Las deudas pendientes de Laporta con los socios del Barça cuatro años después de ganar las elecciones

Joan Laporta llegó a la presidencia del FC Barcelona, por segunda vez, el 7 de marzo de 2021. Ya han pasado más de cuatro años desde que el abogado barcelonés se impuso, sobradamente, a Víctor Font y Toni Freixa en unos comicios en que los candidatos llevaban mascarilla por el coronavirus. Desde entonces, el segundo mandato de Jan ha estado marcado por luces, en el plano deportivo, y sombras, en la gestión económica e institucional. Laporta tiene muchas deudas con el socio.

El regreso Camp Nou

La más importante, la del regreso al Camp Nou. El presidente del Barça prometió volver para el partido contra Las Palmas del 30 de noviembre, un día después del 125 aniversario del club. No lo logró, como tampoco consiguió cumplir con su siguiente pronóstico: retornar en enero, febrero o marzo. Tampoco para el clásico del pasado 11 de mayo contra el Real Madrid.

Se han ido dando fechas de forma continuada, y no se ha cumplido ninguna. Como tampoco se han hecho efectivas las penalizaciones a Limak por cada día de retraso en la entrega. Después, el presidente aseguró que para el Trofeu Joan Gamper de este 10 de agosto estaría listo. Más de lo mismo. Ahora el Barça intentará llegar al 14 de septiembre, día en el que está programada la jornada de Liga contra el Valencia.

El homenaje a Messi

Sobre la mesa también está el ansiado homenaje a Leo Messi, el mejor jugador de la historia del club. En el Barça transmiten que el tributo no se producirá en un Camp Nou en obras y, en su momento, trasladaron que existía la voluntad de ambas partes. Sin embargo, desde el entorno de La Pulga aseguraron que no existía "ningún tipo de contacto" con la entidad que ahora preside Laporta.

Hay que recordar que, en campaña electoral, prometió que haría una oferta a Messi que no podría rechazar para la renovación y se vanaglorió de ser el único candidato que podía asegurar la continuidad de Messi en el Barça. Lo convenció para renovar pero nunca lo inscribió y Laporta pasó a la historia como el presidente que dejó ir al mejor jugador de todos los tiempos. Y lo hizo después de haber prometido por activa y por pasiva que se quedaría. 

Otra vez el Fair Play

El presidente no ha reconducido su relación con Messi, como tampoco ha conseguido devolver al Barça a la normalidad financiera. La institución todavía no está en la norma 1:1 dela Norma de Elaboración de Presupuestos la Liga y, de nuevo, forzará al máximo para encontrar la manera de inscribir a los futbolistas. Para hacerlo, faltan los 42 millones de 100 previstos por los asientos Vip del Camp Nou. Sino, deberá generarlos vendiendo y liberando a futbolistas.

El 'caso Negreira'

Durante este segundo mandato de Laporta también estalló el caso Negreira. La causa sigue en fase de instrucción, con el Real Madrid pidiendo que se prorroguen las pesquisas hasta el 1 de marzo de 2026. El juzgado ya la alargó hasta el próximo 1 de septiembre. El actual presidente tiene que declarar como testigo, mientras que Sandro Rosell, Josep Maria Bartomeu, Óscar Grau y Albert Soler, en calidad de investigados. El caso involucra al Barça como autor de unos pagos millonarios a un exvicepresidente del Comité Técnico de Árbitros.

Laporta ha jurado y perjurado que el Barça nunca ha pagado a los árbitros para obtener ayudas en el campo. Siempre ha insistido en que los pagos fueron únicamente a cambio de informes arbitrales. El precio de los informes es un tema sobre el que puede discutirse, pero que en ningún caso supondría la comisión de un delito, según defienden en el club. Ahora, toca demostrar que, efectivamente, ese dinero no se destinó a tratar de adulterar la competición. 

