Las cifras del fichaje de Dembelé por el PSG están dando mucho que hablar. El club francés ha abonado un total de 50,4 millones, correspondientes a la cláusula de rescisión estipulada en el contrato del francés, para hacerse con sus servicios. Sin embargo, la duda está en qué parte de esa cantidad irá al FC Barcelona y qué parte a los bolsillos de Ousmane. La entidad azulgrana, como mínimo, ha arrancado un extra de 400.000 euros.
Según ha podido saber Culemanía, el monto se repartirá a partes iguales. El Barça recibirá 25,4 millones, mientras que Dembelé y Moussa Sissoko se repartirán los otros 25 --16 serán para el futbolista y nueve para el polémico agente--. Ambos, además, tienen claro que irán a juicio si el club azulgrana decide abonar una cifra inferior a la estipulada en el contrato.
Otras informaciones apuntan que el Barça podría haberse quedado 35,4 millones de euros, pero desde Culemanía no consta esa información. Fuentes próximas al jugador aseguran que debe cobrar los 25 millones acordados en la cláusula. Por ahora, el Barça cobra los 50,4 millones, que podrá computar como ingreso en el ejercicio 2023-24, y será el club el que pague a Dembelé la parte correspondiente. Si el Barça no desembolsa los 25 millones, el caso acabará en los tribunales.
En cuanto al Fair Play se supone que únicamente se podrá utilizar el 35% del beneficio obtenido en la operación para margen salarial. Si el Barça paga los 25 millones al jugador en concepto de salario, se debería aplicar el 35% solamente sobre los 25,4 millones de beneficio”.
Dembelé ya está en París
Pase lo que pase, Dembelé ya ha formalizado su transferencia al PSG. El conjunto francés ha ratificado su adquisición mediante un vídeo, confirmando la incorporación del delantero internacional hasta el 30 de junio de 2028. En paralelo, el FC Barcelona, que también ha emitido un comunicado oficial, recibirá 400,000 euros más de los previstos.
La llegada de Dembelé representa un fichaje de alto calibre que Luis Enrique, recién nombrado entrenador del PSG, anhelaba. Este veloz delantero se convierte en el estandarte en el que se depositan las expectativas del equipo parisino, asumiendo el protagonismo que anteriormente ostentaba Kylian Mbappé.