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El FC Barcelona y el RCD Espanyol viven tiempos duros. Inestables. Con sendas economías de guerra, ambos clubes están en manos de sus equipos. Necesita ganar un gran título la entidad barcelonista y lucha por salvarse la institución blanquiazul. Con modelos de propiedad antagónicos, el futuro de los dos grandes clubes de Barcelona es incierto. El Barça está con la soga al cuello y el Espanyol, en venta.

El Barça es un club ciclotímico por definición. Pasa del éxtasis al desencanto en una misma semana. A veces, en un mismo partido. Con Laporta se vive al día, sin un proyecto a medio y largo plazo. Y, sobre todo, con una deuda bruta que supera los 1.300 millones de euros. El Barcelona también está sin Fair Play Financiero para poder fichar y, actualmente, sin estadio.Las obras del nuevo Camp Nou van para largo y todavía no se sabe si el equipo de Flick podrá jugar en su casa antes de verano.

Discurso populista

Laporta es un dirigente presidencialista. Con una buena oratoria, opta por un discurso populista, ya sea ensalzando los éxitos deportivos, ya sea criticando las presuntas ayudas que recibe el Real Madrid.

Joan Laporta, presidente del Barça, participa en el Sports Tomorrow Congress FCB

El Barça, líder provisional tras disputar un partido más que el Real Madrid y el Atlético, comenzó el curso actual como una moto y Laporta salió victorioso de la asamblea de compromisarios, que aprobó todas sus cuentas. El equipo de Hansi Flick alcanzó la gloria en el Bernabéu, tras endosarle un 0-4 al Real Madrid que parecía certificar un cambio de gobierno en el fútbol español. Desde entonces, el Barcelona levantó el pie del acelerador y llegaron los problemas.

Malos números

Las alarmas se dispararon en el derbi. Ganó el Barça por 3-1 al Espanyol, pero su segunda parte fue preocupante. Después llegó la caída, el shit november y un diciembre con muchos altibajos. En los últimos seis partidos de Liga, el equipo de Flick solo ha sumado cinco de los 18 puntos posibles. Es decir, menos de uno de cada tres.

Gol de cabeza del Leganés al Barça en Montjuïc EFE

El Espanyol está casi en las antípodas del Barça. El equipo blanquiazul es antepenúltimo, con 14 puntos tras haber disputado 16 partidos. Solo ha marcado 15 goles y ha recibido ya 28. Los números son malos y las sensaciones, preocupantes.

Chen Yansheng

En verano, el Espanyol fue muy austero en el mercado de fichajes. Manolo González, un entrenador de perfil bajo, está bajo sospecha. Su currículo era muy modesto. Triunfó en la Montañesa y en las categorías inferiores del club blanquiazul, y compaginó su pasión por el fútbol con su trabajo como conductor de autobuses de Barcelona.

Chen Yansheng, presidente del Espanyol, en una imagen de archivo EFE

Chen Yansheng, propietario del Espanyol, tiene el 99,35% de las acciones del club. En 2015 salvó a la entidad de la desaparición y soñó con clasificar al equipo blanquiazul para la Champions. "Quiero ver al Espanyol en la Champions en menos de tres años", dijo el presidente del Espanyol tras invertir 50 millones.

El año de Rubi

La temporada 2018-19, con Francesc Ferrer, Rubi, como entrenador, fue la mejor del Espanyol de la última década. El técnico de Vilassar clasificó al equipo blanquiazul para la Europa League. Mario Hermoso y Borja Iglesias fueron los jugadores más carismáticos de un Espanyol que apostaba por un fútbol creativo y ofensivo.

Rubi, tras clasificar al Espanyol para la Europa League EFE

El Espanyol no quiso mejorar el salario de Rubi. El técnico fichó por el Betis y los problemas se instalaron en Cornellà-El Prat. Chen gestionó mal el cambio de rumbo y el equipo blanquiazul bajó a Segunda División, 27 años después de su último descenso a la categoría de plata del fútbol nacional.

Regreso al infierno

El sueño de Chen de convertir al Espanyol en un club poderoso se desvaneció. Ya nada fue igual. Sus planes de expansión saltaron por los aires y no aparece por la Ciudad Deportiva ni por el RCDE Stadium desde agosto de 2022. Un año después, el equipo blanquiazul completaba otra temporada horrorosa y volvía al infierno.

Hansi Flick y Manolo González posan para la tradicional foto de entrenadores del derbi FCB

Club resiliente casi por definición, el Espanyol, como siempre, regresó un año después a la élite, pero Chen mantiene una política económica espartana, con un entrenador low-cost y un director deportivo muy cuestionado, Fran Garagarza. La actual deuda neta del Espanyol es de 57 millones de euros, la misma cantidad que cobró el club en 1997 por la venta de Sarrià, su casa desde 1923.

El Espanyol, en venta

A la espera de una nueva ampliación de capital, Chen Yansheng busca un comprador para el Espanyol, una entidad que vive a la sombra del Barça. En el siglo XXI, la distancia entre los dos grandes clubes de Barcelona es sideral.

Las grúas de las obras del Camp Nou colocando los pilares de la tercera gradería FCB

El Barça, no obstante, es un gigante con pies de barro. Es un club que factura 800 millones de euros, pero también atormentado por su deuda bruta próxima a los 1.300 millones de euros, sin contar los 1.450 millones más intereses que deberá pagar por la transformación del Camp Nou.

En manos de Flick

Laporta también busca dinero debajo de las piedras. En España, en Qatar y donde haga falta. Preocupado por sus tensiones de tesorería, ya no presume de que el Barça "es más que un club". El presidente barcelonista necesita aliados y, sobre todo, títulos. El curso pasado fue un desastre y el actual tampoco pinta demasiado bien.

Dani Olmo intenta controlar el balón en el partido contra el Leganés EFE

Laporta está en manos de Hansi Flick, un técnico muy comedido y exigente. Su problema es que el Barça ya no es el club rico que fichaba a quien necesitaba o quería. Hoy, el Barcelona ni tan siquiera puede inscribir a Dani Olmo en el mercado de invierno porque tiene el límite salarial excedido.

Desafección 

La desafección de la masa social se ha disparado en el Barça, agravada con la marcha del primer equipo de fútbol a Montjuïc. La oposición y los grupos de opinión están en pie de guerra. También la Grada d'Animación, prohibida por Laporta tras exigir el cobro de los 21.000 euros con los que fue multado el club la pasada temporada.

La Penya Almogàvers, en un partido del Barça Redes

Laporta, mientras, presume de la renovación del contrato de Nike y repite que el modelo de gobernanza no se cuestiona. "Yo soy garante de que el Barça no será una sociedad anónima deportiva y que siempre será patrimonio de sus socios. El club es de los socios", recalcó el máximo dirigente, el mismo que hace tres años prometió que sería transparente con todos los pagos del club y ahora no informa de las generosas comisiones que han cobrado los intermediarios en acuerdos de gran calado como los de Spotify y Nike. O en los fichajes de algunos jugadores.

Los jugadores del Sant Andreu se despiden de su afición en el Narcís Sala Óscar Gil CULEMANÍA

Sant Andreu y Europa

La actual crisis de identidad del Barça y del Espanyol, curiosamente, coincide con el boom que viven dos clubes muy populares de Barcelona: el Sant Andreu y el Europa. Ambos llenan las gradas de sus estadios, semana tras semana, mientras culés y pericos son cada vez más escépticos con el futuro de sus entidades.

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