Las 8 mejoras de contrato que hipotecan al Barça de Laporta con las inscripciones

El FC Barcelona terminará el mercado de fichajes sin entrar en la norma 1:1 de la Liga. Clave para alcanzar la normalidad financiera era el regreso al Camp Nou durante esta ventana estival. Con las licencias pertinentes, Crowe, auditor del club, hubiese validado los 100 millones de euros de los asientos Vip. Para generar Fair Play, Deco ha ido cerrando operaciones, hasta enfilarse a más de 70 millones de euros. Faltaba mucho más para llegar a los 100 kilos y, después, generar margen para fichar o inscribir futbolistas. Además, las renovaciones han restado.

Deco ha conseguido ampliar el contrato de muchos futbolistas clave, pero las firmas y, por tanto, las mejores salariales, había que compensarlas con Fair Play. Joan Laporta lo reconoció antes del estreno liguero ante el Mallorca: "Hemos vuelto a salir de la 1:1 por el hecho de que teníamos que renovar jugadores. Ya lo habíamos asumido, contábamos con que habría que reducir este exceso".

Un aval como solución

"Se han encontrado soluciones para poder inscribir a los dos jugadores que hemos fichado de nuevo, que son Joan García y Marcus Rashford", añadió el presidente. El Barça inscribió a los dos futbolistas aprovechando solo una parte de todo lo recaudado con salidas. De los más de 70 millones, el club solo pudo usar unos 30 millones por las restricciones de la Liga.

Joan Laporta posa con Marcus Rashford, tras formalizar su fichaje por el Barça FCB

Y Deco no tuvo más Fair Play para inscribir a Roony Bardghji, Wojciech Szczesny y Gerard Martín. Con las despedidas posteriores de Oriol Romeu, Jan Virgili e Iñaki Peña, el Barça logró alistar al lateral zurdo para este domingo. Ahora bien, una de las soluciones para dar cabida a todos es el aval de 12 millones dividido en dos tramos --7 activados para la desviación de las secciones y 5 en pagarés para inscribir--.

Renovaciones al alza

Esta es el remedio que ha encontrado el Barça para, en parte, compensar las renovaciones al alza. Y es que la temporada pasada uno de los primeros en renovar fue Fermín López. El centrocampista de El Campillo firmó una extensión de cinco temporadas, hasta 2029, en octubre de 2024. Tras un gran rendimiento, sus emolumentos subieron.

Pedri, durante el Barça-Atlético en Montjuïc EFE

En el mercado de invierno, aprovechando que el Barça estuvo en el 1:1 hasta que Crowe retiró los 100 millones de los asientos Vip, Deco firmó otras cuatro renovaciones importantes. Las de Pedri, Gavi, Ronald Araujo y Gerard Martín.

Dos cracks renuevan

A final de temporada, también amplió su contrato por una temporada más, del 2027 al 2028, Raphinha. El delantero brasileño merecía un aumento salarial tras una temporada a nivel de Balón de Oro. El día de su 18 cumpleaños firmó una extensión, que puede llegar a los 20 millones netos si se cumplen una serie de variables, Lamine Yamal.

La última renovación, al tratarse de una temporada completa, que perjudicó levemente al Fair Play fue la de Szczesny, que ahora tiene contrato hasta 2027. La suya y las de Fermín, Gavi, Pedri, Araujo, Martín, Raphinha y Lamine Yamal son las ocho que han hipotecado al club y su margen salarial.

Renovaciones para rebajar Fair Play

Sin embargo, otras han ayudado a producir más espacio. Ansu Fati alargó su contrato hasta 2028 para reducir su salario y así poder hacer que el Mónaco asumiera parte de su ficha. Antes tenía convenio hasta 2026.

El calvario de Ansu Fati en el Mónaco: cero minutos en seis amistosos As Mónaco

Jules Koundé, en el acto de su renovación con el Barça Òscar Gil Coy Barcelona

Jules Koundé también renovó este mes de agosto. Su salario, posiblemente, haya aumentado, pero la ampliación contractual ha ayudado a reducir mucho la amortización de su traspaso. El Barça, en 2022, pagó 50 millones más 10 en variables al Sevilla. Su anterior contrato terminaba en 2027. Sin contar las variables, el coste de Koundé, sin la ficha, era de 10 kilos. Ahora será de unos 4 millones.

La última renovación que ha ayudado a generar Fair Play es la de Iñaki Peña. El portero alicantino terminaba su vínculo con el Barça en 2026, pero su salario, inasumible para cualquier equipo de media tabla, hacía imposible un traspaso o una cesión. Por ello, el club le amplió el contrato hasta 2029, dividiendo su ficha y facilitando su préstamo al Elche.

Solución para evitar el aval

El Barça, según Laporta, ya contaba con los excesos por las renovaciones. Al final, sin los asientos Vip, la institución estuvo a punto de no poder inscribir a Martín, Tek y Bardghji. Y por eso se ha hecho un aval y se habla de una venta dolorosa. La salida de un canterano, por mucho que el club no quiera deshacerse de nadie, devolvería la entidad a la norma 1:1 y evitaría que la directiva asumiese los intereses de la garantía bancaria, ya que no haría falta activarla.