El FC Barcelona quiere estrenar el nuevo Camp Nou en noviembre de 2024, con motivo del 125 aniversario de la fundación del club. Ese es el plan inicial, y lo cierto es que de momento las obras marchan en los plazos previstos. A día de hoy el estadio presenta un aspecto desolador, casi fantasmal, mientras las grúas y los camiones van y vienen cargados de escombros.
No hay tercera gradería, asientos ni tampoco césped. Solo se mantiene la estructura del estadio de 1957, del arquitecto Francesc Mitjans. Entonces, hace 66 años, el Camp Nou fue concebido como una instalación moderna y vanguardista. Ahora, afronta un nuevo momento decisivo en su registro histórico.
Dos remodelaciones importantes
Cabe tener en cuenta que el estadio del FC Barcelona únicamente ha sufrido dos reformas importantes. La primera, con motivo del Mundial de 1982, cuando Josep Lluís Núñez ejecutó la construcción de una tercera grada asimétrica.
La capacidad del estadio pasó entonces de 90.000 a 120.000 espectadores y permitió que el club superara, por primera vez, la barrera de los 100.000 socios. El expresidenteNúñez amplió el Camp Nou para multiplicar los ingresos, en una época en la que la aportación de los abonados era fundamental para el club.
Ahora, cuatro décadas después, el actual presidente Laporta está alterando el legado de Núñez al derribar la tercera gradería, la gran obra del máximo dirigente de la entidad blaugrana entre 1978 y 2000.
La segunda reforma, en 1994
En lo que respecta a la segunda remodelación, fue más discreta. En 1994, Núñez hundió el campo para crear nuevas filas de asientos. La capacidad, no obstante, se redujo hasta los 99.000 asientos al eliminarse las localidades de pie en el estadio.
Un conjunto de cambios que siempre han ido orientados a sacar el máximo beneficio a los ingresos del estadio, además de contentar al barcelonismo con diseños vanguardistas. En definitiva, para que los aficionados culés estén orgullosos.