La rectificación de Ter Stegen abre un nuevo escenario al Barça con el Fair Play: inscripciones inminentes

El FC Barcelona gana el pulso a Marc-André ter Stegen. Las últimas medidas de Joan Laporta, abrir un expediente disciplinario al jugador, retirarle la capitanía y dejarle sin dorsal, ya perdonadas, han surtido efecto. El portero alemán se negaba a firmar la autorización que permitía al club enviar su informe médico a la Liga. Al final, Ter Stegen ha cedido a la presión y se ha destapado un nuevo escenario económico que facilita las inscripciones de Joan García y Marcus Rashford.

Laporta, Hansi Flick y Deco estaban molestos porque el cancerbero de 33 años, en lugar de apoyar a Wojciech Szczesny, se paseó por los medios de su país asegurando que podía jugar la final de la Champions League. El técnico de Heidelberg siguió con su idea. Ya con el alta, Ter Stegen jugó con Alemania. La alegría solo le duró un par de partidos.

Ter Stegen se desdice

Por culpa de unos problemas en la zona de las lumbares, el meta de Mönchengladbach tuvo que pasar por quirófano. Al Barça se le abría una nueva vía para generar Fair Play. Tal y como hizo con Andreas Christensen el verano pasado, una lesión de larga duración habilita usar una parte del salario para inscribir a otro futbolista. Así entró Dani Olmo y así podía caber Joan García.

Sin embargo, la Liga considera una lesión larga cuando, como mínimo, supone cuatro meses de baja. Ter Stegen, en un comunicado que publicó por su propia cuenta, aseguró que solo necesitaría tres meses. El pasado viernes, cambió el relato. "Anuncié públicamente el plazo de recuperación mínimo", rectificó el portero del Barça.

La 'bendita' excepción

Tras las evaluaciones de los especialistas, está claro que Ter Stegen cometió un grave error. Para no quedar mal con la afición, y a pesar de que con la ley de protección de datos no tendría por qué dar su consentimiento, el guardameta culé firma el documento que el club necesita. "Estoy plenamente dispuesto a colaborar con la dirección del club para resolver este asunto y facilitar la autorización requerida", remarcó.

Tal y como sucedió con Christensen, el Barça, al estar excedido, puede ampararse en la excepción que se contempla en el artículo 72 de las Normas de Elaboración de Presupuestos de la Liga, que trata los casos de una "lesión de larga duración". El año pasado, el club pudo usar el 80% del salario del central danés. Ahora la situación es distinta.

Unos 6 millones de Fair Play

El Barça, al lesionarse Ter Stegen con el periodo de inscripciones aún por cerrar, no puede utilizar el 80% de su ficha. El sueldo del cancerbero alemán, de entre 14 y 16 millones de euros, supondría, como mínimo, 11,2 millones de Fair Play si las condiciones fuesen diferentes.

Ahora bien, como Ter Stegen ha sufrido la dolencia en pleno mercado, solo puede usar el 50% del 80%. Es decir, el Barça, tras ampararse en la excepción, tendrá entre 5,6 y 6,4 millones para dar de alta a un solo jugador. Joan sigue sin caber. Hay que contar la amortización del fichaje.

Rashford y compañía, a la espera

El Barça tiene que pensar en los cinco millones por temporada que cuesta su cláusula de rescisión, tasada en su momento en 25 millones. Con únicamente la excepción, el club azulgrana no podrá inscribir a Joan, pero podrá complementarlo con lo generado con las salidas de Iñigo Martínez, Clement Lenglet, Pau Víctor o Ansu Fati.

Con las salidas conseguidas por Deco hasta el momento, el Barça lleva 27 kilos de Fair Play generados, un importe que antes ya era suficiente como para alistar a García y Rashford, y con el que ahora debería sobrar. Bajo la norma 1:1, esta cantidad sería de 62 millones, pero la entidad, excedida, solo puede usar el 60% de los sueldos liberados y el 20% de los traspasos conseguidos. A esta suma se le deben añadir lo que libera Ter Stegen.

El salario de Rashford, de unos 14 millones de euros, debería entrar perfectamente. También los contratos de Szczesny y Gerard Martín, a quien se le hará ficha del primer equipo. Ter Stegen firma la paz con el Barça, recupera el brazalete y, además, genera un nuevo escenario económico mucho más provechoso para el club.