La desaparición del Reus

Laporta, por otra parte, está acusado de supuesta estafa en el caso Reus, por un importe total de 4,7 millones de euros. El abogado catalán es fundador de Core Store y CSSB Limited, que adquirió al equipo tarraconsense, ya desaparecido. Varias familias invirtieron su dinero en un club chino, el BIT FC, y perdieron su dinero. Se les prometió un rendimiento de un 6%. Muchos no recibieron nada, ni se les devolvió la inversión.

El polémico caso está en sede judicial y el documental de Andreu Rauet, titulado Laporta Gate - El caso Reus 2, ha generado un enorme revuelo por la gravedad de los testimonios que se recogen en el mismo. Laporta no quedará libre de sospechas hasta que logre demostrar que no estafó a nadie y que tampoco fue responsable del hundimiento del Reus. Por lo pronto, se conoce que el presidente hizo un comunicado hablando de "falsedades, injurias y medias verdades" pero no consta que, efectivamente, se haya interpuesto una demanda contra lo publicado. 

La reforma de los estatutos

Laporta, regresando al Barça, prometió una reforma de los estatutos, con la intención de que el formato de la asamblea fuese más participativo. Cumplió y reformó los estautos al poco de llegar, donde incluyó una modificación a la duración de los mandatos: pasaron de seis a cinco años de tope. El actual mandamás opinó que "seis años" se hacían demasiado "largos".

Sin embargo, al año siguiente ya habló de una nueva reforma estatutaria que se va envejeciendo con el paso del tiempo. Ni se hizo en 2022, ni en 2023, ni en 2024 ni queda claro que se vaya a realizar este 2025. Hay muchos asuntos pendientes, pero el más importante hace referencia a los avales para poder acceder a dirigir el club. 

Cuantificar los avales

La actual junta directiva, para entrar a comandar el Barça, tuvo que presentar un aval del 15% del presupuesto de la entidad (828 millones por aquel entonces), 124,6 millones. Laporta y su equipo encontraron muchas dificultades y se apoyaron en José Elías y Jaume Roures. Lo celebraron de madrugada. Un año después, a través del Consejo Superior de Deportes y con el apoyo del Real Madrid, la disposición relativa a los avales se cambió en la Ley del Deporte.

Todos los clubes que no son Sociedad Anónima Deportiva (SAD), pueden adaptar el porcentaje del aval a la voluntad de sus socios, que podrían reducirlo, eliminarlo o quedarse igual. A efectos prácticos hay una horquilla que va del 1% al 15%, pero en el Barça no la han cuantificado, lo que ha permitido que puedan gobernar con pérdidas y sin avalar durante estos últimos años. Esta cuestión debería estar aprobada antes de las siguientes elecciones.

El '9' como baza electoral

En los comicios también será decisivo el fichaje que cada candidato presente. Robert Lewandowski, un delantero legendario, terminará contrato el 30 de junio de 2026 y, a menos que vuelva a meter 40 goles, el club buscará un recambio. El 9 siempre ha sido una posición en la que el Barça ha tenido un crack. 

El sueño de Laporta siempre se ha dicho que era Erling Haaland. El propio presidente, que tenía una buena relación de amistad con su difunto agente, Mino Raiola, lo llegó a proclamar en público antes de fichar a Lewy. Sin embargo, últimamente suena con fuerza una apuesta un poco más realista: Julián Álvarez. El tercero en discordia era Alexander Isak, más cerca del Liverpool, y también gusta Gyokeres, que lo tiene apalabrado con el Arsenal. 

La Superliga

Por último, Laporta debe esclarecer cuál es la situación de la Superliga, que nació en 2021, año en el que entró a presidir de nuevo el club, con el objetivo de hacer la competencia a la UEFA. No obstante, lo último que se sabe es que se están tendiendo puentes entre los organismos. "Se está llegando a un acuerdo basado en tres bloques", admitió el mandatario en Mundo Deportivo.

El que está más cerca es el que concierte a la OTT que pretendía ofrecer los partidos gratuitamente: "Es una plataforma que sería gratuita para todos los aficionados y de ámbito global. Ceferin lo ve factible y eso significa que existen puntos de encuentro que antes no se producían".