Laporta tapa un agujero de 108 millones en el Barça y acelera la recuperación de Fair Play con operaciones de dudosa credibilidad

El FC Barcelona ha hecho los deberes en materia de Fair Play. La entidad que preside Joan Laporta ha mejorado su límite salarial de la Liga en 37,2 millones de euros tras el mercado de invierno de 2025. Uno de los primeros éxitos económicos de una junta directiva que acusa los efectos de la pandemia desde que asumió el gobierno del club en marzo de 2021, hace casi cuatro años.

La parte positiva de la noticia es que el Barça está cada vez más cerca de llegar a su masa salarial actual (510 millones) sin estar excedido. Sin embargo, también hay una lectura más negativa. Después de asegurar una inyección de 100 millones de euros validada por la Liga tras la venta de los derechos de explotación de 475 asientos Vip y de confirmar el aumento del contrato de Nike en 45 millones más por temporada, la realidad es que el límite salarial solamente se ha mejorado en 37,2 millones. Esto significa que la operación Barça Studios dejó un agujero de 108 millones en las arcas del club.

Al límite de la regla 1:1

Esos 37,2 millones de margen salarial extra dan oxígeno a un Barça que sigue excedido. Sirven para asegurar algunas inscripciones contractuales que habían sido validadas por la Liga de forma excepcional --las inscripciones de Dani Olmo y Pau Víctor en agosto y sus respectivos salarios hasta final de año--, pero no son suficiente para encajar el salario de Iñigo --inscrito gracias a la lesión de Araujo a principio de temporada--, las numerosas renovaciones firmadas por Deco o el coste del staff técnico de Hansi Flick. Todavía queda mucho trabajo y se tiene que resolver antes del 1 de julio. En caso contrario, el Barça volverá a salir de la regla 1:1.

La caducidad de las licencias de Dani Olmo y Pau Víctor el 31 de diciembre de 2024 obligó a revertir las pérdidas de Barça Studios --el negocio operado por la sociedad Bridgeburg Invest y cuya marca comercial actual es Barça Vision-- antes de final de año. La junta directiva de Laporta cerró dos operaciones contra reloj para tapar ese agujero de 108 millones originado por el deterioro de los ingresos ficticios de Barça Studios: se acordó una inyección de 200 kilos en 2022 y a día de hoy solamente se han ingresado 55 millones, lo que originó pérdidas por valor de 141 millones en el ejercicio económico 2023-24.

Dos operaciones

El primero de estos acuerdos in extremis consistió en la renovación de Nike. El Barça mejoró el contrato de patrocinio con su patrocinador principal mediante un aumento de 35 millones de euros en el fijo anual y 10 millones del signing bonus (155 millones) prorrateado por los 14 años de contrato, como anticipó Culemanía en primicia. Un acuerdo que comportó una comisión del 2,9% a Darren Dein. 

La segunda, sobre la bocina del 31 de diciembre, selló la cesión de los derechos de explotación de 475 asientos Vip del nuevo Camp Nou a cambio de 100 millones. New Era Visionary Group, compañía de Emiratos Árabes Unidos, desembolsó 28 millones de euros, el 40% de los 70 kilos acordados, por una porción de las butacas Vip del futuro estadio para los próximos 30 años. 

En noviembre de 2024, el Barça había asignado la red 5G del club hasta 2030 al mismo teleoperador en una operación que ha levantado las sospechas de la Liga como posible intercambio de favores. El CSD tiene la documentación y deberá valorarla. Por su parte, Forta Advisors, sociedad de Qatar, transfirió otros 30 millones por el mismo concepto. En este caso supuso el 100% del dinero acordado. 

Requisito del 20%

El Barça declaró 58 millones ingresados al contado. Con esto, 20 millones ya habrían bastado para que el organismo presidido por Javier Tebas validara la transacción, tasada en 100 millones (70 de Emiratos y 30 de Qatar).

Según el artículo 31 de la normativa de elaboración de los presupuestos de la Liga, si una parte del importe se pospone, debe cumplirse el siguiente calendario de pagos: 20% al contado, 40% en seis meses, 55% en nueve meses, 70% en doce meses y 85% en quince meses. Mientras Forta Advisors abonó el 100% de sus 30 millones, New Visionary Group pagó 28 de los 70 acordados (el 40%). 

