Roures se quita de encima las acciones de Barça Studios y recupera los 10 millones que pagó Orpheus
El empresario y cofundador de Mediapro ha fracasado en su objetivo de potenciar el negocio digital del club azulgrana a través de Bridgeburg Invest
3 octubre, 2024 01:43Jaume Roures se vuelve a desvincular del FC Barcelona. Al menos, en su condición de accionista de Bridgeburg Invest, la sociedad que gestiona el negocio digital de Barça Vision, anteriormente conocido como Barça Studios. Este verano, el propietario de Orpheus Media cerró una transacción con el club para recuperar los 10 millones de euros que su empresa abonó en diciembre de 2022. Después de dos años asociado a la compañía azulgrana, se desliga sin haber logrado el crecimiento del business pero recuperando la inversión inicial.
Roures ha salido beneficiado de la operación que cerró el Barça con Aramark. La compañía especializada en el negocio de los caterings anticipó un pago de 40 millones de euros al Barça en dos conceptos. Por un lado, 15 millones, que sumados a los 15 que también avanzó Legends fueron a garantizar la gestión de los caterings del nuevo Camp Nou por 20 años. Los otros 25 millones de Aramark fueron a parar a Bridgeburg Invest para compensar parte del impago del fondo Libero Football Finance, que debe 40 millones al club desde el 15 de junio de 2023. Un incumplimiento contractual que ha comportado una demanda a los juzgados y que perjudicó gravemente al Fair Play financiero del Barça en el verano de 2023.
Los caterings salvadores de Aramark
De esos 25 millones de Aramark que fueron a parar a Bridgeburg, hay solamente una parte que ha llegado a las arcas del club: 15 millones. Los otros 10 se han desviado para compensar a Jaume Roures, decidido a salir del negocio de Barça Studios y a recuperar los 10 millones que Orpheus Media pagó hace casi dos años.
La compañía de Roures se asoció al proyecto digital del Barça con el objetivo de ayudar a su desarrollo para su explotación comercial. Dos años después, el resultado ha sido un fracaso. Las previsiones de ganar dinero con el metaverso, las criptomonedas y los NFT no han dado los frutos esperados. Ni el club ni Orpheus Media, como tampoco el otro partner inicial, Socios.com, han conseguido levantar una línea de negocio que fue valorada en 408 millones de euros y cuya facturación anual es desconocida porque el Barça no la hace pública.
La desolación de Roures
Roures, que no atraviesa su mejor momento tras haber sido despedido de Mediapro, la gran productora que él mismo fundó en los 90, se ha dado por vencido también con el negocio digital del Barça. Sus buenas relaciones con Laporta, unidos por una estima mutua hacia la figura de Cruyff y por su inestimable ayuda con los avales que permitieron a Jan acceder a la presidencia en 2021, le han valido para recuperar esos 10 millones que invirtió. Y no solo eso, también se libra de abonar los otros 90 millones que se había comprometido a pagar en junio de 2023, 2024 y 2025.
No correrá la misma suerte el otro inversor inicial, Socios, que probablemente perderá los 10 millones que invirtió en la misma fecha que Roures. Hay que recordar que ambas compañías decidieron adquirir el 49% de las acciones de Bridgeburg Invest en 2022 a partes iguales, en lo que se conoce como la segunda palanca activada por Laporta aquel verano. Después de vender el 25% de los derechos televisivos procedentes de la Liga durante 25 años a Sixth Street, el presidente decidía vender otros activos del club para conseguir más liquidez inmediata. Los criterios contables de la Liga chocaron, entonces, con los del Barça y ante la elevada inversión hecha en fichajes --Lewandowski, Koundé, Raphinha-- la institución se vio obligada a vender Barça Studios.
Pan para hoy y hambre para mañana
Aquella operación fue pan para hoy y hambre para mañana. El club inyectó ingresos necesarios para hacer frente a los pagos de nóminas desorbitadas, indemnizaciones por despido y para reducir deuda, especialmente en relación al préstamo de 595 millones de Goldman Sachs. Sin embargo, aquello costó hipotecar los siguientes veranos de fichajes del Barça porque los compromisos de pago adquiridos por contrato no se cumplían. El problema es que eran ingresos sobre el papel, pero de los 200 millones que esperaba ingresar el club, solamente han entrado 55 a día de hoy.
La Liga fue estricta con el Barça y no contabilizó los valores contables que sí le aceptaba el auditor, Grant Thornton, de cara a las cuentas de explotación del club. El organismo que preside Javier Tebas notificó al club que solo validaban la tesorería, es decir, los ingresos reales. Y cuando esos ingresos no llegaban, la Liga penalizaba al Barça. Ocurrió así en los veranos de 2023 y 2024. El club, excedido por no cumplir con sus presupuestos de ingresos, ha tenido que recurrir a lesiones de larga duración para inscribir a los últimos fichajes, como Dani Olmo.
91 millones de pérdidas
Tras comprender y aceptar públicamente que esta fórmula ha sido errática, el club ha optado por deteriorar el dinero que todavía no se ha ingresado de Barça Studios en el último ejercicio económico. La entidad ha contabilizado 141 millones como "gastos extraordinarios", lo que ha comportado cerrar un ejercicio de 12 millones de beneficios ordinarios con un resultado final de -91 millones. Una maniobra aparentemente negativa, pero con la que el club espera poder llegar limpio al próximo mercado de fichajes, con ayuda de Nike, y poder fichar sin excesivas restricciones.