Inglaterra es un país con poca vocación europeísta. Y el fútbol no es una excepción. Los grandes clubes priorizan ganar la Premier a la Champions y el Gobierno británico siempre se ha posicionado en contra de la Superliga. Igual que los aficionados de los grandes equipos.
El Gobierno británico ha remitido al Parlamento el Proyecto de Ley de Gobernanza del Fútbol, como protección ante proyectos como el de la Superliga Europea y tras una serie de casos de clubes mal gestionados financieramente, introduciendo, como gran novedad, el nuevo Regulador Independiente del Fútbol (IFR) como un organismo independiente, según la nota de prensa del Ejecutivo.
Malas gestiones financieras
El proyecto de ley llega en un momento "crítico" para el fútbol inglés, tras el "intento de ruptura" de la Superliga y una serie de casos de grandes clubes "que sufrieron una mala gestión financiera o colapsaron por completo".
La legislación que se presenta ante el Parlamento representa "el compromiso manifiesto del Gobierno" por potenciar una nueva gobernanza del fútbol profesional masculino inglés. Y lo pretende con la creación del nuevo IFR como un organismo independiente tanto del Gobierno como de las autoridades del fútbol.
Los objetivos
"El organismo estará dotado de poderes sólidos que girarán en torno a tres objetivos principales: mejorar la sostenibilidad financiera de los clubes, garantizar la resiliencia financiera en todas las ligas y salvaguardar la herencia del fútbol inglés", explicó el comunicado.
El IFR producirá un informe periódico que establecerá un análisis basado en evidencia de cualquier problema relacionado con la sostenibilidad financiera y la resiliencia sistémica del fútbol inglés. Así, evaluará a todos los nuevos propietarios y podrá descalificarlos "en caso de incumplimiento persistente y deliberado".
No obstante, el Gobierno defendió que el organismo "no será demasiado intervencionista", aunque "estará respaldado por un amplio conjunto de poderes para investigar sospechas de incumplimiento, exigir información y hacer cumplir si es necesario".
Deuda de 7.000 millones
El Ejecutivo británico quiere con esta ley que el "éxito" del fútbol del país "continúe durante generaciones", con las medidas "necesarias". Y es que la deuda neta combinada de los clubes de la Premier League y la Championship había alcanzado los casi 7.000 millones de euros al final de la temporada 2020/21. En la misma temporada, el Campeonato informó una relación salario-ingresos promedio del 125%, "lo que demuestra claramente que los clubes se estaban esforzando mucho más allá de sus posibilidades".
El texto también incluye nuevos poderes de respaldo económico en torno a las distribuciones financieras entre la Premier League, la English Football League (EFL) y la National League. "Si las ligas no logran llegar a un nuevo acuerdo sobre distribuciones financieras, entonces se puede activar el mecanismo de respaldo para garantizar que se llegue a un acuerdo", recalcó el Gobierno en su nota de prensa.
El primer ministro
Para el primer ministro, Rishi Sunak, "durante demasiado tiempo algunos clubes han sufrido abusos por parte de propietarios sin escrúpulos que se salen con la suya con una mala gestión financiera" que puede generar el "colapso total".
"Este proyecto de ley es un momento histórico para los aficionados al fútbol: garantizará que sus voces estén al frente y en el centro, evitará una liga separatista, protegerá la sostenibilidad financiera de los clubes y protegerá el patrimonio de nuestros clubes, grandes y pequeños", sentenció.