Joan Laporta posa con Marcus Rashford, tras formalizar su fichaje por el Barça FCB
El Barça de la recuperación económica firma el mercado de fichajes más austero de la era Laporta
El club azulgrana gasta 27,5 millones de euros en las llegadas de Joan García, Roony Bardghji y Marcus Rashford, la cifra más baja del actual mandato
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El FC Barcelona cierra el grifo de los fichajes. A falta de un mes para que la ventana de traspasos veraniega baje la persiana el 31 de agosto, el Barça solo espera formalizar movimientos en forma de salidas. "En principio, no habrá más refuerzos", reconoció el presidente del club catalán, Joan Laporta, en una entrevista reciente. El director del área de fútbol azulgrana, Deco, ha culminado los deberes con tres incorporaciones: Joan García, por 25 millones de euros, Roony Bardghji, por 2,5 millones, y Marcus Rashford, a coste cero como cedido.
La entidad catalana ha desembolsado 27,5 millones de euros en el período estival más precario desde que Jan regresó a la presidencia en 2021. Hasta la actualidad, el registro más bajo de la segunda era Laporta se remontaba a 2023. En aquel entonces, solo se gastaron 30 millones fijos en Vitor Roque y otros 3,4 kilos en Oriol Romeu. El resto de refuerzos llegaron a coste cero. La institución barcelonista atraviesa una situación económica más holgada, con unos ingresos de 950 millones, según el máximo dirigente de la entidad. Con esto, los mismos problemas de Fair Play amenazan las inscripciones de los recién llegados.
Faltan 42 millones
Los 155 millones abonados por Nike en concepto de prima de renovación llenaron la tesorería del club. Además, New Era Visionary Group y Forta Advisors, sociedades oriundas de Emiratos Árabes Unidos y Qatar, respectivamente, también transfirieron 58 millones para adquirir los derechos de explotación sobre 475 asientos Vip del nuevo Camp Nou. En Arístides Maillol contaban con liquidez como para acometer ese fichaje que "ilusiona mucho", en palabras de Laporta durante su discurso en la reunión ordinaria del senado de la entidad. El signing bonus pagado por la multinacional de Oregón iba a financiar la contratación, fallida a la postre, de Nico Williams.
Sin embargo, faltan 42 millones para regresar a la norma 1:1 del Fair Play regido por la Liga. No había problemas para pagar a tocateja la cláusula del joven extremo, tasada en 58 millones. Pero en Can Barça vuelven a estar cedidos. Al menos, hasta que se perciban los 42 kilos pactados con New Era por la cesión de las butacas de lujo. En su defecto, una gran venta por un importe equivalente saldaría las cuentas pendientes con la patronal para inscribir sin restricciones. Por lo tanto, Nico habría tenido que recorrer un Vía Crucis similar al que sufrió Dani Olmo antaño. El motivo económico vuelve a atar a Deco en los despachos.
El desplante de Nico
En segundo lugar, el propio desplante de Nico también ha motivado un mercado de escasez. La falta de garantías sobre su registro en la Liga decantó el segundo rechazo del delantero al FC Barcelona en dos años. La comodidad de permanecer en Lezama, el hogar donde se ha formado como futbolista, pesó en su decisión. Del mismo modo, en San Mamés se aseguró un aumento salarial para embolsarse de 7 a 8 millones netos anuales, y sobrepasar los 10 kilos en los últimos años de una vinculación extendida hasta 2035. Unos emolumentos iguales o superiores al ofrecimiento azulgrana.
El plan B en la lista de Deco, Luis Díaz, tampoco vistió la camiseta del Barça. El Liverpool exigía un traspaso que excedía los 80 millones, condición rechazada por sus homólogos barcelonistas. En su defecto, el director deportivo se lanzó a por Marcus Rashford, bueno, bonito y barado. El delantero inglés aterriza cedido por el Manchester United, con una rebaja de su salario incluida.
La Masía y los éxitos deportivos
Tercero, la prolífica fábrica de talento denominada la Masía ahorra millones en fichajes al club de la Ciudad Condal. Como en el Barça de Pep Guardiola, la cantera ha vuelto a erigirse en la mayor fuente de talento del primer equipo. Gavi en 2021, Alejandro Balde en 2022, Lamine Yamal en 2023, y Pau Cubarsí y los Marcs, Casadó y Bernal en 2024. Todos ellos ya integran la columna vertebral de la plantilla que dirige Hansi Flick.
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Cuarto, los éxitos deportivos de la temporada 2024-25 señalan que el proyecto barcelonista se encamina en la dirección correcta. Campeones de Liga, Copa del Rey y Supercopa, los pupilos del técnico germano instauraron una hegemonía nacional y rozaron la clasificación a la final de la Champions League en una eliminación agónica contra el Inter de Milán. No hay necesidad de refuerzos más allá de retoques. El Paris Saint-Germain de Luis Enrique, ganador de su segundo triplete, todavía no ha gastado ni un euro en refuerzos, pese a su fama de equipo derrochador, espoleado por el petrodólar de Qatar.