Tarjeta roja: Joan Laporta

Tarjeta roja: Joan Laporta

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Tarjeta roja: Joan Laporta

El presidente del Barça repite como gran señalado de la jornada tras su peor semana desde que regresó a la presidencia del club, marcada por las polémicas del aval y por su nuevo vaivén temperamental con Xavi Hernández, otra vez cuestionado 

17 mayo, 2024 02:28

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Semana fatídica para Joan Laporta. El presidente del Barça ya fue penalizado con la tarjeta roja de Culemanía el pasado domingo, pero lejos de superar esa situación, la ha confirmado con creces en los últimos días. Es, claramente, el gran señalado del barcelonismo tras conocerse un nuevo escándalo marcado por el oscurantismo y la falta de transparencia en su gestión --el cobro de 350.000 euros en una cuenta privada de los directivos del Barça a cargo de una sociedad que organizó dos amistosos del primer equipo en Estados Unidos tan solo medio año después-- y tras protagonizar un nuevo episodio de filtraciones dirigidas a denostar la figura de su entrenador, Xavi Hernández. 

Nuevo cambio de rumbo con Xavi

El caso referente a Xavi es más bien de vergüenza ajena. El presidente ha transmitido a sus personas más allegadas su tremendo cabreo con el entrenador después de que en la rueda de prensa previa al Almería-Barça haya reconocido que "la situación económica del club no es la mejor", que es necesario hacer cambios en la plantilla y que intentarán competir --con la boca pequeña-- con un Real Madrid que ha sido infinitamente superior durante la presente temporada.

El mensaje pesimista de Xavi no encaja con el ilusionismo de Laporta, experto vendedor de humo. El cabreo del presidente ha sido tal, que prefirió no viajar a Almería y ya se especula con un despido acelerado de Xavi tan solo tres semanas después de ratificarlo en el cargo. Se comenta que el técnico seguramenre acabará la presente temporada, pero que posiblemente no empiece la siguiente. 

El aval de la polémica 

Una cuestión del todo menor a tenor del escándalo del aval que le aupó a la presidencia en marzo de 2021. Aquel aval, constituido con nocturnidad y premeditación, por valor de 124,6 millones de euros generó unos costes financieros que la mitad de la junta directiva no estaba dispuesta a asumir. Laporta consiguió ingresos a través de una sociedad de su hermano, otra sociedad de un amigo suyo israelí que aspiraba a gestionar partidos amistosos del Barça en Israel y otra sociedad, ISL Futbol LLC, que prestó 350.000 euros y seis meses después organizó dos amistosos del primer equipo en Estados Unidos. Todo huele muy mal, pero Laporta sigue sin dar explicaciones y vuelve a desviar la atención hacia el pobre Xavi. El Barça cada día es menos serio. Cada día, un poco más meme