Luis Rubiales, Sergio Ramos y Fernando Hierro, en el homenaje a Gerard Piqué por sus 100 partidos con España

Luis Rubiales, Sergio Ramos y Fernando Hierro, en el homenaje a Gerard Piqué por sus 100 partidos con España EFE

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¿Por qué las comisiones de Piqué en la Supercopa le pueden comportar una pena de 4 años de cárcel?

El exfutbolista del Barça se enfrenta a condena de prisión por un presunto delito de corrupción en los negocios con Luis Rubiales y miembros de la Real Federación Española de Fútbol (RFEF)

1 junio, 2024 02:05

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Gerard Piqué ha pagado sus pecados del pasado. El noi de la Bonanova se enfrenta a penas de prisión que oscilan entre los seis meses y los cuatro años por un delito de corrupción en los negocios. La jueza Delia Rodrigo, del juzgado Mercantil número 4 de Majadahonda ha imputado al exfutbolista del Barça en el caso Brodie. La trama que engloba a la Real Federación Española de Fútbol (RFEF) ha salpicado al dueño de Kosmos por el cobro de comisiones ilegales en el marco de la concesión de la Supercopa de España a Arabia Saudí en noviembre de 2019. 

El Código Ético de la RFEF prohíbe que los jugadores "acepten comisiones" del ente federativo. Más allá de la normativa interna de la Federación, la magistrada instructora de las causas que atañen a Luis Rubiales considera que existen indicios de corrupción en los negocios para, cuando menos, investigar a Gerard Piqué. Los especialistas en derecho penal de Abrego Marti Abogados consultados por Culemanía afirman que en este caso concreto el cobro de la "tarifa de éxito" anual da señales suficientes para constituir delito.

La tarifa de éxito, "obligación esencial"

Dos motivos respaldan dicha tesis y justifican la imputación de Piqué. Primero, la existencia de una "obligación esencial": la "tarifa de éxito". Es decir, la prima que debía percibir por Piqué a través de Kosmos Football, S.L., como consta en el primer contrato firmado por la RFEF y SELA, operador comerial de la Autoridad General de Deportes en Arabia Saudí. El cobro del bonus del comisionista condicionaba la entente hasta el extremo de dinamitar la operación en caso negativo.

Precisamente, la corrupción en los negocios consiste en el pago de sobornos a cambio de obtener ventajas. Por sí solas, la actuación de Piqué y el cobro posterior de cuatro millones de euros anuales como intermediario no habrían implicado problemas legales más allá de las connotaciones éticas de la astronómica prima. Puesto en contexto, el Osasuna se embolsó apenas un millón por su participación en la Supercopa de 2024 y el Atlético superó los tres kilos. Los dos semifinalistas no alcanzaron la remuneración de un intermediario.

Sin embargo, en la causa que nos ocupa, no solo la leyenda azulgrana se llenó los bolsillos, sino que la Federación también sacó tajada. Gerard no ejerció como mero nexo. Apretó a sus homólogos de Oriente Medio para que la RFEF ingresara 40 millones por cada visita al país arábigo. Así lo constatan los audios filtrados por El Confidencial de la conversación entre el exfutbolista y expresidente de la Federación. Las conversaciones en cuestión pusieron en alerta a las autoridades y dieron inicio a las primeras pesquisas.

Piqué benefició al Barça

En segundo lugar, a efectos penales un deportista en activo no tiene impedimento de ejercer como intermediario. Al menos, siempre y cuando no incurra en corrupción en los negocios. Porque, como destaca Delia Rodrigo en el auto, "en el momento del contrato, el investigado era jugador activo del FC Barcelona, equipo que participaba en la Supercopa". Y el Barça se benefició manifiestamente como participante de la primera Supercopa en Arabia en 2020. El club azulgrana se aseguró un pool de seis millones, mismos ingresos que el Real Madrid pero holgadamente superiores al resto de competidores.

Carlo Ancelotti y Xavi Hernández posan juntos en la previa de la Supercopa

Carlo Ancelotti y Xavi Hernández posan juntos en la previa de la Supercopa EFE

De hecho, las tres ediciones que han tenido lugar en Oriente Medio --La Cartuja acogió la de 2021-- han contado con la presencia de los dos máximos exponentes de la Liga. En todas ellas, azulgranas y merengues se han llevado a las arcas los trozos más grandes del pastel. Sin ir más lejos, en 2024 la entidad presidida por Joan Laporta percibió 7 millones como subcampeona; la institución dirigida por Florentino Pérez, 7,5 millones en calidad de campeona. Más del doble de lo que sumó el Atleti, y el cuádruple de las ganancias que obtuvo Osasuna.