Declarados de golpe

A diferencia de los 100 millones de signing bonus pagados por Nike, prorrateados durante los 14 años del vínculo hasta 2038, la cantidad percibida por las butacas de lujo del nuevo Camp Nou se ha anotado de golpe en el actual ejercicio. Del otro modo, no se hubiera desbloqueado la norma 1:1 de Fair Play. En consecuencia, no se habrían generado los ingresos necesarios para la inscripción de Dani Olmo y Pau Víctor. 

Para imputar de golpe los 100 millones de los asientos Vip en vez de prorratearlos, el FC Barcelona necesitaba la autorización del auditor. Una labor que desempeñó Crowe, sucesor de Grant Thornton como revisor de la contabilidad del Barça. Se trata de una firma auditora de menor entidad, ubicada fuera del top-10 de empresas auditoras en España. El Barça entiende que es correcto hacerlo así porque se están vendiendo los derechos de explotación, lo que no quita que igualmente seguirá cobrando anualmente por la venta de esos asientos. Así lo avala Crowe. Desde la Liga no han tenido más remedio que aceptar la operación, aunque a nivel interno hay quien opina que es de dudosa credibilidad. 

Deterioro de Barça Studios

Tras romper con Ernst & Young --la auditora que tenía Bartomeu-- y permanecer vinculados durante tres ejercicios desde el 21-22, el período mínimo obligatorio estipulado en el Reglamento de la Unión Europea, la entidad barcelonista y Grant Thornton separaron sus caminos en 2025. Las divergencias producidas en el último cierre 23-24 resultaron insalvables.

El auditor, clasificado entre los ocho mejores del país, obligó a imputar como gasto extraordinario la cantidad no percibida por la venta del 49% de Barça Studios en 2022. La entidad de la capital catalana deterioró un total de 141 millones de euros, convertidos en 91 millones de pérdidas. Los impuestos revertidos redujeron un agujero que era de 129 millones antes de impuestos gracias a los 12 de beneficios ordinarios.

Para más inri, el ya exauditor del Barça incluyó una salvedad contable antes de autorizar las cuentas, puesto que no se creía la valoración de 408 millones otorgada por la junta al negocio de Barça Vision. La entidad hizo caso omiso a la recomendación y mantuvo la tasación para evitar un agujero de mayores dimensiones en el cierre de cuentas.

La importancia del calendario

Por aquel entonces, la Liga ya había publicado a mediados de septiembre los límites de coste de plantilla deportiva (LCPD). El Barça había duplicado el gasto deportivo permitido respecto a febrero de 2024: de 204,2 millones a 426,4 millones. Lo cierto es que la patronal habría aplicado la tijera de haberse formulado las cuentas con el deterioro de Bridgeburg antes del cálculo de los límites salariales, en lugar del 30 de septiembre. Por lo tanto, esos 426 kilos se habrían reducido sensiblemente.

Como ese supuesto no ha tenido lugar, a pesar de haberse embolsado 145 millones, el Barça solo ha visto incrementada la suma respecto a septiembre en 37,2 millones por el desajuste anterior de 108 millones. Esto significa que de los 129 millones de pérdidas imputadas antes de impuestos, el club habría conseguido compensar mediante otras fuentes de ingresos un total de 21 millones. 

El tiempo vuela

La diferencia que ha tapado el agujero de 108 millones es la que procede de Nike (45) y del acuerdo de los asientos Vip (70+30). Estos últimos 100 millones representan un ingreso extraordinario. Si bien el trato con ambas sociedades de Oriente Medio se ha cerrado por un período de 30 años, el impacto de la operación es inmediato.

La institución azulgrana no dispondrá de dicho ingreso en próximos ejercicios, por lo que la Liga es más conservadora en su cálculo del límite salarial. Pan para hoy, hambre para mañana. La norma 1:1 está garantizada en el corto plazo. Sin embargo, a partir del 1 de julio, los excesos no compensados se recortarán por el mismo importe del límite de coste deportivo. El tiempo vuela y a Laporta todavía le quedan muchos deberes por hacer. Araujo, cuya reciente renovación contempla una cláusula de salida, no debería acomodarse demasiado.