, el dilema se podría alargar hasta diciembre o pasado. Aparte del partido contra el Girona el 18 de octubre y el del Olympiacos el 21 del mismo mes, los siguientes escenarios posibles de regreso como locales son: Elche (2 de noviembre), Athletic Club (23 de noviembre), Deportivo Alavés (30 de noviembre) y Eintracht Frankfurt (9 de diciembre).

fotos camp nou Òscar Gil Coy Barcelona