El Real Madrid gasta más dinero en salarios que el Barça por segunda vez en los últimos 15 años

El FC Barcelona ha realizado un esfuerzo titánico en el último mercado de fichajes. El club azulgrana ha conseguido rebajar el coste deportivo 171 millones de euros, de los 676 millones del ejercicio económico 2022-23 a los 505 millones de la temporada 23-24. Los niveles de masa salarial deportiva del Barça y el Real Madrid se vuelven a encontrar. Un hecho insólito que solo había ocurrido una vez en los últimos 15 años. El conjunto blanco cerró el curso 23-24 con un coste de personal --amortizaciones incluidas-- de 504,3 millones.

Todo apunta a que la entidad que preside Florentino Pérez volverá a superar a sus homólogos catalanes en coste deportivo por segunda vez en 15 años. El esfuerzo de contención del gasto en la junta directiva barcelonista se ha materializado en la salida de Ilkay Gundogan, con un cuantioso contrato de unos 15 millones brutos estipulados para la campaña 24-25. En Valdebebas, el club blanco ha dado el gran golpe al mercado con el fichaje de Kylian Mbappé, que sobrepasará los emolumentos percibidos por Toni Kroos en el último año antes de su retiro.

2022, el único caso

En realidad, no hay que remontarse tan atrás para encontrar la última ocasión en la que el Madrid abonaba sueldos más altos. En la temporada 2021-22, año uno desde el adiós de Leo Messi, la junta encabezada por Laporta renunció a la renovación del mejor jugador de la historia. La despedida se consumó del modo más frío posible, en plenas restricciones por la pandemia del coronavirus. "Puse la institución por encima de todo. La institución está por encima incluso de entrenadores y del mejor jugador de la historia del fútbol", lamentó el máximo dirigente del club catalán en una entrevista con Barça TV.

En el curso 21-22, la masa salarial azulgrana descendió de los 617 millones del tramo 20-21 a los 518 millones. Laporta aplicó la política de tijeretazo, y fichajes como Memphis Depay, Pierre-Emerick Aubameyang y Ferran Torres acordaron fichas ascendentes. En cambio, en Madrid el coste deportivo escaló de los 405 millones a los 519 millones. La ratio de gastos de personal sobre ingresos de explotación en el Camp Nou se situaba en el 68% --provenía del 98%-- y en el Santiago Bernabéu aumentaba del 62% al 72%. En parte, debido a las primas de 900.000 euros brutos a cada jugador por la conquista de Liga, Champions y Supercopa. La UEFA fijó el límite en el 70%.

2024: Gundogan y Mbappé

En un contexto que ha dejado atrás los estragos económicos de la pandemia, las masas salariales de Barça y Madrid se encuentran de nuevo en la gráfica. La institución catalana ha presupuestado un coste deportivo de 510 millones para el ejercicio 24-25, un aumento mínimo que incluye la apuesta ascendente en el baloncesto. La inversión en personal del basket repunta de los 25,5 millones a los 31,6 kilos. El fichaje de Dani Olmo hasta 2030 implica una amortización anual de unos 10 millones y una remuneración que ronda los 10-12 millones.

No obstante, Ilkay Gundogan tenía previsto un salario de 15 millones antes de su marcha, por lo que compensa la contratación del mediapunta egarense. No es el caso de la desvinculación de Kroos del Real Madrid tras concluir contrato. El mediocampista alemán se embolsó unos 24 millones brutos en el último año. Y Mbappé percibirá unos 30 millones brutos más la prima de fichaje prorrateada hasta 2029. De ahí que próximamente se pueda desnivelar la balanza de masas salariales, equilibrada en los 505 millones en el último cierre económico. Falta por conocer el coste deportivo exacto presupuestado por la entidad madridista.

Rosell rebasó los 300 millones

En ese aspecto, Josep Maria Bartomeu pecó de derrochador siguiendo su máxima: "El dinero tiene que estar en el campo, no en el banco". La masa salarial azulgrana superó el umbral de los 300 millones (301 'kilos') en la temporada 2010-11, la primera campaña de Sandro Rosell en la presidencia. Por aquel entonces, el crecimiento sostenible ya daba síntomas de tambalearse con el 67% de los ingresos de explotación invertidos en salarios deportivos y amortizaciones.

Bajo la dirección económica de la misma junta, en el curso 11-12 se contuvo levemente en los 298 millones (61%); en el tramo 12-13 repuntó a 305 millones (62%); en la campaña 13-14 subió a 319 millones (65%); en la 14-15 dio un salto de 100 millones hasta los 419 (73%) a causa de las primas del triplete. 

La burbuja estalló con Bartomeu

Con el traspaso de poderes a la directiva de Bartomeu, los ingresos alcanzaron cifras de récord. Sin embargo, la masa salarial creció a un ritmo todavía más vertiginoso. Así, en el curso 2015-16 se incrementó a 435 millones (64%); en el 16-17, excepcionalmente se contuvo en 432 milllones (61%); en la campaña 17-18 se disparó a 639 millones (70%); en la 18-19 alcanzó los 671 millones (68%); en la 19-20 (74%) se redujó a los 636 millones con diferimentos precipitados por la Covid-19 .

En la capital española, la ratio se mantuvo por debajo del 50% entre 2010 y 2015. En la campaña 2010-11, la institución merengue tasó la masa salarial deportiva en 216 millones; en la 11-12 se incrementó la cifra a 236,4 millones; en la 12-13, a 244,9 millones; en la 13-14 creció ligeramente a 269,5 kilos; en la 14-15 aumentó a 289 millones.