La licencia de Dani Olmo, un 'caso de fuerza mayor' que depende de la RFEF de Louzán

Dice la jurisprudencia española que "la fuerza mayor se constituye por hechos inevitables, insuperables e irresistibles, supuestos en los que el incumplimiento de una obligación se debe a causas no imputables a la persona obligada, por lo que, como regla general, no incurre en responsabilidad". "En el caso fortuito, el hecho impeditivo es imprevisible, mientras que en la fuerza mayor, además de imprevisible es inevitable", remata la doctrina a modo aclaratorio.

El artículo 1105 del Código Civil se refiere a ella de la siguiente forma: "Fuera de los casos expresamente mencionados en la ley, y de los en que así lo declare la obligación, nadie responderá de aquellos sucesos que no hubieran podido preverse o, que, previstos, fueran inevitables".

En otros marcos legislativos, como el chileno, la describen así: "Se llama fuerza mayor o caso fortuito, el imprevisto a que no es posible resistir, como un naufragio, un terremoto, el apresamiento de enemigos, los autos de autoridad ejercidos por un funcionario publico, etc.".

En busca del imprevisto irresistible

No parece que el polémico caso sobre la inscripción de Dani Olmo encaje en los parámetros antes mencionados. Ni se han producido imprevistos irresistibles, ni naufragios, ni terremotos en las oficinas del Barça o de la Liga, ni el apresamiento --al menos que se conozca-- de ningún enemigo directo del FC Barcelona. Tampoco da la sensación de que fuera imposible prever --la doctrina habla de "imprevisible"-- que los días 25 y 26 de diciembre son festivos en Catalunya y que el día 31, como el 24 de diciembre, los horarios administrativos finalizan a las 14:00. 

A pesar de ello, este es a día de hoy el gran as en la manga en el que confía Joan Laporta para reactivar la inscripción caducada de Dani Olmo. Desde Culemanía hemos podido confirmar que el Barça confía en que la RFEF autorice el caso Olmo como una situación de fuerza mayor para que pueda recuperar su frustrada licencia federativa. Algo así como aceptar pulpo como animal de compañía para empañar el que, posiblemente, sea el mayor ridículo de gestión de Joan Laporta durante sus dos mandatos como presidente del club. 

Pulpo como animal de compañía 

El artículo 130.2 del Reglamento General de la RFEF regula este tipo de situaciones así: "Un/a futbolista podrá estar inscrito/a en un solo equipo de un club, sin posibilidad de ser dado de baja y alta por el mismo en el transcurso de la misma temporada, salvo caso de fuerza mayor o disposición reglamentaria. Asimismo, en el trascurso de la temporada, no podrá estar inscrito/a y alinearse en más de tres distintos".

Si estamos ante un caso de fuerza mayor o no, es una cuestión interpretativa que deberán valorar los órganos de la RFEF. No hay que olvidar que el Barça conoce desde finales de agosto que la fecha de caducidad de la licencia de Dani Olmo era el 31 de diciembre. También es cierto que en un primer momento, en el club pensaban que lo podrían inscribir en el mercado de fichajes de enero y que el desconocimiento de la norma no exime de su cumplimiento. Es trabajo del Barça estar bien informado de la normativa, como lo era resolver la situación del Fair-Play con antelación suficiente para poder asegurar la presencia de Olmo en el primer equipo hasta el 30 de junio de 2025. 

Liga y RFEF se pasan la pelota 

A pregunta de Culemanía, desde la RFEF de momento lanzan balones fuera: "No hay nada nuevo sobre la situación de Dani Olmo desde el 31 de diciembre. Nosotros no tramitamos ninguna licencia federativa en el caso de que no lleguen todos los papeles visados por la Liga y esté todo ok. Desde secretaría general dicen que no hay ninguna novedad al respecto". 

Javier Tebas, David Aganzo y Beatriz Álvarez, en la nueva junta directiva de la RFEF con Rafael Louzán de presidente EFE

Desde la Liga aseguran que "la situación de Fair Play se puede obtener este jueves, el viernes o cualquier día de enero hasta el 3 de febrero, que se cierra el mercado de fichajes". Pero advierten que una cosa es inscribir una licencia nueva y otra, muy distinta, es lo que intenta el Barça, que pretende dar de alta a un jugador que ya estaba dado de alta y el 31 de diciembre fue dado de baja. Por tanto, desde la Liga dejan la pelota en el tejado de la Federación. 

El Barça confía en lo imposible 

Desde la Federación insisten en que todo depende de la validación de la Liga. Una vez la Liga haya validado la situación económica del Barça, entonces podrá actuar en consecuencia la RFEF. Pero, por ahora, no se mojan sobre el veredicto. 

Desde el Barça, en cambio, están convencidos de que el argumento de la fuerza mayor será suficiente para dar validez a la licencia. Por este motivo, el mismo día 31 de diciembre, el Barça emitió un comunicado donde notificó que "ha solicitado a la RFEF una nueva licencia para los jugadores Daniel Olmo y Pau Víctor". 

Joan Laporta, junto a Dani Olmo, en la firma del contrato del mediapunta egarense FCB

Aunque desde el Barça transmiten la sensación de que conseguirán su objetivo, tanto en la Liga como en la RFEF se muestran mucho más ambiguos por el momento. Entra en juego el interés de la selección por tener a Olmo disponible y la curiosa coyuntura de que Nike y las palancas de 2022 tuvieron que ser aprobadas en asamblea extraordinaria, mientras que la operación asientos Vip sería autorizada sin haber pasado por asamblea. Continúa la espera con esta gran sensación de quedar muchos cabos sueltos y este viernes 3 de enero se perfila como la fecha decisiva.