En la pasada temporada futbolística 2022-23, la Liga se volcó con Vinicius Jr tras la expulsión del extremo de Brasil en Mestalla. La patronal impulsó la campaña "Juntos contra el racismo" por los insultos de un sector de la afición del Valencia contra el 7 del Real Madrid. El organismo no tardó en movilizarse por un jugador en el ojo de la polémica y que también recibe críticas por su temperamento sobre el campo. En el otro lado de la moneda, se encuentra otra joya de la cantera brasileña: Vitor Roque.
El Barça negocia con la Liga la inscripción de su nuevo fichaje con tal de que debute contra Las Palmas, este 4 de enero. Pero el enésimo traspié con Libero Football Finance debido al impago de 40 millones de euros por Barça Vision dificulta que Tigrinho pueda debutar ante Las Palmas. Excepcionalmente, como ya desvelamos en Culemanía, el artículo 77 del reglamento de la patronal permite a clubes excedidos emplear el 80% del salario de Gavi --lesionado-- para la ficha de un nuevo jugador.
Sin embargo, la Liga lo inscribirá bajo la premisa de una adenda con licencia para seis meses. Más allá de junio, el contrato de Vitor Roque tendrá que reinscribirse siguiendo la norma del 60%. La entidad catalan le tendrá que hacer espacio salarial como si hubiera aterrizado en el próximo mercado veraniego. De haber recibido el dinero adeudado por Libero, el FC Barcelona no tendría que acogerse a esta salvedad por tener la masa salarial excedida.
Vinicius, abanderado del antirracismo
En tanto, Vinicius, paisano del nuevo 19 azulgrana, es el gran abanderado de la campaña antirracismo de la Liga por los hechos acaecidos en Mestalla el 21 de mayo. Aun así, las polémicas en torno a Vini ya venían arreciando por ciertos comportamientos antideportivos en la final de Copa del Rey ante el Osasuna. Provocaciones a los rivales y a la afición rojilla señalándose el escudo y el marcador de victoria parcial (1-0). También repartió para el banquillo contrario con una frase para caldear los ánimos: "No vais a ganar la Copa, porque sois un equipo pequeño".
El 21 de mayo, en el feudo valencianista, la bomba le estalló en la cara. En el tiempo de prolongación, un enganchón entre el atacante merengue y Hugo Duro desencadenó una trifulca. El delantero del Valencia agarró del cuello al rival, que le dio un manotazo en la cara. Tras pasar por el VAR, De Burgos Bengoetxea solo expulsó al internacional con la Canarinha, pues la sala de videoarbitraje había omitido la agresión previa. Al marcharse del terreno de juego, entre los insultos de Mestalla, Vini le dedicó a la hinchada un gesto con los dedos mientras decía "a Segunda".
Movilización en los despachos
El Real Madrid denunció ante la Fiscalía General del Estado los hechos, y el pasado mes de octubre Vinicius declaró que había recibido insultos de toda la grada, no solo el sector joven. Aquel fue el culmen de un conflicto que traspasó los límites del rectángulo de juego desde el primer instante. El club de la capital se puso manos a la obra y emitió un comunicado contra la Real Federación Española de Fútbol (RFEF) por su "pasividad" que "ha contribuido al desamparo y la indefensión de Vinicius". Por su parte, la Policía Nacional detuvo a tres aficionados.
La RFEF actuó prácticamente al instante tras los reproches y cesó a Ignacio Iglesias Villanueva, colegiado de VAR en el Valencia-Real Madrid. Las reclamaciones de la entidad madridista surtieron efecto inmediato. En el Comité Técnico de Árbitros (CTA) causó malestar que el árbitro en la sala VAR no mostrase la secuencia completa del intercambio de agresiones.
La Liga también emitió un comunicado bajo el lema "Juntos contra el racismo" para solicitar más competencias sancionadoras contra la xenofobia en el deporte. El Consejo Superior del Deporte (CSD) y la Federación (RFEF) se adhirieron a la campaña.