Joan Laporta, junto a Cat, la mascota del Barça, en el estand de Sant Jordi FCB
Laporta recorta más del 25% del presupuesto del Barça de basket en dos años: del nuevo Palau ni habla
Las secciones del Barça pierde crédito en las grandes competiciones europeas por los problemas económicos del club
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Joan Laporta siempre ha sido más querido en el Camp Nou que en el Palau Blaugrana, donde ha sido silbado en varias ocasiones. Presidente futbolero, gran admirador de la Holanda de Johan Cruyff y la Alemania de Beckenbauer, la gestión de las secciones siempre le ha resultado muy complicada. En la primera y en la segunda etapa como máximo dirigente de un club polideportivo.
En su primera etapa como presidente, Laporta se cargó al equipo de basket que ganó la Euroliga de 2003. La crisis, iniciada en 2004, duró hasta 2008, con las contrataciones de Joan Creus como director deportivo y de Xavi Pascual como entrenador. En su segundo ciclo, el máximo dirigente también desmontó un equipo que en 2023 destrozó al Real Madrid en la final de la ACB (3-0) al despedir a Nikola Mirotic, Cory Higgins y Sarunas Jaskevicius.
El fichaje de Willy
Laporta argumentó que el Barça no podía sostener una sección tan deficitaria y filtró que los salarios del técnico y los dos jugadores ascendía a 17 millones de euros por temporada. El problema es que poco después fichó a Willy Hernangómez tras ofrecerle 12,5 millones de euros por tres años y su rendimiento es decepcionante.
Nikola Mirotic comanda una jugada en el partido contra el Barça de basket ARMANI MILAN
Joel Parra, Darío Brizuela y Willy Hernangómez en un partido contra el Monaco FCB
El Barça destinó 38 millones de su presupuesto, de la temporada 2022-23, para pagar los salarios de los técnicos y jugadores del primer equipo de baloncesto. En el curso actual, la partida será de poco más de 28 millones de euros, es decir, 10 millones menos que hace dos años. El descenso es del 25% y explica que el Barcelona no compita en igualdad de condiciones con sus grandes rivales en la Euroliga.
Los fichajes de Navarro
El presupuesto para los salarios de la plantilla de baloncesto fue de 31,5 millones de euros en el pasado ejercicio. Ahora es de tres millones menos y Juan Carlos Navarro, manager general, solo puede fichar a jugadores de perfil bajo o en la recta final de su carrera profesional (Juan Marcos, Myles Cale, Will Clyburn y Tornike Shengelia). El recorte también explica que el Barça haya firmado un nuevo contrato con Fall tras anunciar su salida del club en junio.
Juan Carlos Navarro, director deportivo del Barça de Basket FCB
El fútbol femenino, con un presupuesto ligeramente al alza, tampoco ha podido retener a futbolistas muy importantes por motivos económicos, mientras que el balonmano, el fútbol sala y el hockey sobre patines mantienen las partidas, muy alejadas ya de sus grandes rivales en Europa.
Las fugas del balonmano
La afición del Palau está muy preocupada por el futuro de las secciones profesionales, las grandes víctimas de los excesos salariales del fútbol y de las comisiones millonarias de Laporta a intermediarios afines. En balonmano, por ejemplo, el club no ha podido retener a Gonzalo Pérez de Vargas ni renovar a Emil Nielsen, considerados los dos mejores porteros del mundo. Y, en baloncesto, desde el entorno de Laporta aseguran que activará la gran revolución dentro de unos meses, con la llegada de un nuevo director deportivo y un técnico de primer nivel.
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El diseño del nuevo Palau Blaugrana, el futuro pabellón del Barça FCB
El futuro de las secciones también pasa por la construcción del nuevo Palau Blaugrana, con capacidad para 15.000 espectadores, y del Petit Palau, para 3.000 o 4.000 aficionados. En el primer pabellón jugaría el equipo de basket y en el segundo, el balonmano, el fútbol sala y el hockey sobre patines.
El futuro Palau Blaugrana
Laporta prometió que el Barça tendría un nuevo Palau Blaugrana en 2025 o 2026. Luego se habló de estrenar el futuro pabellón en 2028, pero ahora ya ni se habla del asunto. De momento no hay proyecto ni financiación para una instalación que reclama la Euroliga desde 2011 y que permitiría que el club duplicará el número de abonados al baloncesto. El futuro Palau, sin embargo, es el patito feo del Espai Barça, un asunto que preocupa, pero no demasiado, en plena crisis económica.
