Joan Laporta quiere que el nuevo Camp Nou sea una máquina de hacer dinero. El presidente del Barça contempla que el club ingrese 340 millones de euros anuales por la explotación del estadio. De estos, el club calcula que podrá percibir 80 millones de euros por sus localidades VIP o de alto standing, tras triplicar el club la oferta de los últimos años. E intentar eliminar, definitivamente, los palcos creados durante la ampliación del estadio de 1982.
"La generación de nuevos ingresos es un elemento fundamental del proyecto de reforma del Camp Nou, epicentro del Espai Barça", argumenta el club en su página web. En 2026, el estadio tendrá unas 7.000 localidades VIP, por las 2.200 que tenía antes de la actual reforma.
Los palcos de Núñez
Inaugurado en 1957, el Camp Nou vivió su primera gran transformación en 1982, con motivo del Mundial de fútbol de 1982 que se celebró en España. La capacidad del estadio pasó de 93.000 a 120.000 localidades y el expresidente Josep Lluís Núñez activó la construcción de 40 palcos.
Los palcos estaban situados entre la segunda y la tercera grada. Principalmente, en la zona de lateral. Cada cabina contaba con 14 butacas y esos palcos tenían menos comodidades que los actuales de otros grandes clubes europeos como el Bayern de Múnich, el Arsenal, el Tottenham o el Real Madrid.
Socios y grandes empresas
Los palcos de 1982 permitían que varios socios, sin vinculación entre ellos, pudieran convivir en un mismo espacio. Simplemente tenían que pagar un abono anual y muchos particulares revendieron sus asientos a otras personas o empresas.
"Estos palcos vivieron su etapa de esplendor en los años 80 y 90", recuerda Josep Maria Minguella. Entonces agente de futbolistas, tenía alquilados algunos asientos a nombre de su empresa para compromisos particulares. Poco a poco, estos palcos pasaron en manos de compañías muy importantes como Telefónica, Nike y Damm, patrocinadores oficiales del Barcelona.
La oferta de Laporta
Elegido por primera vez presidente del Barça en 2003, Joan Laporta quiso controlar esos palcos del Cam Nou. Un año después, quiso cambiar sus asientos por otros en localidades próximas o recomprar el derecho preferencial. Algunos socios aceptaron. Otros rechazaron la propuesta del máximo dirigente y amenazaron al club con emprender acciones legales.
Dos décadas después, y con el Camp Nou totalmente en obras, Laporta insiste en su deseo de controlar todos los palcos del estadio. Los antiguos ya han sido derribados. El martes, representantes del club se reunieron con la Comisión de Palcos, formada por socios que habían adquirido su derecho preferencial, según informa Relevo.
Los nuevos precios
Laporta, una vez más, busca una salida pactada con los socios, a quienes les ofrece una localidad próxima a su antigua ubicación. De momento, no hay acuerdo entre las dos partes y el caso podría acabar en los tribunales.
El actual presidente del Barça multiplicará por cinco los precios de los antiguos palcos. Los nuevos inquilinos deberán pagar entre 5.500 y 23.000 euros, en función de los servicios extra contratados.
El nuevo Camp Nou contará con 97 boxes y en algunos partidos podrían venderse hasta 9.400 localidades Premium. La previsión del club es que la mayoría de estos palcos sean adquiridos por grandes empresas o patrocinadores del Barça. También podrán optar particulares y algunas localidades se reservarán para turistas o aficionados ocasionales con un alto poder adquisitivo.
Un estadio más elitista
"Núñez fue el primer presidente que vio la necesidad de sacar un mayor rendimiento del Camp Nou. En 1999 ya presentó el Barça 2000 que contemplaba la gran transformación del estadio y su entorno, pero su proyecto fue rechazado por los vecinos de Les Corts y el Ayuntamiento de Barcelona", recuerda Minguella.
Ahora, con Laporta como presidente, el Barça quiere convertir el Camp Nou en un estadio más elitista. En la base de la recuperación económica de la entidad. "Volveremos a tener el mejor campo del mundo", insiste el máximo dirigente, quien sueña con inaugurar el nuevo campo antes de que termine el actual mandato.